69

4.1K 622 165
                                    

Jungkook respiró y comenzó a caminar, afianzando su agarre en Taehyung quien miraba a la rubia.

Antes de estar a unos metros de ella, metió su mano a los bolsillos y sacó su llave, con la otra aun llevaba al castaño en brazos.

—Quise venir a visitarte y mira con lo que me encuentro, tu madre dijo que ibas a estar libre.—habló antes de que ellos llegaran a la puerta.

El panadero la observó mientras se detenía frente a la puerta metiendo la llave a la cerradura para adentrarse lo antes posible.

—Estoy ocupado, como puedes ver.—respondió con obviedad.

Abrió la puerta y bajo a Tae dándole una sonrisa para tranquilizarlo.

—Ve y prepárate para dormir, bebé. En unos minutos estoy ahí contigo.—acarició la mejilla del castaño, quien lo miraba con una ceja alzada.

—¿Quién es ella, Jungkookie?—preguntó ignorando la petición del aludido.

—Sí, dile quien soy yo, Jungkookie.—la rubia miró con rabia al castaño quien no se iba a dejar y la miró de vuelta mal.

Jeon se pasó las manos por el rostro suspirando.

—Es nadie, Taehyungie.—el aludido iba a preguntar más, pero ver la cara de la rubia cuando escucho aquella respuesta lo dejó más que satisfecho.

Aun así tenia preguntas y se las iba hacer al panadero quisiera o no.

No dijo más y jaló a su novio de la camisa hacia él para plantarle un beso que fue más que correspondido.

—Te espero en la cama, amor.—dijo alejándose de ahí.

Frente a la chica rubia aparento que estaba bien, pero joder, ¿por qué ella volvía otra vez?

Tenía el presentimiento de que ella y su novio fueron algo más que sólo compañeros de trabajo...

El miedo se instaló en él y rápido corrió al baño para enjuagarse el rostro evitando las ganas de llorar, no podía permitir que todos esos miles de pensamientos que rondaban por su cabecita se apoderaran de él.

Jungkook tendría una muy válida y verdadera respuesta para ellas.

No se iba a hacer ideas erróneas.

Tomó el cepillo dental que había utilizado la anterior vez que se había quedado a dormir, no pudo evitar sonreír a ese detalle.

Salió del baño sacándose su camisa, dejándola en el buro doblada, después se sacó sus zapatitos y el pantalón, quedando sólo en boxers.

Del armario del mayor saco una de sus camisas blancas y se la puso, sonrió cuando sus piernas fueron cubiertas hasta un poco arriba de sus rodillitas.

Satisfecho camino a la gran cama y se metió entre las sabanas para esperar al panadero.

[...]

Cuando Taehyung le dio la espalda se volteó para ver a la rubia mientras cerraba las puertas a sus espaldas.

—¿Entonces soy nada para ti o eso sólo se lo dices a él para que no deje de ser tu juguete?

El panadero la miró con aquellas orbes oscuras, muy molesto, la rubia sabía que no le iba a hacer nada, así que habló nuevamente.

—¿Hasta cuándo vas a seguir utilizando a ese niño? Nos vamos a casar Jungkook, ¿es algún tipo de despedida de soltero?

—Tu y yo jamás nos vamos a casar, Lisa.—soltó una risa sarcástica cruzándose de brazos.

—¿Cómo crees que reaccione tu madre al saber que estas con un niño, con un homosexual?

—Lo que tú no entiendes es que a mí me gusta, que lo amo y sólo así estás logrando que hable con ella para dejarle en claro que no nos vamos a casar.

—A ella le dara un infarto cuando se entere, él no te puede dar hijos, no le puede dar nietos, yo sí. Ella quiere verte heredar la empresa con una familia e hijos, no así.

Jungkook cansado de la misma mierda que ambas no se cansaban de repetirle suspiro.

—Si eso es lo único que vienes a decir, como siempre, nos vemos después.—abrió la puerta para adentrarse y dejar por hoy aquella conversación. –Ve con cuidado, por favor.—pidió antes de cerrar la puerta.

Se adentró al departamento con una mueca en el rostro, soltó un bostezo y caminó hasta su habitación cuando no vio rastro de Taehyung.

Entro a la habitación encontrándoselo en medio de la enorme cama dormido, sonrió embobado al verlo tan frágil y tranquilo.

Quitó sus propias ropas sin hacer mucho ruido, se acostó en la cama adentrándose a las cobijas, pasando uno de sus brazos por la cintura del castañito acercándolo a él.

Aspiró el dulce aroma de sus cabellos, depositando un beso cerrando los ojos dispuesto a dormir.

[...]

Unas horas después el panadero despertó siendo zarandeado por nada más y nada menos que su pequeño noviecito.

—Jungkookie.—escuchó un susurro lejano, abriendo los ojos se encontró con la figura de su novio frente a él. –Jungkookie, tengo hambre.

Si se hubiese tratado de alguien más despertándolo a esa hora lo hubiera mandado a volar, sin embargo era Taehyung de quien se trataba.

—Tae, amor...—susurró medio dormido. —Son como las cuatro de la mañana, en la cocina hay todo lo que quieras, puedes tomar lo que se te antoje.

Taehyung guardó silencio, el panadero pensó que no diría más y volvió a cerrar los ojos.

—Pero esta oscuro, Jungkookie.—bien, no podían culpar al castañito muchos aun a los diecisiete le tienen miedo a la oscuridad, ¿verdad?

Escuchar eso de alguna forma le enterneció y con todas sus fuerzas se levantó de la cama, seguido de un Tae con una sonrisa grande, grande.

—¿Puedo tener un poco de helado?—preguntó, Jungkook bajó su vista para mirarlo con una ceja alzada.

—¿Helado a esta hora, Taehyungie?—cruzaron por el pasillo oscuro, el aludido había entrelazado sus manos desde que salieron de la habitación, sintiéndose más seguro.

—Sí, se me antojó helado.

A decir verdad Taehyung había soñado con su novio y la rubia que les esperaba fuera de su casa.

Ellos estaba felices besándose mientras él los veía, cuando despertó se sintió aliviado al momento de encontrarse con Kook a su lado y dormido, pero molesto quería también interrumpirle de su sueño.

—Jungkook.—habló sentado en la barra una vez estuvieron en la cocina.

El aludido sacaba de la nevera el recipiente con el dichoso helado, aún tenía algo de sueño y lo único que le reconfortaba es que regresaría a la cama con Taehyung después de que este hubiese terminado su helado.

—Dime, Tae.

—¿Quién era ella? La verdad.

La pregunta detuvo los movimientos del panadero, segundos después terminó de servir el helado en un recipiente de cristal y se lo acercó a Taehyung quien le miraba impaciente.

—Ella trabajaba conmigo en la panadería.—explicó tendiéndole una cuchara, él iba a decirle la verdad, en serio, pero temió tanto por la reacción del castaño. –Después encontró un mejor trabajo.

Taehyung no estuvo satisfecho con aquella respuesta, él no era tonto y sabía que debía haber algo más entre ellos, pero nuevamente decidió no preguntar más.

Jungkook por un momento se sintió aliviado, mas no sabía que esa sensación duraría realmente poco.

Gingerbread Man //KookV//  |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora