Gingerbread Man //KookV// |EN EDICIÓN|

92

La competencia había terminado con un Yoongi victorioso.

Jimin y Taehyung aplaudían y gritaba como locos emocionados. Y es que, ¡había que hacer fiesta por aquel triunfo! Como lo mencionó el de mejillas, su novio había estado entrenando mucho para este momento.

Bien merecido se lo tiene.

Taehyung dio un respingo mirando hacia abajo, Minho lo veía con una sonrisa sentado, pues este no había dejado de manosearle el trasero mientras estaba parado gritando de la emoción.

—Quiero ir al baño.— avisó con una mueca, puesto que debía interrumpir el festejo por las necesidades.

—Te acompaño.—para Minho este tipo de experiencias nuevas son alucinantes, puede decir casi seguro que compartir tiempo con a Taehyung le está gustando más de lo que debería.

Taehyung esta vez no perdió el tiempo en preguntar donde se encontraban los baños, puesto que como había ido con Jimin antes del inició de la competencia... ¿por qué no había hecho pipí cuando estuvieron ahí antes?

Se da un zape mental mientras camina a los baños seguido de Minho quien acaricia las hebras de su cabello castaño.

—Estaba pensando en que después de aquí podríamos ir a cenar.— propuso con una sonrisa mirando el pasillo por donde pasaban.

—Me parece bien, así festejamos el triunfo de Yoongi.

—¿Prefieres algo elegante o más de tu edad?— el mayor ahora bajo su mano al cuello de Tae, haciendo un pequeño masaje con su gran mano.

—¿Algo de mi edad?— Taehyung era frecuente molestado por Minho sobre su edad, aunque claro que el menor no se quedaba callado y también respondía. —¿Deberíamos ir a McDonalds y meternos en la sección de juegos?

—Es una buena idea, espero que como adulto que soy no me quede atorado en alguno de esos jueguecillos de mocosos.

—¿Nunca fuiste niño?

—A veces soy amargado en cuanto a los niños. Por ahora no pienso tener hijos, a menos que el enamorarme de ti me haga cambiar de opinión.

Y aquel tema más que algo tenso de tocar era como cualquier tema trivial del que podían hablar, Taehyung creía que era imposible que a estas alturas su hyung se tomase en serio aquello de enamorarse, puesto que enamorarse no se forza.

—Yo quiero tener cinco hijos, Minho, a este paso no llegaremos ni a novios.

El aludido soltó una carcajada cuando ambos entraron al baño.

—¿Quieres que entre contigo? Digo, a supervisar que no te pase nada.— también había tomado más confianza en cuanto a las insinuaciones sexuales y los besos, como era obvio.

Taehyung era besado la mayor parte del tiempo en el que se veían, y no le molestaba, pero eso le decía que su pretendiente o lo que sea que fuese no sabía como reforzar una relación con algo más aparte de besos y supone que sexo, pero él no quería pensar en aquello, porque simplemente no llegaría hasta tanto con Minho.

—Puedes quedarte a fuera y cuidar que nadie intente abrir la puerta, ya sabes, a alguien como yo le puede pasar de todo.— bromeó adentrándose al sanitario.

Mientras hacía sus necesidades Minho permaneció en silencio.

Algunos instantes después en aquel silencio se escuchó la puerta abrirse.

—Oh, ahí hay alguien.— escuchó la voz de Minho. Ese idiota.

El otro tipo no dijo nada y se metió al otro cubículo, Taehyung salió segundos después con una mueca.

Lavó sus manos mirando con diversión a Minho.

—Dijiste que supervisará, sólo estoy haciendo un buen trabajo de novio.

Cuando iban a la salida, Taehyung habló, haciendo que su voz se escuchara en el silencioso baño.

—Te lo estás tomando muy en serio.

—Pues claro, se supone que me voy a enamorar y después vas a romper mi corazón.

—¿Por qué eres tan raro? ¿Quién en su sano juicio quiere que le rompan el corazón?

—Una sensación nueva. Eso es lo que quiero sentir, TaeTae. Sentirme feliz, —Minho se detuvo junto con Taehyung, le miró a los ojos levantando su barbilla con su mano. —al mirarte y cuando me acerque a ti mirando esos bonitos ojos cafés mi corazón palpite a mil por segundo, tal vez me de un paro cardíaco, pero valdrá la pena si me siento así por ti.

Se acercó con sutileza a su rostro, ambos estando en medio de ese pasillo, a unos metros del baño.

Y lo besó, fue algo lento y sin sentimientos. Ninguno sentía nada más que amistad por el otro, los dos lo sabían, pero no dirían nada, porque entre ellos se estaban llenando aquel vacío.

—Volvamos.— Minho deja un pico corto en aquellos labios rozados antes de tomar su manita entre la suya alejándolo de ahí a paso lento.

Antes, cuando apenas el mayor va a besar a Taehyung, un idiota sale del baño inmediatamente escuchó aquella voz, gira su cabeza a todos lados en busca del amor de su vida.

Y entonces ahí lo encuentra, mirando fijamente a un tipo aburrido de traje caro, ese que está muy cerca de su bebé. Eso era algo peligroso.

Jodidamente doloroso cuando los vio besarse, porque ese claro que era Taehyung. Mierda, ese niño en serio era Taehyung. SU Taehyung.

Los miró por segundos tortuosos, mientras compartían un beso en su burbuja. ¿Cómo Taehyung pudo haberlo cambiado tan rápido?

Se permitió destrozarse ahí, en aquellos segundos en los que su corazón se había detenido.

Era obvio que Taehyung iba a encontrar a alguien tan rápido. Por Dios, él era hermoso y perfecto. Y él tan sólo era un idiota que sólo sabía cagarla en la vida.

—Él ahora es feliz,— la voz de Jimin lo sacó de su trance, estando ahí mirando a aquella pareja no se había percatado de la llegada del bajo. —sin ti.

Jungkook no sabía que responder, secó la lágrima que se escurrió por su mejilla derecha con la manga de su suéter.

—Así parece...

—Lo lastimaste demasiado, aléjate de él.— aquellas palabras eran crueles. ¿Cómo le pedían alejarse del amor de su vida? —Taehyung está mejor sin ti a su lado, eres un traidor, lo engañaste cuando él confió en ti, él te entrego todo y tú lo arruinaste.

¿Si hubiese decidido ir en busca de él al día siguiente y no casi dos meses después algo habría cambiado? ¿Las cosas estarían así? ¿Taehyung en verdad habría encontrado a otro hombre tan rápido?

—Tu no eres parte de su vida.

—Me doy cuenta de ello.— con la cabeza gacha asintió mirando a Jimin, dándose cuenta de que a su lado estaba el chico de aquella mañana, quien le miraba con una mueca, casi con pena y tristeza. No dio un último vistazo a la pareja que comenzaba a alejarse.

—No vuelvas a buscarlo.— eso es lo que haría.

Jungkook asintió con el hilo en la garganta, dándose la vuelta levantó su vista, yéndose de ahí y desapareciendo de la vida de Taehyung para siempre.

Como lo había pedido Jimin.