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—Bien, eso estuvo mejor de lo que esperaba.— soltó el panadero junto con un bufido mientras con sus brazos envolvía el cuerpo de Taehyung.

—¿Mejor de lo que esperabas?— un confundido castaño lo miró con una ceja alzada. —¿Esas fueron tus expectativas? ¡Eso fue peor de lo que yo esperaba!

—Bueno, ¿tu que esperarías al conocer a mi madre?— dijo sonriendo el mayor mientras daba besos en su frente.

—Agradarle...— habló con obviedad el menor apretando las mejillas de su novio.

—Bueno, yo le agradé de más a tus padres...

—Ah, ya entiendo.— tiempo después pasó a su cabello jugando con este. —De todos modos no era lo que yo esperaba, ¿viste que tan chismosos son? En serio si no te hubiera mostrado mis fotos de bebé antes ellos ya lo hubiesen hecho.

Pues para Taehyung era increíble la forma en que sus padres se comportaron con ellos dos, incluso como reaccionaron con el tema de su homosexualidad. ¡Pero sobre todo con su relación! Jungkook claramente no parecía un jovencito de diecisiete años, así que sus papás debían ser muy ignorantes o realmente no les importaba mucho la edad.

—Tengo que irme ya, TaeTae.— habló ya fuera de la casa. —Estos días estaré un poco ocupado...— Taehyung asintió.

¿Ocupado suponía no verse todo el día, verdad? Al menos un ratito.... más sin embargo, a pesar de tener esa duda en su cabecita, TaeTae no dijo nada más.

El panadero dejó un beso largo en su frente acariciando las hebras de su suave cabello, cuando se separó, el castaño deseo con tantas ganas detener el tiempo y quedarse con él ahí para siempre.

—Te amo, Tae.— le dio la espalda sin esperar respuesta comenzando a alejarse.

—¡Te amo más, Jeon Jungkook!— alzó un poco la voz para que lo escuchara. El aludido volteó y solo sonrió.

Se mantuvo unos segundos ahí mientras veía el auto de Kookie partir. Soltó un suspiro cansado, pronto se sonrojo al recordar la noche anterior, ¡había sido todo un sueño echo realidad!

Aún sentía los labios del panadero, sus manos recorriendo su cuerpo, tan cálidas y suaves con él.

—Jungkook fue muy agradable.— primero escuchó la voz detrás de su espalda, después una mano posándose en su hombro.

Volteó encontrándose con su padre quien lo miraba con una sonrisa.

—No hable esto contigo antes porque quería hacerlo estando nosotros solos.— comenzó el hombre.

Taehyung sonrió sintiendo una opresión en su pecho, no habló esperando a que su padre continuase.

—¿Quieres ir a tomar un café y un pastel de tres leches?— eso era una cita. Como las que solía tener con su padre y Baek cuando eran chicos.

El castañito asintió eufóricamente con una gran sonrisa en sus labios, abrazo rápido a su papá y se adentró a su casa no sin antes decirle; —¡Voy por un suéter!

El camino fue silencioso, acompañado por la música favorita del señor Kim. Taehyung le agradaba demasiado pasar el tiempo así con su padre. Se recargó en el asiento y volteó a mirar su perfil, suspiró cerrando los ojos.

Las cosas habían ido demasiado bien. Estaba seguro de eso, pareciese como si ahora todo estuviera en perfecto estado, sin ninguna falla, no había temor al futuro, Taehyung por un momento se sintió pleno y sin ninguna incomodidad dentro de él.

—Dos cafés y un pastel con leche.— pidió su padre cuando se encontraban en café.

El castaño observaba fuera de las ventanas los autos ir y venir, a los peatones caminando de un lado a otro, absorto en el miedo porque todo estaba yendo de maravilla... y eso le asustaba.

—Sabes que tú madre y yo te vamos a apoyar siempre, ¿verdad?— habló llamando toda su atención, sacándolo de sus pensamientos.

Taehyung asintió mirando las arrugas debajo de los ojos  de su padre al momento de sonreír.

—Lo sé.— antes no lo sabía, ahora sí.

—Jungkook es un hombre mayor TaeTae, y no digo que eso esté mal, cada quien elige a su pareja. Sin embargo no me gustaría que él se aprovechara de ti debido a la diferencia de edades.

—Oh no.— negó con sus manitas hacia su padre. —Él siempre ha sido muy respetuoso conmigo.

—¿No se ha pasado de la línea?— Taehyung no supo cómo contestar a eso. Por qué si se refería a lo que él creía, entonces Jungkook ya había pasado la base y más.

—No, jamás... aún soy chiquito.

—No me refiero a "eso" Taehyung.— habló sonrojado el señor Kim. —¡Hijo por Dios!

Taehyung soltó una carcajada, su padre segundos después también rió.

—No soy muy conocedor del sexo entre hombres pero...

—¡Papá! ¡No hablemos de eso!— pide el castañito realmente sonrojado.

—Ah... realmente hijo...— suspiro el mayor mirándolo, poniendo su semblante serio. —No tengas miedo de decirle al mundo quien eres, sé que nosotros no hemos sido los mejores padres, pero hacemos lo que podemos y...

Guardó silencio por unos segundos pasando su mano por su pelo. Taehyung creía que su papá era genial, ¿quien tendría una plática como esa con su hijo homosexual? ¡Grandes los afortunados!

—Solo quiero decir que te apoyamos, al cien por cien. Apoyamos a tu hermano y a ti, en la decisión que sea, esa es nuestra función. ¿Quienes seríamos sino lo hacemos? ¿Que tipo de padres seriamos al no apoyar a nuestros hijos en sus propias decisiones? Me hubiese gustado que no lo dijeras antes... pero lo hiciste a buen tiempo.

Realmente no quise que te sintieras presionado en lo absoluto. Si la razón por la que lo dijiste fue porque te encontramos ahí con él... no quiero que eso sea un problema. ¿Comprendes? Dinos todo lo que piensas y todo lo qué pasa alrededor tuyo sin temor a que te rechacemos.

Eso no quiere decir que pasaremos por alto alguna travesura que hagas o malas calificaciones, claro que eso es otro punto...—

Luego papá Kim se explayó tanto que al final Taehyung llevaba tres grandes rebanadas de pastel de tres leches.

Cuando llegaron de vuelta a casa, siendo pasadas de las siete de la tarde, el castaño bostezó entrando a su morada, iba a subir las escaleras más la voz de su padre le detuvo.

—Por cierto, — lo miró desde la entrada de la casa. —Feliz Año Nuevo, hijo.

Lo había olvidado por completo.

—Feliz Año Nuevo, papá.

Gingerbread Man //KookV//  |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora