—Han pasado siete años ya..
Ha decir verdad el tiempo pasó tan rápido como en un abrir y cerrrar de ojos. ¿Qué será de él?
Con la cabeza gacha alzó mi mira-
—Taehyung, ¿que estás haciendo?— la voz de Baekhyun lo sobresaltó. —¿Y por qué estás hablando solo?
—¡Ah, déjame en mi depresión!— Taehyung se volteo furioso lanzándole un bálsamo labial en la cara a su hermano, dándole en la frente.
Ese golpe iba a dejar un chipote bien grande.
—¡No tienes que recurrir a la violencia!— el mayor de los Kim se sobo la zona afectada molesto con su hermano. —Yo sólo vine a avisarte que ya se te hacía tarde para el colegio.
Ah, sí...
Taehyung volteo al espejo cuando su hermano salió de la habitación.
—En realidad sólo han pasado siete días, jeje equis de.— sonrió al espejo.
Se preguntarán. ¿Y qué ha pasado?
Pues en realidad nada, porque esos siete días se la pasó en su cuarto encerrado y deprimido, pero la escuela estaba a la vuelta de la esquina, así que no tenía tiempo en deprimirse más.
Aunque hubiese utilizado muy bien esa excusa, pero en realidad ya le dolían la espalda y las pompas de estar acostado todo el día. Aparte había perdido peso y dejado de comer, ¡y Taehyung no podía vivir sin comer como cerdito!
A un tal Jin de alguna banda de K-POP no le gustaría verlo así.
Así que esa mañana se levantó decidido, primero desayunaría algo ligero, y por ligero me refiero a la mitad del frigorífico.
Sus padres y Baekhyun no dijeron nada, mejor para ellos que su bebecito volviera a la normalidad.
No podía seguir deprimido toda la eternidad, o sea, sí, estaba triste, pero hasta se cansó de estar triste y pegado todo el día a la cama.
En algún momento de su vida tenía que olvidar a Jungkook, y que mejor comenzando desde ya.
Porque seguramente este imbécil hijo de la gran mie-
—¡TAEHYUNG APÚRATE QUE VAS A LLEGAR TARDE!
Ay. Ahora era su madre.
Rodó los ojos tomando su mochila, mirando una última vez en el espejo su vestimenta sonrió satisfecho y bajó las escaleras a paso apresurado.
—¡Nos vemos familia!— salió de la casa dando un portazo.
Ups.
Esperaba no recibir una reprimenda cuando llegase.
Si bien, debían darle el mérito de por lo menos pasar a la fase de odio, no quedarse estancado en la depresión y tristeza, la lamentación y todas esas cosas.
Tal vez para Jungkook no había sido lo suficiente. Él se lo perdía.
Sí. Ahora sí. Iba a aplicar la de Thank you next.
Adiós Jeon Jungkook.
Siguiente.
Otro se daría cuenta de lo genial que era él.
Pensémoslo bien. Jungkook no es el único pez en el estanque, hay muchos más y más guapos.
Ni pe-
—¡Taehyung!— ese era Jimin.
A quien engañaba.
—¿Por qué estás llorando?
Aún seguía enamorado de Jungkook.
—Se me metió algo al ojo.— respondió caminando por los pasillos del instituto.
—Ah...— Jimin iba a hacer un comentario para recordarle a Jungkook, pero decidió quedarse callado. —Seguro.
Taehyung sonrió secándose las lágrimas.
—¿Cómo la pasaste el fin de semana?
Jimin había llegado a visitarlo unas horas después de su cruda, el pequeñín llevaba tres bolsas con comida chatarra y golosinas.
El castañito por unas horas olvido todo lo sucedido y tragó como si nunca hubiese comido en su vida.
Los días posteriores fueron de mantenerse en su habitación llorando.
—Hoy saldremos Yoongi, Hoseok, su novio y yo a la exposición en el centro comercial. ¿Recuerdas que te comenté que estarán dando comida gratis? Tal vez podríamos ir y...
Iba a decir no por varias razones. Déjenme enlistarselas.
Primero Hoseok y su novio, uhm... sería incómodo, segunda, no quería estar de mal quinteto con dos parejas, eso sería incómodo, y tercera, llegaría a casa y se encerraría a llorar hasta la noche.
Porque a esa hora pasaban su novela y debía verla, sí perdón, para otro día.
—No lo creo,— rascó su nuca haciendo una mueca. —Debo ayudar a mi mamá con unas cosas y... —lo dudo un poco. —Ah, la verdad es que no me siento con ánimos para salir.
—Pero podrías conocer a alguien, sé que apenas es poco tiempo pero... será más fácil si...
La campana de inicio de clases sonó interrumpiendo a Jimin.
—Gracias, Jiminie, pero no.— le sonrió alejándose de él. —Nos vemos en el almuerzo.
El de mejillas lo miró con la boca abierta mientras se iba. ¿Qué rayos le pasaba a Taehyung? Él jamás le negaba una salida, y tampoco su presencia, que estuviese pasando por esta ruptura no lo justificaba.
Él era el claro ejemplo, cuando hubo terminado con Yoongi permaneció a su lado y con sus propios problemas... iba a respetar las decisiones de su mejor amigo, después se le pasaría.
Por otro lado, Taehyung estaba decidido a ser alguien nuevo este semestre que iniciaba, ya no tenía más distractores y ya no pasaría la mayoría del tiempo fuera de la cochina panadería viendo a Jungkook a lo lejos.
Taehyung se iba a centrar en lo importante, que era obtener un buen promedio para irse a una buena universidad.
¿Había olvidado comentar que estaba en su último semestre de bachiller? Taehyung estaba a nada de ir a la universidad, y aún ni siquiera sabía que demonios quería estudiar.
Así que sí. Las cosas iban a cambiar desde ahora en adelante.
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Gingerbread Man //KookV// |EN EDICIÓN|
FanfictionTaehyung necesitaba a su hombre de jengibre, Jungkook podía ser eso y mucho más. Iniciada : 13/Agosto/2017 Terminada : 16 /Abril / 2019 -Contenido Adulto -Jungkook top! -Taehyung bottom! -Diferencia de edad ❗️