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—Vamos, Tae no es para tanto. Abre la puerta y déjanos desearte un feliz cumpleaños.— su madre tocaba la puerta de la habitación donde se estaba quejando.

El día tan esperado de Tae había llegado, su cumpleaños numero diecisiete, finalmente estaba a un paso más de la libertad, de ser un adulto hecho y derecho, un día muy importante en su vida, ¡su mamá por fin le dejaría comer pizza en su habitación! Estaba feliz.

Pero también triste, su aspecto era un asco gracias a su querido hermano, que había decidido que era buena idea cortarle el flequillo como burro, ¡era un cumpleaños fatal!

Hace algunos días estaba muy emocionado porque Jungkook le regalara cosas y pasaran su cumpleaños juntos, pero ahora lo ultimo que quería era ver a su novio, ¿qué iba a pensar cuando lo viera? ¡Tan feo!

Por eso, desde la mañana de ayer cuando se suponía que debían regresar a Seúl se encerró en su habitación para quedarse ahí para siempre

Jiminie

¿Entonces regresaras mañana?

Leyó el mensaje que su mejor amigo le había enviado ayer por la tarde, después de que le contase la trágica historia de su flequillo.

—Me estoy hundiendo en la desgracia...— susurró escuchando los golpeteos de su mamá en la puerta.

—No es como si te fueses a morir o algo, el pelo crece.— una voz, tal vez su conciencia... le hablo.

—¿Conciencia eres tu?

—¿Qué? ¡No! ¡Soy Mark tu primo!— dijo el chico tocando el hombro de su primito triste.

—¡AYYY!— Taehyung soltó un grito muy varonil, sorprendido por encontrar a su primo entre la sombras tras él. —¿Cómo llegaste aquí? Cerré la puerta...

—¡Pero la ventana no-oh!— canturreó casi en forma de victoria, mirándolo con una sonrisa.

—Vete de aquí...— Taehyung le dio la espalda. —Ya no soy el de antes...— la vocecita del castañito era sombría.

—Ya no seas ridículo, Tae, que el drama queen de la familia es Baek.— intentó tocar su hombro para que lo viera.

—¡No! ¡No me toques, te puedo contagiar!

Mark se quería arrancar los pelos, su primo si que era un verdadero tonto, ni se veía tan mal con ese corte de burro.

—Podrías raparte...— comentó como una opción no viable para el castaño que prefería ese corte a estar rapado. —Y usar peluca...

—¡No haré eso!

—¡Entonces vamos a salir y celebremos tu cumpleaños!— Mark se levantó de la cama caminando hasta la puerta donde pacientemente esperaba toda la familia tras ella.

—¡No, no habrás! ¡Se van a burlar más de mi!— Tae corrió hasta él y lo estampo contra la puerta subiendose encima de él, espantando a su primo.

—¡Mamá Taehyung me quiere violar!— el grito despavorido asusto a los adultos que no dudaron ni un segundo en intentar abrir la puerta a la fuerza.

—¡Kim Tiffany Taehyung abre la puerta en este instante!

—¡Auxilio!

—¡Cállate maldito!

—¡Abran la puerta en este momento o verán!

—¡Mamá se esta quitando la ropa!

—¡No seas mentiroso!

Entonces Mark golpeó a Tae fuerte en su panza, alejándolo para poder levantarse y abrir la puerta.

La puerta fue abierta y la luz entro a la oscura habitación donde se encontraba recluido Kim TaeTae, iluminándolo mientras se encontraba en el suelo sobándose la panza y secándose las lagrimas por el fuerte golpe.

—¡Feliz cumpleaños!— gritaron todos incluido un Mark perturbado.

Su madre sostenía su pastel favorito con una vela encendida, Taehyung pudo saborearlo y sin más se levanto directo a devorar el rico pastel de tres leches.

Un inicio de cumpleaños muuuuuuy extraño.

[...]

—Te extrañare primo.— dijo Mark soltando lagrimas porque no se volverían a ver en mucho tiempo.

—¡Yo también primo!

Y el pequeño par se soltó a llorar porque se alejaban otra vez.

—¡Prometo escribirte siempre!

—¡Y yo llamarte todos los días!

La madre de Taehyung jaló a su hijo del brazo adentrandolo al vehiculo.

—¡No te olvidare!— gritó Taehyung extendiendo la mano hacia Mark.

—¡Ni yo tampoco!— fue lo ultimo que escucho antes de encontrarse encerrado en el auto junto a su hermano y padre, quienes se habían burlado lo suficiente ya de su pelo.

Baekhyun miró a su hermano molesto.

—Tu ni me mires.— un enfadado Tae le sacó la lengua para después mirar a otro lado cruzando sus bracitos

—Sólo faltaba que se besaran...— dijo Baekhyun rodando los ojos, a lo que su padre estuvo de acuerdo.

—Pero a Taehyung le gusta el yuncuc, ¿no?— como si nada, dijo su padre observando por la ventanilla como su esposa se despedía de su madre. —Hace calor, ¿no creen?

¡QUÉ! ¿¡QUÉEEEEEEE!?

—¿Cuál Jungkook, papá?— cuestionó de forma sigilosa el mayor de los hermanos Kim, mirando a Tae que se quedó helado.

—Pues el panadero hijo, del que tanto habla Taehyung cuando esta con Jimin o con Minjae.

Baekhyun y Taehyung se voltearon a ver con los ojos bien abiertos, ¿cómo es que su papá se había enterado?

—¡Tu le dijiste verdad!— dijo de forma casi inaudible el castaño.

—¿Por quién me juzgas? ¡Jamás haría eso!

—¿Qué voy a hacer ahora?

—¡No lo sé!

La puerta del copiloto se abrió y su madre entro con una sonrisa en los labios.

—¡Volvamos a casa!— entusiasmada soltó la señora Kim alzando su puño al aire, enterneciendo a sus tres hombrecitos.

—¡Vayamos a casa entonces!

Taehyung y Baekhyun rieron de forma nerviosa, sería un viaje largo.

Gingerbread Man //KookV//  |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora