Taehyung salió tambaleándose del bar, seguido de HyungSik quien masajeaba su propia cabeza.
El plan no era que ambos se embriagasen hasta las seis de la mañana, pero sinceramente a ninguno de ellos le importaba eso en lo más mínimo.
—¿Por qué, Yuncuc?— y es que Taehyung no había dejado de llorar desde la segunda ronda, más o menos hace unas cuatro horas.
Cabe agregar que el cantinero se les unió y los tres comenzaron a hablar de sus penas amorosas, y si eso no hubiese pasado las cosas serían diferentes ahora.
Pero al hombre le había dado tanta pena ver al muñequito triste llorando desconsolado por una ruptura que él también decidió unírseles.
—Yo te amaba...— en un tono lastimero, mientras aún las calles de Seúl seguían oscuras pero con algunos transeúntes de aquí para allá y otros carros de vez en cuando, Taehyung y HyungSik caminaban con las manos entrelazadas para que ninguno de los dos terminara en el suelo.
—¿A donde se supone vamos?— la voz amortiguada del mayor hizo eco en los oídos del castañito.
—Llévame a mi casa...— pidió moqueando mientras que con la manga sucia de fluido nasal y lágrimas se limpió.
—Pediré un taxi...— justamente un vehículo se dirigía hacia ellos, entonces Sik alzó la mano llamando la atención del conductor.
Taehyung dio la dirección y se recostó en el asiento cerrando los ojos.
¡Oh! Pero él no sabía sobre los buenos efectos del alcohol que tendría sobre él.
Fue como estar dando vueltas sin poder detenerse o peor. Taehyung quería llorar, porque tenía sueño y no podía dormirse.
Quería llorar más.
Así que lo hizo, lloró mientras le contaba al conductor quien pronto se interesó en su historia.
HyungSik masajeo su cabeza, él estaba algo acostumbrado a esta sensación, por eso al llegar a casa de los Park se tumbaría y dormiría todo el día.
—Te debo una, compadre.— habló Taehyung mirándolo a los ojos. —Nadie se había preocupado tanto por mi.— y el compadre hubiese creído eso sí el castaño no se encontrase bajo los efectos del alcohol.
El rostro de Taehyung lucía mal, sus ojos estaban tan hinchados de tanto llorar que apenas podías verlos, sus labios estaban resecos y de una grieta salía un poco de sangre.
En serio que se preguntaba cómo había podido llorar durante más de cinco horas, él en algún momento se hubiese cansado, pero Taehyung no, y eso lo puso triste, porque él quería ver al niño sonriente y parlanchín que había conocido, no a este.
Cuando llegaron a la casa de los Kim, Taehyung habló; —Iré yo solo, si te ven conmigo enloquecerán y no me dejarán volver a salir contigo.
Alzó su manito para estrecharla con la del contrario, que fue muy bien recibida.
Taehyung esa noche había hecho un amigo más, ese que te apoyaba de manera rebelde en las malas, quería saber cómo sería su compadre en las buenas, aún así... él era el amigo buena onda y kawaii con sonrisa que te mataba hasta la última hormona.
Tal vez le hubiese gustado en otra situación, si Jungkook no existiese en su vida ellos estarían juntos... probablemente.
Con pasos lentos, después de que el vehículo desapareciera por el horizonte... se acercó a la puerta de su casa, donde todas las luces estaban encendidas.
Ojalá sus padres estuviesen dormidos.
Bajo el gnomo de jardín a un lado de las escaleras, sacó una llave que escondían por sí a papá se le olvidaba o así.
Abrió la puerta con cuidado de mi hacer mucho ruido, logrando su objetivo al momento de encontrarse dentro de casa sonrió.
Caminó por el corto pasillo hasta encontrarse en la sala de estar, donde fue recibido por tres pares de miradas desaprobadoras.
¡Se supone que él era la víctima de tal ultraje!
Pues sí, Jungkook robó su corazón. Pero ahora no se iba a poner sentimental, primero debía librar una batalla y después la guerra.
—¿Se puede saber qué pasó contigo?— su madre lucía molesta, pero Taehyung sólo quería ir a su cuarto y tirarse en la cama a dormir, no tener una discusión con sus padres.
—Ahora no, mamá.— su voz salió distorsionada por los efectos del alcohol.
—¡Pero que rayos, Taehyung! ¿Estuviste tomando?
—Estuve ahogando mis penas...
—¿Cómo pudiste ir a tomar y no invitarme?— Baekhyun lucía más ofendido que molesto. —¡Eso es traición! Mientras tú estabas disfrutando de la vida loca yo estaba aquí recluido y castigado.
—¿Castigado?— Taehyung se sacó los zapatos ahí en la sala, acercándose a Baek.
—¡Están cambiando el tema!— habló la mujer molesta. —Exijo que me digas cómo es que fuiste a tomar.
—Me encontré a un ami-
—¿Y no me pudiste llamar a mi? ¡Mamá y papá me castigaron injustamente!
—¿Qué sucedió?— sentado a un lado de su hermano, intentando cerrar los ojos habló.
Taehyung se veía tan mal ante los ojos de su familia, ninguno de ellos lo había visto jamás así, de igual forma en que jamás lo habían visto tan enamorado.
Y de alguna forma ellos lo entendían, porque también habían pasado por su primera ruptura trágica.
—Ve a dormir, Taehyung.— habló su padre con una mueca, estaba molesto por no haber podido dormir, pero es que aunque quisiera no pudo pegar el ojo en la noche a sabiendas que su hijo menor estaba en quien sabe donde.
El castañito hizo caso y se dirigió hasta su habitación seguido de Baekhyun.
—¿Estas bien?— y bueno, esa era una pregunta muy idiota, pero aún así la hizo.
—No, la verdad es que no.— caminando por el pasillo de la planta alta se detuvo, dándole la espalda a su hermano. —Soy un tonto.
—Él es el tonto, Tae, y de hecho, ese insulto es como una micro partícula para todos los súper insultos que le tengo.
—Yo soy la micro partícula para él.
—No vale la pena, hermanito.— posó su mano en el hombro del menor, adentrándolo a la habitación.
Taehyung se despojó rápido de sus ropas, aún su cuarto estaba a oscuras y el sol saldría en más de una hora.
—Tal vez no lo valga, pero aquí, — señaló su corazón con sus ojos brillantes, —duele tanto, que sé que al menos valió la pena al enamorarme de esta forma.
Baekhyun había visto llorar a su hermanito antes, cuando se caía o él mismo lo hacía llorar, pero era tan diferente verlo de esta forma.
Y demonios, iría a golpear a Yoongi y después a Chanyeol por separarlo del maldito panadero, porque ese idiota se merecía por mínimo morir.
—Descansa, Taehyungie. Todo va a estar bien.
El aludido repasó esas palabras unos minutos más tarde cuando se encontró solo en su habitación, sí, probablemente todo estuviese bien.
¿Cuándo todo iba a estar bien?
Porque ahora mismo a pesar de seguir un poco ebrio, se sentía vacío y ese dolor en su corazoncito era real, tan real y terrible que cerró sus ojos dispuesto a dormir.
Aunque no fuese la mejor opción, porque todos los pensamientos de él y Jungkook juntos lo invadieron decidió mantenerlos cerrados y pensar en eso, sólo hasta que se pudiese dormir y olvidar unas horas de ello.
¿Jungkook lo buscaría?
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Gingerbread Man //KookV// |EN EDICIÓN|
FanfictionTaehyung necesitaba a su hombre de jengibre, Jungkook podía ser eso y mucho más. Iniciada : 13/Agosto/2017 Terminada : 16 /Abril / 2019 -Contenido Adulto -Jungkook top! -Taehyung bottom! -Diferencia de edad ❗️