SOY TUYA GREY (fanfic Grey)

Capitulo diez

POV Anastasia.

Me desvisto mientras la bañera se llena de agua. Mis lagrimas ruedan por mis mejillas ¿Como pudo Christian pegarme? ¿Es un maltratador? Como desearia recordar todo, siento que Christian algo me oculta.

Me meto dentro de la bañera, y me siento, mi trasero me arde...el agua logra calmar el dolor de los azotes de Christian, pero no el dolor, de sentirme humillada. De pronto me siento cansada.

Termino de bañarme, no me lave el pelo. Me seco rápidamente. Y envuelta en una toalla, regreso en la habitación, no veo a Christian, así que me quito la toalla, y busco un camisón. Me lo pongo, y me acuesto...mi trasero aun me arde, y eso me hace distraer del dolor y decepción que siento en el corazón.

Empiezo a cerrar mis ojos, tengo sueño, así que me dejo llevar por los brazos de Morfeo...

Me despierto, y abro mis ojos, las luces están encencidas, de inmediato me doy cuenta que "mi marido" no está a mi lado. Repaso mentalmente, lo que ha ocurrido, fuimos a casa de sus padres, al volver a casa, un hombre se sube al ascensor con nosotros, el amablemente nos conversa, Christian le molesta, se puso celoso y violento, y me pego. Ahora no se donde está, miro el despertador que marca las dos con quince minutos. Me levanto de la cama, y salgo de la habitación.

Me voy a la cocina, me bebo un vaso de jugo. Quisiera saber donde esta Christian. Camino hacia su estudio.

Cuando abro la puerta, veo a Christian, que tiene la cabeza sobre sus brazos, esta durmiendo. Al lado hay una botella y un vaso ,creo que es whisky. Me acerco de inmediato. Acaricio su sedoso cabello con mis dedos, se ve tan tranquilo cuando duerme, a pesar de ser violento, lo amo. Christian alza la cabeza.

- ¡Anastasia!- Me mira como si fuese la primera vez, que me ve.

- Creo que te quedaste dormido- me siento tímida.

- ¿Estas bien?...por favor, Perdóname- este ultimo lo dice con tristeza.

- Vamos a la cama-

- Dime, que me perdonas -

No se que responderle, me dolió mucho lo que me hizo, aunque el dolor físico ya no esta.

- Ya veo...tal vez debería dejarte ir, así no tendrías que lidiar con un hijo de puta como yo- se me cae el alma a los pies, oírlo hablar así.

- Tengo la impresión, que no nos conocemos- le digo

El me observa, su expresión de angustia es palpable.

- Pero, si ambos queremos, podemos ir conociendonos en el camino, tal vez empezamos a correr antes de caminar, y ese fue nuestro error, pero eso no significa que no podemos remediarlo.- Me mira ceñudo. - Podemos intentarlo, claro...si tu quieres- me encojo de hombros.

- Anastasia- susurra, y tira de mi. Haciendo que quede sentada en sus piernas.

- Mi parte razonable, me dice que te deje ir, pero mi parte egoista me dice que no lo haga-

-¿Y a quien le harás caso?- Le pregunto

- Creo que mi parte egoiste- sonríe sin ganas. - Perdón, por los azotes- añade.

- Solo prometeme , que no volverás hacerlo-

- Lo intentare...Pero, unos azotes cuando te folle, te van a encantar-

- Otro día, probamos eso...por ahora vamos a la cama-

- En eso estoy de acuerdo contigo- me da un beso en el cuello, haciendome estremecer

Pone una de sus manos, en medio de mis piernas, y empieza subir hacia arriba, hasta llegar a mi sexo.

- Quiero esto, ahora- susurra y su boca se apodera de mi boca, mientras empieza a masturbarme...

- ¡Oh, si!- Grito, mi marido esta siendo implacable con su lengua.

Estoy tumbada en la cama, mientras el esta devorando mi sexo con su lengua, haciendo que grite por el placer que el me da.

Siento que estoy por llegar, oh si...estoy llegando

-¡Christian!- Grito al llegar al orgasmo.

- Eres mía- murmura y me penetra.

- Soy tuya- le digo y me pierdo en el nuevamente...

Voy caminando del brazo de un hombre, de unos cuarenta y cinco años, ojos marrones, de corte militar.

Llegamos al altar, donde hay un hombre que me esta esperando, pero esta de espalda, no logro verle el rostro.

- Que seas muy feliz, mi niña- me dice el hombre emocionado.

- Gracias, papá- respondo.

El reverendo empieza hablar.

- Estamos reunidos, ante la presencia del señor, para ser testigos, del amor de estos dos jóvenes-

Me siento muy nerviosa, trato de mirar el rostro del hombre que está a mi lado, pero no puedo verlo.

- ¿Han venido voluntariamente hasta aquí?- Nos pregunta

- Sii- respondemos al unísono

- Muy bien, entonces antes de seguir con la ceremonia, quiero preguntar. ¿Hay alguien que se opone a esta unión? Que hable ahora, o calle para siempre-

- ¡Anastasia! - Escucho que me llaman.

Abro mis ojos bruscamente mis ojos. Y me encuentro con la mirada asustada de Christian.

-¿Que ocurre?- Pregunto, estoy desconcertada, estaba soñando algo, pero ya no lo recuerdo.

- Eso quisiera saber- me dice ¿Angustiado?

-¿ Porque lo dices?-

- Mencionaste a un Ray, en tus sueños ¿Quien es Ray?- Me pregunta con tono acusatorio

- ¿Ray?-

- Si...Ray- sube la voz.

- Creo que estaba soñando algo, pero no lo recuerdo- contesto

- Esta bien...disculpa- rodea mi cintura con su brazo, y entrelaza su pierna, con las mías.

- ¿Que hora son?-

- Como las siete...pero hoy es sábado, así que disfrutaré de ti- me besa mi cuello. Mi vientre se contrae de forma deliciosa.

-¿Y que quieres hacerme?-

- Lo que he descubierto, que me encanta últimamente...estar dentro de ti- me vuelve besar nuevamente el cuello, y me olvido de todo.