Capitulo treinta y cuatro

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POV CARRICK

- Carrick...¿Como estas querido?- Elena besa mis mejillas, haciendome estremecer. Es muy guapa.

- Mas o menos ¿Y tu?

- De salud, muy bien...pero estoy muy preocupada por Christian- me dice.

- Yo también. - Me siento en la silla.

He venido hasta un lujoso restaurante , de Seattle, para reunirme con la guapa Elena.

- ¿Has hablado con el últimamente?- Me pregunta.

- Si-

- ¿Te apetece algo que tomar?-

-Tomaré una copa de sauvignon blanc - le digo al camarero que aguarda a nuestro lado. El hombre asiente y se aleja.

- Como te decía, ayer por la noche hablé con Christian- le digo.

-¿Que te dijo?- Pregunta curiosa.

- Que está enamorado de la perra- me hierve la sangre saber que mi hijo está enamorado de alguien tan poca cosa.

Elena abre los ojos como platos, atónita.

-¡¿Que has dicho?!- Alza la voz, estupefacta.

- Esa maldita mujer, lo encandiló...y lo peor aún, se embarazó-

-¿El te lo dijo?- Pregunta consternada.

- Si- El camarero regresa con una copa de sauvignon blanc, y me lo sirve- gracias-

- ¿Y que has pensado?- Me pregunta sin salir del asombro.

- No lo se...pero el que este embarazada, lo complica todo-

- El no quiere al bebé...me lo dijo cuando fue a mi casa a pedir ayuda- me quedo sorprendido. Mi hijo no quiere a su supuesto hijo, y le pidió ayuda a Elena.

- ¿Y que le sugeriste?

- El aborto...que le dé dinero y que la obligue abortar- me sorprendo con la frialdad que Elena se toma las cosas.

- ¿Y el estuvo de acuerdo?

- No...me gritó, y salió de mi casa.- Maldición, seguramente Christian, asumirá la responsabilidad de ese mocoso, que no sabe si es su hijo o no. Esa perra es una cazafortunas, y no dudo que se embarazara para asegurar su futuro.

- Maldición- mascullo ofuscado.

- Creo que nosotros tendremos que deshacernos de ese bastardo. - Miro a Elena ¿Realmente está dispuesta a matar a un bebe?

- Ok, te escucho- le digo...

POV Christian

He llegado a mi casa, sintiéndome solo. Siempre estuve solo, manteniendo lejos de mi a mi familia. Si de amistades, hablamos, solo tenía a Elena, y a partir de ahí: cero. Y ahora me doy cuenta de lo solitaria y vacía que ha sido mi vida . Alejo ese sentimiento inmediatamente. También ha habido buenos momentos, esos ocurrieron en mi vida cuando Ana llegó. Ella me hacía sentirme diferente, especial, feliz, y, ¿por qué no?, también me hizo sentir amado.

- Señor Grey- escucho la voz de Taylor y salgo de mis pensamientos.

- Contrata seguridad para Anastasia, en Portland... quiero dos guardaespaldas que la cuiden.- No confío en ese hijo de puta de Paul, ni mucho menos voy a darle la oportunidad que le haga daño a Ana.

- Si señor ¿Algo mas?- me pregunta solícito mi chófer y guardaespaldas.

- Nada más por ahora.-Es lo último que respondo y me acerco a mi piano.

Ahora debo llamar a mi abogado, su matrimonio con ese desgraciado, debe anularse de inmediato. Ya decía yo que tenía algo pendiente por hacer. Aunque no sé ni qué podría alegrarle yo. ¿Qué le digo? Haga que Anastasia Steele se divorcie de él porque la secuestre por estúpido y caliente, me enamoré de ella, tendremos un hijo y los quiero a mi lado.

No puede ser. Me tildaría de demente, pero lo soy. Perdí la cabeza desde que la vi esa noche al auxiliarla después de que la atropellé. No pude apartarla de mí lado, y vaya que lo intenté. Ella me enamoró, hizo que ocurriera lo impensable, y todo estúpido, no vi mejor opción que mentirle. Y decirle; soy Christian Grey, tu esposo.

Ahora que estoy aquí, solo, en este enorme y frío departamento, con un vaso de whisky en la mano, y con el dossier con los expedientes de Anastasia. Soy capaz de vislumbrar más opciones, ahora que he leido el informe de Welch. Y todas y cada una de ellas son mejores que el haberle mentido a Anastasia...

****

¿Donde estoy?...ya recuerdo, este lugar. No puede ser, de repente el desgarrador llanto de un niño llama mi atención.

Veo un niño, de unos cuatro años aproximadamente, llorando al lado del cuerpo de una mujer sin vida. Esto no puede ser!! ¡Es Ella!

- ¡Mama...despierta!- Dice el niño llorando desconsoladamente.

Siento que me ahogo, esto me duele. Me acerco al niño, su rostro está empapado por las lágrimas. Me inclino a su lado, y el alza la mirada; su cabello es cobrizo, sus ojos azules. El mira el cuerpo de la mujer, y empieza llorar nuevamente de manera desgarradora. Levanto mi mirada hacia la mujer, ¡Es Anastasia!

-¡Anastasia! - Empiezo a moverla desesperadamente, pero ella no reacciona.

-¡Anastasia...despierta por favor!- Ella no me escucha. -¡Anastasia!

Me despierto sobresaltado y jadeando, el corazón late a mil. Miro a mi alrededor...estoy en mi cama. Tengo mi rostro empapado de sudor ¿Y lagrimas? Nunca había llorado en una pesadilla. Maldición, parecía tan real. Espero que mi corazón se calme, me levanto de mi cama, y busco mi móvil, y marco.

- ¿Hola?- Dice la voz adormilada de mi nena.

- Hola ¡¿Estas bien?!- Necesito saber si ella está bien.

- Si...¿Que sucede, que llama a estas horas?- Pregunta desconcertada.

- Quería saber si estas bien-

- Estoy bien- gracias a Dios, solo fue una pesadilla.

- Que bien- no puedo ocultar el relajo en mi voz- ¿Te desperté?

- Si...por cierto, ¿Como supiste mi numero telefónico?- Lo memorice en mi móvil cuando lo vi en el informe de Welch.

- ¿Tienes sueño?- Le pregunto desviando su atención.

- Si...pero si quieres hablar, dime que te escucho-

- Duerme, no quiero que te desvele por mi culpa- le digo

- Estas raro ¿Seguro que estás bien?

- Por supuesto, porque escuché tu voz...

****

Abro mis ojos y miro el despertador, son las siete con cuarenta y cinco minutos. Me levanto para ir al baño. Hoy me reuniré con el abogado y mas tarde iré a Portland, no quiero estar ni un día mas sin Anastasia

SOY  TUYA GREY (fanfic Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora