CAPÍTULO 22: CONOCER AL ENEMIGO

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-¡Esto es inaudito!

Minako estaba sentada de brazos cruzados sobre una de las butacas del despacho de Kenia Dibotti, junto con el resto de profesores acompañantes del resto de Escuelas. Yakov Feltsman estaba furioso, como todos los demás, pero él era quien se había atrevido a hablar primero, levantándose de su silla y agitando los brazos con fervor.

Tendai Kolosi estaba de pie tras el asiento de Dibotti, con los brazos cruzados a su espalda.

-Los chicos sabían a qué riesgo se exponían- el Director del Comité de Organización del Gran Prix en Uagadou no parecía sentir ningún miedo hacia el profesor enfurecido. –Una de las características de este torneo es que es peligroso.

-¡Sí, pero comenzar así...!- Yakov estampó una mano en el escritorio de la subdirectora. La mujer no se asustó por su brusquedad, pero Kolosi sí. -¡Nunca habían comenzado tan fuerte, y normalmente tienen pistas! Además, no estaban preparados.

-¡En eso tiene razón!- el profesor Celestino Cialdini se puso en pie de su butaca. –Los chicos suelen prepararse para la siguiente prueba, y ésta les ha pillado desprevenidos: y a nosotros también.

-Los profesores deberíamos estar enterados de a qué riesgos se exponen nuestros alumnos- convino Yakov.

Dibotti asintió.

-Sé a qué os referís: pero yo sólo cumplo lo que el Comité decide- miró a Kolosi y lo hizo con recelo; Minako pensó que, al menos, era bueno que la subdirectora tampoco se fiase demasiado del Director del Comité. –Me dijeron que no correrían ningún peligro.

-¡¿Ningún peligro?!- Raphael Marinho, hermano y profesor acompañante de Maia, se pegó una fuerte palmada en la rodilla y se inclinó hacia delante en su silla, mostrando una sonrisa que, aunque atractiva, resultaba sarcástica. –¡Ja! Mi hermana ha podido quedar sepultada allí abajo. ¿Eso no es peligroso?

-¡Dos de mis chicos se han enfrentado a erumpents!- Yakov seguía gritando. -¡Son criaturas de rango XXXX! Unos niños que aún están en el colegio no deberían poder enfrentarse a ellos.

Minako llevaba varios minutos aguantando las formas apretando los puños, pero no pudo contener más su furia tras ver que todos los profesores parecían igualmente enfadados. Se puso en pie, dejando que su kimono ondease con elegancia pero furia a su espalda.

-¡Mis alumnos se encararon a un dementor!- gritó, y luego señaló a Yakov. -¡Si no hubiese sido por los alumnos de Durmnstrang, podrían haber recibido su beso! ¡¿Cómo habría respondido el Comité a ello?! ¡¿O el propio Ministerio?!

-¡Y los boggarts!- el profesor Oliver Wood, acompañante de Hogwarts, seguía sentado, pero también parecía contener la rabia a juzgar por la vena hinchada de su cuello. -¿Qué buscaban, volver locos a los Elegidos?

-Los chicos van a acabar psicológicamente afectados- asintió Jacob Schoonmaker, quien acompañaba a Jean-Jacques Leroy desde Ilvermorny. –Han visto cosas en dos horas que muchos magos expertos no han visto en toda su vida.

-¡Podrían haber muerto!- siguió diciendo Raphael Marinho.

-¡Yuri salió mal herido de allí!- Minako también estaba gritando. -¡Menos mal que ha despertado, o yo misma me hubiese encargado de...!

-¡Profesora Okukawa, tranquilícese!- Kolosi, aunque la llamó al orden, no alzó demasiado la voz. –Sabemos que están ustedes algo... intranquilos, pero le aseguramos que los chicos en ningún momento estuvieron desprotegidos.

-Un maldito hechizo Auxilium no les va a servir de mucho si mueren antes de lanzarlo- Yakov se había quitado su sombrero y la frente le sudaba. Se la secó con un pañuelo, pero sin muestra de debilidad, sólo de ansiedad.

Gran Prix Mágico (Yuri!!! on Ice)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora