CAPÍTULO 94: EL LOCAL DE DUELO

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Otabek llevaba un buen rato desaparecido

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Otabek llevaba un buen rato desaparecido. Yurio lo había visto durante el duelo de baile espontáneo, sentado junto con Leo y Guang-Hong en uno de los sofás, pero también había visto que se levantaba, entraba en el baño... y no volvía a salir.

Yurio lo había seguido algo preocupado, pensando en que tal vez se encontraba mal, pero no lo había encontrado: no había nadie en el baño, sólo Phichit haciendo pis. Cuando le preguntó, le preguntó quién era Otabek, y quién era el propio Yurio: así de borracho estaba. No quiso preocuparse en exceso por Otabek, pues sabía que estaría bien, así que se quedó en la discoteca un rato más.

Él no había tocado el alcohol, ni ganas tenía de hacerlo cuando vio cómo se descontrolaban todos: el Katsudon estaba tan borracho que apenas se tenía en pie, tumbado en un sofá junto a Minami, que se había quedado dormido, y Víktor había decidido pasar el tiempo con Georgi y Chris. Phichit llevaba meando más de cinco minutos (a lo mejor se había quedado dormido en el baño) y Seung-gil jugaba a las cartas con Nishigori, Creevey y Andrade. Tras terminar una conversación poco interesante con Chris sobre mooncalfs, decidió que se aburría y volvió en busca de Otabek.

Yurio se acercó para preguntarle a Leo y a Guang-Hong si habían visto a Otabek, y éstos le respondieron que había salido a tomar el aire con Emil y Michele a la calle.

Las calles estaban desiertas, y estaba empezando a nevar. Yurio se arrebujó en su abrigo y se asomó a una de las calles para ver si andaban por ahí. En realidad, no sabía por qué buscaba con tanta insistencia a Otabek, pero se empezaba a aburrir en la fiesta y Otabek era el único sobrio con quien podía mantener una conversación decente.

Escuchó entonces unas voces que provenían de un local dos calles más abajo. Siguió el ruido, ya que posiblemente, los tres chicos hubiesen ido a investigar como él: no por nada, todo estaba en silencio, excepto aquel jolgorio. Y lo que encontró le sorprendió.

Era un local para mayores de edad, pero no tenía ni idea de qué tipo de local era: ¿un bar, una especie de cabaré? Yurio se quedó un rato observando el local, preguntándose si Otabek habría entrado, y decidió acercarse.

Nada más atravesar la puerta, sintió que algo le impedía andar. De repente, una descarga eléctrica le recorrió de arriba abajo. Comenzó a dar gritos, pidiendo socorro, y alertó a un par de magos que hacían guardia. Un grupo de personas que estaba cerca de la puerta se acercaron, alertados por los gritos, y salieron cuando Yurio fue echado del local entre insultos.

Eran Emil y Michele, seguidos de Sara y Mila. Fue una sorpresa encontrarse a las chicas allí, pero al ver a los dos chicos, casi confirmó que Otabek también estaba en ese local.

—Yurio, hola— le saludó Mila, algo confundida, pero sin perder la sonrisa. —¿Qué haces por aquí?

—Eso podría preguntaros a vosotros— luego se giró hacia Emil; de los dos chicos, era el que mejor le caía. —¿Y Otabek?

Gran Prix Mágico (Yuri!!! on Ice)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora