El cansancio que siempre acompañaba a Yurio cuando dejaba escapar su poder volvió a instalarse en su cuerpo. Sentía la cabeza ligera y el cuerpo pesado, como si la tierra lo arrastrase; sus ojos se entrecerraban solos por el esfuerzo de seguir vivo y el vacío de magia... Solo que, esta vez, no estaba tan vacío como otras veces.
Cuando había liberado su poder a través de la flecha, no lo había hecho al completo; pero desatar una mínima parte, al tiempo que controlaba que el resto no escapase, le había dejado tan exhausto que le llevó al desmayo.
Era vergonzoso, sí; pero podía haber sido peor. Podría haber matado a alguien. A...
—¡Otabek!
La realidad le golpeó con fuerza, haciéndole recordar que había estado en medio de una prueba junto a Otabek, que no sabía si había llegado a liberar su poder de Obscurus una vez desmayado... Si había perdido el control a la vez que el conocimiento...
—Estoy aquí, Yuri.
La voz llegó lejana, tanto en su consciencia como en la realidad, pues Otabek apareció en su campo visión desde la puerta... de la enfermería; estaba en la enfermería.
Y Otabek se veía perfectamente, acercándose a él con cautela y alivio en sus ojos. La enfermera de Ilvermorny vino tras él: lo más probable era que hubiesen estado charlando en la puerta de la habitación, para no molestar a Yurio.
—¿Cómo te encuentras? —preguntó la mujer. Yurio juzgó que debía tener unos cincuenta años, pero seguía teniendo el pelo tan negro como la noche. Comenzó a tomar sus constantes: su pulso, su temperatura, su tensión—. Parece que no es nada grave: un desmayo por el esfuerzo. Esta prueba ha resultado ser más dura de lo que todos pensábamos.
Yurio no entendía mucho de lo que hablaba esa mujer mientras comprobaba un suero al que estaba conectado, así que miró a Otabek en busca de respuestas. Este esperó a que la enfermera volviese a dejarlos solos después de decir «parece que todo está correcto, firmaré tu alta y podrás marcharte» y abandonar la enfermería.
—¿Qué ha pasado?
Otabek tomó asiento en una silla de madera situada al lado de su cama. Se mordió el labio, ordenando sus pensamientos con los ojos clavados en las sábanas de Yurio. El ruso se fijó en que tenía un par de rasguños en su rostro y le habían vendado el hombro.
—Han pasado tantas cosas que ni sé cómo explicarlas —musitó finalmente Otabek, resoplando—. Todavía no han dado los puntos de la prueba, pero no creo que sea prioritario ahora, sobre todo con lo que le ha ocurrido a Víktor...
—¿Qué le ha pasado a Víktor?
Una profunda angustia se había instalado en su estómago, sobre todo al escuchar el tono de Otabek.
—Pues... no sabría decirte. Cuando salimos de la prueba (creo que me han dicho que estábamos encerrados en un Space ring creado por el encantamiento de jaula austera, aunque creo que no es importante) se habían llevado a Víktor a le enfermería. Tú te habías desmayado, así que te traje también a la enfermería y no me enteré de qué había pasado hasta que no me aseguré de que estabas bien.
ESTÁS LEYENDO
Gran Prix Mágico (Yuri!!! on Ice)
FanficCada cinco años, las Siete Grandes Escuelas de Magia organizan un torneo para decidir al mejor mago del planeta: el Gran Prix Mágico. Este año, Yuri Katsuki, estudiante de la Escuela de Magia Mahoutokoro en Asia, decide presentarse en pos de conocer...