Sábado por la mañana, a escasas horas de que empezase la primera prueba.
Yuri Katsuki corría dando vueltas alrededor del Palacio Obsidiano, que delimitaba el campus de Mahoutokoro. A esas horas no había casi nadie en el patio, y menos un sábado... antes de una prueba del Gran Prix Mágico. Ni siquiera Yurio le acompañaba esa mañana en su carrera matutina: al igual que el resto de Elegidos, preferían reservar las energías antes de competir.
Pero Yuri se sentía nervioso y ansioso: todavía no podía montar bien en la Lanzadera Carmesí, ¿cómo podría hacerlo en un dragón de verdad? Había pasado toda la noche despierto, desvelado por los nervios, hasta que a las seis de la mañana había decidido salir a descargar tensiones.
Pero tras una hora corriendo, la tensión no había desaparecido.
Podría haberse quedado un rato más, pero el clima, de repente, se puso en su contra. Las nubes oscuras que habían permanecido todo el tiempo sobre su cabeza dejaron caer por fin su amarga lluvia, golpeando contra los cristales de sus gafas e impidiéndole seguir.
A Yuri normalmente le gustaba la lluvia, sobre todo en época de estudiar: su sonido le relajaba y le ayudaba a concentrarse, además de que a la hora de dormir era muy apaciguante. También le gustaba a veces para bailar. Pero, desde luego... ese día odió la lluvia. Si ya de por sí sería difícil montar en dragón, no quería ni pensar lo complicado que sería bajo aquel chaparrón.
Incluso más nervioso que antes, decidió volver al Palacio de Jade, darse una ducha rápida en los baños antes de que los demás despertasen, e intentar no pensar demasiado en la prueba.
Cuando llegó a su habitación, Víktor seguía durmiendo. La lluvia arremetía con fuerza sobre los cristales y la luz del sol llegaba filtrada debido a los nubarrones. Eso provocaba una imagen tranquila sobre la figura de Víktor, que volvía a dormir sin camiseta. ¿No tendría frío? La temperatura en esa zona de Asia no era la misma que la de Uagadou.
Yuri comprobó la hora: todavía podía dejarlo dormir un rato más. Ese día, al igual que en Uagadou, el desayuno llegaría a su cuarto, sin verse obligados a tener que bajar al Gran Comedor. Y podían estar todo el tiempo que quisieran... hasta las doce, cuando comenzaría la prueba.
Se tumbó en la cama, bocabajo, su mirada dirigida hacia Víktor. A lo mejor podía contagiarse de su aspecto tranquilo y apaciguado, dejarse embeber por la expresión relajada de su rostro, sus labios entreabiertos, sus largas y claras pestañas cerradas con suavidad... Todo su rostro denotaba descanso, no como las ojeras y las mejillas hundidas de Yuri.
-¿Cómo lo haces?- susurró Yuri en voz alta, pero el sonido de la lluvia apagó su voz. -¿Cómo haces para estar tan tranquilo? ¿Cómo eres capaz de poseer tanta confianza?
Obviamente, Víktor no respondió, sumido en un sueño tan profundo como se encontraba. Yuri suspiró y sonrió.
-Ojalá fuese como tú- siguió susurrando. –A veces siento que no sirvo para esto. Me sigo repitiendo que si la Copa de la Selección me eligió, sería por algo. Pero por otra parte pienso que, si no fuese por ti, no seguiría aquí.
¿Por qué decía todo eso en alto? Posiblemente la falta de sueño le estuviese afectando, pero Yuri no se preocupó por eso en ese momento. Agradecía a la lluvia por amortiguar el sonido de su voz, estaba seguro de que Víktor no lo escucharía.
-Si no fuese por ti... no me esforzaría tanto. Al verte, es como si me enfundases el valor, la fuerza y el poder que necesito. Si mi compañero no fuese tú... posiblemente habría sido eliminado en Uagadou. Quiero ser más fuerte, para que te sientas orgulloso de mí como compañero.
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Gran Prix Mágico (Yuri!!! on Ice)
FanficCada cinco años, las Siete Grandes Escuelas de Magia organizan un torneo para decidir al mejor mago del planeta: el Gran Prix Mágico. Este año, Yuri Katsuki, estudiante de la Escuela de Magia Mahoutokoro en Asia, decide presentarse en pos de conocer...