Zoey está cosiendo. No sabía que supiera coser. Sobre el regazo tiene un traje de bebé color limón. Enhebra la aguja con un ojo cerrado y hace un nudo en el hilo después de lamerse los dedos. ¿Quién le ha enseñado eso? La observo varios minutos; ella cose como si siempre lo hubiera hecho. Lleva la rubia melena recogida en alto y su cuello se curva en un suave ángulo. Se muerde el labio inferior, concentrada.
—Vive —le digo—. Vivirás, ¿verdad?
Alza la vista de repente y se chupa la sangre del dedo.
—¡Mierda! No sabía que estabas despierta.
Me hace reír.
—Estás radiante.
—¡Estoy gorda! —Se yergue a duras penas en la silla y me enseña el vientre para demostrarlo—. Estoy como una vaca.
—Me encantaría ser ese bebé que hay en sus entrañas. Ser pequeña y sana.
Instrucciones para Zoey
No le digas a tu hija que el planeta se está yendo a la mierda. Enséñale cosas bonitas. Sé un coloso para ella, aunque tus padres no lo fueran para ti. No te líes con ningún chico que no te quiera.
—Cuando nazca el bebé, ¿crees que echarás de menos tu vida de antes?
Zoey me mira con solemnidad.
—Deberías vestirte. No es bueno que te pases el día en pijama.
Me recuesto en las almohadas y miro las esquinas de la habitación. Cuando era niña, quería vivir en el techo, que parecía muy limpio y despejado, como la parte superior de un pastel. Ahora sólo me recuerda a las sábanas.
—Siento como si te estuviera fallando. No podre hacerte de canguro ni ayudarte en nada.
—Haces muy buen tiempo. ¿Quieres que le pida a tu padre o a Adam que te lleven un rato fuera?
Los pájaros compiten entre sí en la hierba. Flecos de nubes cubren el cielo azul. Esta tumbona está caliente, como si hubiera absorbido la luz del sol durante horas.
Zoey lee una revista. Adam me acaricia los pies a través de los calcetines.
—Estuchad esto —dijo Zoey—. Ganó un concurso de chistes.
Número catorce: un chiste.
—Un hombre entra en la consulta del médico con una rana en la cabeza. El médico pregunta: "¿Qué le sucede?", y contesta la rana: "Pues mire, que me ha salido un tío entre los huevos."
Me río un montón. Soy un esqueleto que ríe. Oírnos a Adam, Zoey y a mí es como que te ofrezcan colarte por una ventana. Podría ocurrir cualquier cosa.
Zoey me pone a su hija en los brazos.
—Se llama Lauren.
Es gordita y pegajosa y babea leche. Huele bien. Agita los brazos en el aire y sus deditos se me meten en la nariz.
—Hola, Lauren.
Le digo lo grande y lista que es. Le digo todas las tonterías que imagino que les gusta oír a los bebés. Y ella me mira con ojos insondables y abre la boca en un enorme bostezo. Veo el interior de su boquita rosada.
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Antes de Morirme
Teen FictionTessa, una adolescente de 16 años, desde hacen años padece cáncer. Sabe que sus días son contados y que puede morir de un momento a otro por lo que decide hacer una lista de cosas que hacer antes de morirse. Pero en esta lista no hay nada complicado...