EPIOLOGO

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Hace un poco más de tres años Sakura y Sasuke viven juntos, rentaron un departamento... bueno, debo mencionar que cuando Gaara viene de sus viajes de arqueología se queda con ellos, cosa que a Sasuke no le agrada del todo, pero no puede hacer nada, es el cuñado.

Como el día de mañana Gaara vendrá de una de sus excavaciones, Sasuke quiere aprovechar que tienen casa sola.

Así que ahora está el pelinegro en la recamara que comparte con su amada peli-rosa, acostado en la cama solo vistiendo un bóxer de cuerpo, con sus manos esposadas a la cabecera de la cama. Debo mencionar que su bóxer parece una carpa a causa de su erección ante la buena vistea que tiene.

Ahí está Sakura al pie de la cama vistiendo una tanga de cuero negra al igual que el sostén que tiene cadenas como adorno. Trae tacones de aguja, que fácil el tacón mide más de once centímetros. El pelo suelto, con su mano derecha sostiene el mango de un látigo y con la izquierda la sostiene del otro extremo.

Sasuke mira como pervertido en serie a su peli-rosa, adora los juegos que hacen en la cama, jamás el sexo es igual con ella.

- Has sido un niño muy malo Sasuke-chan. –dice sonriéndole traviesa.

- ¡Dale con el Sasuke-chan, supéralo y deja de decirlo cuando tenemos sexo, me haces sentir de pronto saldrá mamá y nos vera en la movida! –le dice con reproche. – ¡auch! –exclama después del ruido del látigo golpear su pie. –¿Qué te pasa? –le reclama molesto.

- ¡No te di permiso para hablar! –dice firme.

- ¿Es enserio? –Sasuke la mira incrédulo pero hace otra exclamación de dolor al recibir otro latigazo en la pierna. – ¿usaras el látigo? ¿No era parte del disfraz? –pregunta asustado y su respuesta fue confirmada cuando ella le dio otro latigazo.

- Nadie te dio permiso para hablar sumiso, ahora has sido un niño muy malo. –Sakura pasa su lengua por lo largo del látigo, viéndose sensual.

- Mierda, que está loca... y yo más loco por excitarme ante la imagen y la idea de ser sumiso. –Sasuke la mira entre asustado y excitado.

El timbre comienza a sonar con insistencia haciendo que ambos frunzan el ceño, están en el intro, la cosa comienza a tornarse muy excitante.

- Tal vez es Gaa-chan, me quiso sorprender llegando antes. –Sakura ensancha los ojos. –Ya vengo, no te muevas sumiso. –Sakura deja el látigo en uno de los sillones que hay en la habitación y se coloca una bata de ceda color roja encima, que la cubre muy bien.

- ¿No pensaras abrir? –Sasuke la mira incrédulo.

- Si, puede que sea Gaa-chan. –dice abrochándose la bata.

- No te atrevas a abrir y dejarme aquí esposado y excitado. –le dice amenazante.

- Cuando regrese te castigo por hablar sin mi permiso y atreverte a darme órdenes. –Sakura le guiña un ojo antes de salir, cerrando la puerta tras de sí.

- ¡Sakura! ¡Sakura regresa acá y desátame! –ordena furioso, removiéndose en un inútil intento de desatarse.

Sakura abre la puerta y la cierra al ver que es Naruto, o eso intenta ya que el rubio pone el pie impidiéndole que le cierre la puerta en la cara.

- ¡Sakura-chan, le propuse matrimonio a Hinata-chan! –el rubio le sonríe de forma zorruna.

- ¿Naruto me has interrumpido en mi primer sado con Sasuke solo por eso? –pregunta tétrica.

- ¿Ah? –el rubio la mira algo asustado.

-¡Sakura regresa acá y desátame, o si no me vengare y sabes lo vengativo que soy! –se escucha el grito furioso de Sasuke.

¡YO NO SOY GAY!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora