14.- LOS CELOS

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Joel entra para hablar con Lisa sabiendo que será la última vez que lo pueda hacer a solas, ya que la próxima vez que la vea estará en casa de ese doctorcito y su hermana.

- Hola Lisa ¿como estas? – pregunta Joel a modo de saludo.

- Estoy bien pero un poco asustada, no se que voy hacer fuera del hospital suerte que Pietro y su hermana Raquel me han invitado a pasar unos días con ellos en su casa y se lo agradezco mucho porque en realidad tenia miedo de ir a casa, porqué no se que me puedo encontrar allí. – Le dijo Lisa algo cabizbaja.

Joel la mira algo preocupado y le explica que ya tiene todo arreglado para el entierro de su familia, - Lisa el entierro será dentro de dos días no te preocupes por nada yo estaré allí para protegerte si alguien intenta algo, lo demás esta todo organizado y arreglado.

- Lisa ¿Pero estas segura de quererte ir ha casa del doctor? – Le pregunta esperanzado por obtener otra respuesta

- No lo se Joel, pero no tengo otra opción ¿no crees? – le dice Lisa al teniente.

- Bueno, no se podrías haber venirte a mi casa, ya sabes que mi casa es tu casa para lo que necesites, creo que ya nos conocemos algo más pero igualmente la decisión es tuya y siempre la respetare. Pero ten en cuenta que voy a ponerte vigilancia las 24h del día por lo que pueda pasar y vas ha estar protegida eso te lo aseguro yo como Joel que me llamo. – Le dijo todo serio.

- Esta tarde ya te dan el alta ¿verdad Lisa? – Le pregunto a pesar de que ya sabía la respuesta.

- Si así es Joel, Raquel y Pietro vendrán a buscarme para llevarme a su casa.

- Vale, entonces esta tarde estaré aquí, quiero asegurarme que todo vaya bien y os marchais sin ningún problema.- Le digo Joel algo triste.

Joel que esta algo triste por que sabe que no podrá ver tan a menudo a Lisa ya que si va a casa del doctorcito siempre estará alguien con ella y deberá ir con alguna excusa y no por el simple hecho de querer verla a ella.

Llega la tarde y Joel entra en la habitación de Lisa con la intención de despedirse a solas de ella antes de que llegue Pietro con su hermana para llevarsela a su casa, hablan un poco y ella le agradece todo lo que ha estado haciendo por ella y en parte también por su familia.

- Te agradezco todo lo que has hecho por mí Joel, durante estos días, me gustaría pedirte algo especial para mí. ¿Podrías acercarte un poco más por favor? – Le pidió Lisa algo sonrojada.

Joel sorprendido por ser la segunda vez que ella le pide lo mismo, asiente algo indeciso y se va acercando poco a poco, lo que menos desea ahora mismo es asustarla. Cuando está lo suficientemente cerca de ella se para y entonces ve como Lisa se levanta del sillón donde estaba descansando y se acerca hacia él muy despacio, Joel que no sabe lo que Lisa quiere o pretende se queda quieto donde esta para asustarla y entonces ella cuando queda justo delante de él y con una voz muy baja casi como si fuera un susurro le pregunta: - ¿puedes darme un abrazo Joel?

Este contento pero a la vez algo nervioso e indeciso simplemente abre sus anchos brazos para que esta vez sea ella quien de el primer paso, Lisa al verlo abrir los brazos alza los suyos y se funden en un profundo abrazo, pareciendo dos almas que se fusionan en un solo ser.

De pronto la puerta se abre y entra el doctor llevando consigo una bolsa con algo de ropa que Raquel le dio para ella.

- Lisa ya estoy aquí, Raquel me dio está bolsa para ti – le dice Pietro que entro a la habitación sin mirar.

Al levantar la vista para entregarle la bolsa, ve como el teniente y ella están abrazados y siente celos por verlos así de acaramelados, piensa que a lo mejor llego tarde para poderla conquistarla ya que se da cuenta que Joel siente algo muy profundo por ella, pero también piensa que estando en su casa ella va a estar más cerca de él y así puede intentar conquistarla.

Lisa al ver entrar a Pietro se separa de Joel y se acerca a recoger la bolsa que él le tiende dandole las gracias.

Pietro si esperas unos minutos me cambio y nos podremos ir, gracias por la ropa seguro que todo me quedara bien. – Le dice Lisa mientras va hacia el baño para poderse cambiar a solas.

- Tranquila Lisa no tenemos prisa, puedes tomarte el tiempo que necesites, aquí te espero. – Le dice el médico mirando directamente al teniente.

Joel que no puede evitar sentir celos del médico y más aun después el abrazo tan especial que había tenido con Lisa, mira al doctorcito y le dice: - Pietro espero que la cuide bien, pero quiero que sepa que voy ha poner vigilancia las 24 horas del día en la puerta de su casa, no me fío de su hermano ni de sus amigos, son capaces de todo y más si están desesperados por conseguir dinero para poder seguir huyendo.

- Tranquilo teniente Sanchez, tenga por seguro que la voy a cuidar como si fuera mi hermana, Además en el edifico donde vivo hay vigilancia constante y tenemos cámaras de seguridad en toda la zona – le dice Pietro sin dejarse intimidar por el policia.

- Se que tiene seguridad privada, lo he comprobado y hablado con ellos – le dice Joel al médico.

- Solo quería que usted también lo supiera, no voy a permitir que nadie le ponga un dedo encima de nuevo. Ha quedado claro Doctor Pietro – le dijo Joel ejerciendo también su voz de mando.

A lo que el médico ni corto ni perezoso le contesto: - ni yo tampoco teniente Sánchez, ni yo tampoco. 

EL SECRETO DE MI VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora