17.- EL INTERROGATORIO

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Pietro llega a su casa junto a las chicas, sin mediar palabra se encierra en su despacho y se pone a beber. Lisa sube a su habitación para descansar un poco antes de cenar. Decide darse una ducha para despejarse y cambiarse de ropa. Mientras Raquel se acerca a ver si hermano pero este la echa de su despacho diciéndole que quiere estar solo. Llega la hora de cenar y Pietro sigue sin aparecer y deciden cenar solas, cuando están a punto de terminar aparece por el comedor y le dice a Lisa que quiere hablar con ella en privado que cuando termine de cenar la espera en su despacho.

Lisa y Raquel lo miran alejarse en dirección otra vez a su despacho y se miran las dos a cada cual más intrigada, Raquel se encoge de hombros y no entiende lo que le pasa a su hermano a Lisa le pasa exactamente igual, no se dicen nada y continúan cenando en silencio.

Mientras tanto Pietro está nervioso y se sirve otra copa, lleva por los menos 4 más de las que acostumbra a beber y los nervios que no lo dejan pensar con claridad, quiere sorprenderla y demostrarle lo que de verdad siente por ella.

En el comedor Lisa se disculpa con Raquel, se levanta y va despacio pero un tanto insegura hacia el despacho de Pietro, va pensando que será eso tan importante para que tengan que estar a solas los dos, no puede evitar la sensación de incomodidad e incluso un poco de miedo sobretodo cuando está cerca de el y no entiende el motivo.

Pietro esta cada vez más impaciente y no deja de beber sin parar y cuando está apunto de salir a buscarla tocan la puerta del despacho, desde dentro da permiso para entrar y Lisa entra algo temerosa.

- Pasa Lisa entra y cierra la puerta, - le dice colocándose detrás de la mesa para que ella no vea la fuerte erección que es más que evidente cada vez que esta cerca de ella.

Lisa no sabe cómo reaccionará cuando le diga lo que siente, ella se va acercando muy despacio hacia delante pero con tan mala suerte que tropieza con la alfombra que hay delante de la mesa, Pietro que ve que está apunto de caer, reacciona rápido a pesar del alcohol ingerido y la agarra antes de que caiga, - tranquila no pasa nada ya te tengo - le dice el médico pero sin soltarla.

Ella se siente asustada e inmóvil y no le gusta esa sensación le recuerda a otra que quiere olvidar, él la tiene tan aprisionada que sin poder ni querer evitar la coge de la nuca y la besa a la fuerza y con mucho deseo, lleva varios días conteniendose y debido al alcohol y al sentir su olor, su aroma, su calor y cercanía no quiso detenerse y la beso con tanto ímpetu que Lisa se asusta de tal manera que forcejea para liberarse del abrazo pero la tiene tan fuertemente cogida que le resulta muy difícil pero al final lo consigue, le propina un bofetón tan fuerte y sonoro que le hace girar la cara y dejarsela bien marcada, después sale corriendo sin detenerse para nada por miedo a que él la coja e intente hacerle algo más, se marcha con rápido como dan sus temblorosas piernas, es tal la velocidad con la que sale de casa que ni tiempo le da de coger su bolso, empieza a correr calle abajo hasta que no puede más y tiene que detenerse para coger un poco de aire, entonces es cuando se da cuenta que no lleva nada encima, solo la ropa que lleva puesta que además es muy fina y con el frío que hace se va a quedar helada en poco minutos, pero no piensa volver por nada del mundo a aquella casa y tampoco quiere ir a la suya por miedo a que José pueda estar allí.

No puede ir a ningún hotel ni pensión ya que no lleva documentación, ni ninguna dinero ni nada, tan distraida va pensando en lo que puede hacer para pasar la noche que atraviesa la carretera sin y casi la atropellan cruzar, suerte que consigue frenarse a tiempo, ella por miedo a que pueda ser Pietro o José ni se para a mirarlo, se pone a correr de nuevo como alma que lleva al diablo hasta que ve una cabina de teléfono. Cuando llega hasta allí tiene los pulmones que le arden a causa de la falta de oxigeno, respira hondo para intentar tranquilizarse un poco y cuando se siente algo mejor nota como le están empezando a caer gotas, mira hacia el cielo y ve como esta empezando a llover, entonces mete las manos en los bolsillos del pantalón y nota algo, lo saca para ver que es y comprueba que es la tarjeta que Joel le dio en el cementerio y recuerda que le dijo que podía llamarlo a cualquier hora del día y de la noche, mete la mano en el bolsillo a ver si lleva alguna moneda suelta y poder llamarlo él seguro que la ayudara.

EL SECRETO DE MI VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora