EL SECRETO DE MI VIDA

15.- UN REFUGIO TEMPORAL

Lisa se despide de Joel en el hospital asegurándole estará bien y que espera verlos en el entierro, no sabe porque pero sin pretenderlo ella quiere que Joel este cerca. Ya en la puerta del auto le da un beso en ambas mejillas a modo de despedida y se sube al coche de Pietro, cuando ya van a medio camino el médico la mira de reojo y la ve muy pensativa, así que no le dice nada y la deja estar pero sin poder dejar de mirarla de vez en cuando, ya que se a convertido en poco tiempo en alguien muy especial para él. Lisa sigue callada y pensativa pero no precisamente esta pensando en él o en su nueva vida, sino más bien en cierto policía que le hace sentir algo no todavía no comprende.

Que es esto que siento cuando Joel esta cerca de mi, y como es que no puedo evitar sentirme nerviosa pero a la vez protegida, me gusta estar en sus brazos siento una calidez y una seguridad que no logro entender, cuando estoy en sus brazos me gustaría parar el tiempo y quedarme así para siempre, segura de que no me pasara nada mala con el a mi lado. Iba pensado Lisa en el coche de Pietro camino a su casa.

Mientras Pietro también iba pensando en como poder conquistarla ya que parecía tener una conexión especial con ese teniente, pensaba que iba a ser difícil pero no imposible, ya que estaría unos días en su casa y la podría ver a todas horas, la miro por última vez antes de llegar al edificio donde vivía, para delante de la cancela de acceso al parking privado y saca una tarjeta de acceso, a los poco segundos se abre y Pietro se dirige a su plaza, una vez aparcado el vehículo le avisa que ya han llegado. - Lisa ya estamos aquí, espero y deseo que te sientas cómoda y sobretodo que te sientas como si fuera tuya, cualquier cosa que necesites ya sabes que puedes pedirla, ¿verdad? – le dice Pietro mientras se acercan a los ascensores que dan acceso a las viviendas.

- Gracias Pietro por todo lo que haces por mi y si seguro que estaré bien –le contesta antes de salir de los ascensores que dan a un bonito vestíbulo.

Los dos se encaminan hacia la entrada de su casa y antes de llegar se abre la puerta y Raquel sale a recibirlos.

- Hola que bien ya están aquí que ganas tenía de tenerte aquí conmigo Lisa, ven vamos enseñare tu habitación a ver si te gusta, - le dice cogiendo de la mano a la pobre chica y llevándosela escaleras para arriba dejando a su hermano en la puerta sin poder hacer nada.

Llegaron a la que sería la habitación de Lisa abrió la puerta y la dejo pasar a ella primero, una vez dentro las dos Lisa se quedo mirando la que sería su nueva habitación, echaba de menos sus cosas pero debía acostumbrarse ya que solo serían unos días hasta que decidiera que hacer ahora con su vida.

- Lisa si algo no te gusta puedes quitarlo o cambiarlo no hay problema, quiero que te sientas a gusto en esta habitación, y ahora hermanito será mejor que la dejemos descansar sola un ratito para que pueda descansar hasta la hora de cenar, - le dijo Pietro que había subido después y estaba en la puerta de la habitación pero sin llegar a entrar.

Raquel antes de salir le indico donde estaba el baño por si tenía que ir, le explico que su habitación era la que estaba justo al lado de ella y que la habitación del final del pasillo era la de su hermano.

- Vale gracias a los dos - contesta Lisa a la misma vez que reprime un pequeño bostezo.

Pietro al verla empuja con mucha suavidad y cariño a su hermana para que salga de la habitación y ella pueda echarse un rato en la cama a descansar. Pero Raquel antes de salir se acerca a Lisa y le da un abrazo, luego sale junto a su hermano de la habitación cerrando la puerta tras de si.

Lisa que por fin se encuentra sola, se siente tan cansada que se tumba en la cama y sin quererlo se queda profundamente dormida.

Mientras tanto Pietro que cuando esta en casa se pasa más tiempo en su despacho que en cualquier otra parte está sumido en sus pensamientos, y no para de venirle a la mente la imagen de Lisa abrazada a Joel.