71.- PRIMERAS IMPRESIONES

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Por la mañana Joel despierta después de haber dormido muy relajado casi por primera vez desde que dormía con ella, se giró para mirar la hora y vio que ya era muy tarde, intento despertar a Lisa dándole un suave beso, haciendo que ella se estire y abra los ojos encontrándose con esos zafiros azules que la hipnotizaban y la dejaban sin habla.

-Buenos días dormilona, voy a darme una ducha y vestirme mientras terminas de despertarte o no podremos despedirnos de los novios -le dijo Joel levantándose de la cama.

-Mnnn buenos días mi amor déjame un poquito más, tengo sueño –le dijo Lisa medio somnolienta.

-¿Cómo te encuentras? ¿Todo bien cariño? –le pregunta Joel después de la primera vez que pasan juntos de forma intima.

-Si me siento genial, solo quiero quedarme más rato en la cama mi amor –le dijo estirándose un poco dentro de las sábanas.

-Entonces llegaremos tarde o ¿no vamos al aeropuerto a despedir a Jaime y Vane? –le pregunto Joel haciendo que Lisa abra los ojos de golpe y se incorpore en la cama descubriendo que esta desnuda y con algo de vergüenza coge las sábanas y las sube un poco para cubrirse y que él no la vea.

-Siiiii claro tenemos que ir, anda date prisa cariño que yo también tengo que arreglarme –le soltó indicándole con la mano el baño y medio sonriendo.

-Ahora te entro la prisa –le dijo Joel riéndose y marchando al baño.

Cuando estuvieron listos se montaron en el coche y se dirigieron al aeropuerto para despedirse de los recién casados. Al llegar ya estaban allí Alex y Sara, se saludaron entre ellos y Jaime que estaba muy nervioso acercándose a Sara le preguntó por la cantidad de horas que iban a estar de viaje.

- ¿Esta segura que será bueno para ella y él bebe? -le pregunto Jaime a Sara algo preocupado y nervioso.

-Si Jaime tranquilo no pasara nada, mientras estire las piernas y se mueva un poco en el trayecto todo estará bien amigo.

Una vez los recién casados embarcaron rumbo al caribe Joel y Lisa se despidieron de Alex y Sara y se marcharon a pasar el día juntos aprovechando que era festivo y ninguno de los dos tenían compromisos.

Alex le agarra la mano a Sara y va acariciándosela con su pulgar haciendo que ella lo mire a la cara, al tener el día libre este le invita a comer y ella acepta encantada, pero en lugar de ir a un restaurante Alex la llevo por primera vez a su propia casa.

Llegan a casa de Alex y una vez suben al ático este le abre la puerta y la deja pasar a ella primero, acto seguido desactiva la alarma ya que desde que le paso aquello coloco una alarma para estar algo más protegido además de la cámara de seguridad que no ha querido desactivar.

Sara está mirando a su alrededor observando lo minimalista que es la casa de Alex y los pocos, pero bien colocados que tiene los muebles, pero apenas hay fotos o cosas personales, le parece más bien una estancia fría e impersonal.

Alex que la está observando y dejándola que mire donde y como quiera al final se acerca a ella abrazándola por detrás y dándole un pequeño beso y quitándole la chaqueta la lleva hasta el sofá.

-¿Te gusta lo que ves? Esta es mi casa, aquí es donde vivo yo solo.

-Esta bonita, pero la encuentro algo impersonal, ¿hace mucho que vives aquí? -le pregunto Sara por si hacía poco que vivía allí y por eso no había tantas cosas

-Si desde hace muchos años, casi casi desde que entre en la policía ¿Por? -le contesto él sin querer dar más explicaciones.

-Es que apenas tienes muebles y no veo fotos ni ese toque familiar o cálido que suele tener una casa –le comentó sin querer ofenderlo con sus palabras.

-Me gusta tener lo justo y necesario y no cargar de cosas inútiles una casa en la que apenas estoy y solo la utilizo para.... bueno casi para cenar y dormir. -le dijo callándose por lo que estaba a punto de admitir y para evitar más preguntas decisión terminar la frase de otra manera más normal.

Sara al ver que Alex no se sentía cómodo hablando de ese tema decidió cambiar y preguntar que iban a comer.

-Alex ¿con que me vas a deleitar? ¿si quieres te ayudo a cocinar?

-Pues ahora lo veras y tranquila puedes esperar aquí te aviso cuando este, espero sorprenderte y que te guste. Puedes poner la tele o música si lo prefieres, allí tienes los mandos –le dijo acercándose a la cocina mientras con la mano le indicaba donde estaban para que fuera a coger el que quisiera utilizar.

Sara decide poner un poco de música y de paso mira el tipo de música que suele escuchar él y así poder descubrir algo más de él y mientras Alex en la cocina preparando una ensalada de pasta y un bistec a la plancha, de fruta tenía algo preparado con nata, pero usada de diferente manera a la habitual.

-Alex ¿te falta mucho? ¿quieres que vaya? -le pregunto queriendo hacer algo y no esperar allí sentada.

-Ya casi esta y si quieres puedes poner la mesa, ahora en unos minutos llevo los platos –le contesto Alex levantando un poco la voz para que lo escuchara bien.

Cuando ya estaban en la mesa, Sara lo felicito por la comida a pesar de que era algo sencillo de hacer le agradeció el tiempo y la invitación, lo que más le gusto fue que la haya llevado por primera vez a su casa, que la invitara a conocer donde él vive y ahora estaba deseando ver su propia habitación, siempre dicen que la habitación de uno es la zona más privada de la casa y es donde se demuestra la personalidad de la persona.

Alex dejo los platos en la fregadera para lavarlos luego, -ven quiero enseñarte algo –le dijo dándole la mano a ella para que se levantara de la mesa y la llego por el pasillo hacia la puerta de su habitación.

-Ven pasa –le dijo Alex abriendo la puerta y dejándola pasar para que viera por primera vez su habitación, ella al entrar observo que era como el resto de la casa, muy minimalista con apenas dos o tres muebles básicos, pero le llamo la atención las sábanas de raso negras que tenía puestas en la cama que era bastante grande junto con dos mesitas de noche, un enorme armario con un gran espejo en la puerta, todo en tonos oscuros casi negros.

Sara al ver la cama y las sábanas negras se le hizo la boca agua al pensar lo apetecible que sería estar hay tumbada y sin pensarlo dos veces le pregunto a Alex, -veo que te gustan los tonos oscuros y negro, es como si tuvieras un alma oscura, una forma de ver las cosas de forma distinta a los demás, es fría e impersonal y no creo que tú seas así o ¿me equivoco Alex? -le pregunto sin saber en lo acertaba que estaba en sus deducciones.  

EL SECRETO DE MI VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora