42.- LA LIBERACIÓN

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Cuando Alex se marcha y los deja solos Lisa le comenta a Joel que debería descansar un rato, pero Joel se niega y le dice que primero tendría que cambiarse ella la ropa y esta para tirarla a la basura.

-Si tranquilo ahora me cambiaré pero.... ¿tú porque no quieres descansar un poco?

-No es necesario estoy bien y quiero hacerte compañía -le dice agarrándola por la cintura y acercándola hacia él.

-Prefiero estar así dice acercando sus labios a su cuello y aspirando su olor que se mete en sus fosas nasales y llena sus pulmones.

-Joel para tengo la ropa manchada y te vas a manchar tú también, anda ya que no te quieres acostar ves al sofá mientras me cambio y luego voy contigo, al menos estarás mejor y más cómodo.

-Vale -le dice guiñándole un ojo se acomodan y Joel se queda pensativo unos minutos antes de preguntarle.

Ella está pendiente de mi en todo momento pero ella también hace poco que salió del hospital y ahora el juicio donde ha tenido que revivir todo lo que ese maldito hijo de mala madre le hizo pasar. Ella es hermosa por dentro y por fuera no pienso dejarla marchar nunca -piensa Joel.

-Lisa dime sinceramente ¿cómo te encuentras? Después de todo has tenido que volver a revivir

-Bien creo ... más tranquila la verdad no esperaba sentirme más libre es como si me hubiera quitado un peso de encima su muerte me ha liberado no con esto te estoy recriminando nada tú has hecho lo que tenías que hacer

-Si no lo hubiera hecho él te habría matado a ti y eso sí que no lo podía permitir Lisa te quiero a mi lado

-Tienes razón yo... yo tampoco quiero estar lejos de ti

Joel la acerca más a si y no puede evitar acariciarle la mejilla y nota como ella se sonroja

-Lisa me muero por besarte ¿puedo?

-Claro que si me siento muy bien cuando lo haces

Joel sin pensarlo más la besa con toda la pasión que tiene transmitiendo en ese beso todo lo que siente y puede darle sus alientos y suspiros se entremezclan hasta que les falta el aire.

-Deberíamos comer algo ¿no crees? Si, pero se siente tan bien estar así que no quiero parar – le dice Joel

-Yo tampoco, pero hay que alimentarte tienes que tomarte los medicamentos

-Estate aquí mientras yo miro de preparar algo ligero ¿Sí?

-Vale, pero...

-Aprovecha para descansar un poco mientras.

Lisa va a la cocina y abre la nevera coge todo lo necesario para hacer un par de sándwiches, les pone queso un poco de jamón ahumado y los coloca en una bandeja junto con dos vasos de zumo y se dirige al comedor encontrándose a Joel dormido coloca la bandeja en la mesa que hay cerca del sofá y se acerca a él dándole un pequeño beso, pero lo que no se espera es que él está despierto y profundiza el beso

-Eres un tramposo pensé que estabas dormido – le dice golpeándole en el hombro

-Lo sé, pero a sin es más divertido -le dijo riéndose

-No sabía que también eras un poco payaso -le dijo ella sacándole la lengua.

-Ven aquí mi payasita linda -le dijo estirando un poco los brazos pero al hacerlo noto un pequeño pinchazo en el costado y tuvo que ponerse la mano en el costado para mitigar el dolor.

-Ves ya te has hecho daño anda come un poco y tomate los medicamentos así estarás mejor

-Vale señorita me rindo con usted no se puede discutir

-No caballero no se puede discutir y ahora a comer, cuando terminemos se irá usted derechito a la cama.

-Sólo con una condición señorita

-Y cuál sería mi lindo caballero

-Que tú vengas conmigo, que te quedes a mi lado por favor.

-Vale está bien acepto, pero ahora a terminar de comer y luego a descansar

Terminan la cena y aunque él hace el intento de ayudar a recoger ella rechaza su ayuda y le prohíbe moverse del sofá a no ser que quiera irse ya a la cama.

Joel levanta las manos en señal de rendición y se queda en el sofá mientras ella recoge todo y lo lleva a la cocina y limpia los platos de la cena para después volver al sofá y ayudar a Joel a ir a la habitación para acostarse porque, aunque no quiera admitirlo debe estar muy agotado y dolorido ha sido un día muy duro para todos.

-Venga caballero lo prometido es deuda ahora a la cama a dormir y descansar.

-Estoy malito tendrás de ayudarme a cambiarme yo solo no puedo mi bella dama

-Serás... mira que eres crio cuando quieres, anda deja que te ayude.

Lisa le ayuda a quitarse la ropa y justo cuando tiene que cambiarse los pantalones ella se gira para dejarlo a solas él al ver su decisión le comenta que no es necesario que no le importaría que lo viera en ropa interior y que no le vendría nada mal un poco de ayuda porque la herida le duele un poco cuando intenta agacharse.

Ella no sabe que hacer ni cómo reaccionar a tal sugerencia, pero al decide aceptar y se acerca despacio y con su ayuda se baja los pantalones y es la primera vez que ella lo ve en ropa interior se pone toda roja al levantar la vista y verlo, pero él la intenta calmar diciéndole que no pasa nada que no se preocupe mientras le acaricia la mejilla e intenta que ella levante la vista de nuevo ella lo hace toda sofocada por verlo casi desnudo, pero él intenta que ella no le tenga miedo que no pretende nada con ella le ofrece su mano para que se incorpore y una vez levantada la abraza mientras le dice –con tu permiso voy a quitarte la camiseta y veras que no pasa nada por que dos personas que son amigos pueden estar en ropa interior o verse casi desnudos, tú mírame -le dice mientras poco a poco él le va quitando la ropa y dando pequeños besitos para que no se asuste y este tranquila.

Una vez se queda en ropa interior ella intenta cubrirse muy avergonzada pensando que puede ser que Joel no le guste lo que ve y porque se sigue sintiendo sucia, pero él la abraza y la besa para que se sienta tranquila y se relaje al notarla muy tensa, -acércame los pantalones y así dejare de incomodarte -le dice mientras coge una camiseta y se la pone encima mientras ella le ayuda a ponerse los pantalones y se acuestan los dos uno al lado del otro cogido de la mano.  

EL SECRETO DE MI VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora