No quería mirarla, no quería lastimarla, no quería ilusionarla. Pero no era algo que pudiera cambiar.Cuando ella llego al parque me sonrió como de costumbre, con esa sonrisa que me derretía al instante, esa sonrisa que me encantaba, esa sonrisa que tendría que destruir.
—Hola, Camila. —Me saludo una vez que se había sentado a mi lado, se veía alegre y me destrozaba hacerle esto, no quería.
No quería hacerlo...
—Hola, Lauren. —No le devolví la sonrisa.
Te diste cuenta de eso.
— ¿Que sucede? —Me preguntaste y por mas que no quisiera hacerlo, no era algo que yo pudiera elegir.
Y simplemente lo solté:
—Mira, seré sincera contigo y espero que no lo tomes mal pero... —Tome un largo suspiro para continuar. —Lo de ayer fue un error que no debió ocurrir, lo siento.
Tu sonrisa desapareció.