"¿Que había hecho? ¿Porque lo hice?" Esas eran las preguntas que rondaban por mi mente. Luego recordé a mi mamá y en sus palabras.
Varias semanas atrás...
Odiaba tener que ver a mi mamá en ese estado, odiaba no poder hacer nada y era lo que mas me destrozaba, pero debía aceptarlo, aunque aquello me consumiera poco a poco.
—Lo que sea mamá, puedes pedirme lo que sea y yo lo cumpliré. —Le dije aun con las lagrimas en mis ojos, ella me miro y me sonrió.
—Solo quiero que tu seas feliz, junto a tu futuro esposo y tus futuros hijos. Y yo quisiera conocerlos, se que tal vez no pueda, porque lo mas probable es que no lo log... —La interrumpí de inmediato.
—No digas eso mamá, tu no vas a morir, tu vas a vivir, ¿me oíste? —Ella no dijo nada. — ¿Pero porque dices eso?
—Porque no quiero que seas como las niñas de esta nueva generación.
— ¿A que te refieres? —Le pregunte confundida.
—Lesbianas, con gustos inapropiados. Por eso te pido que pase lo que pase tu te casaras con un buen hombre, quiero que sigas la tradición y la conoces muy bien. Repítelo... hazlo. —Yo solo suspire.
—No hay homosexuales en esta familia. —Y ella sonrió.
—Muy bien, así debe ser, ¿esta bien?
Asentí, iba a cumplirlo.