Capítulo 73

2K 127 33
                                    



—L-Lauren—Sentia mis mejillas arder— ¿Estas segu–

Ella me interrumpió estrellando sus labios contra los míos, sus labios moviéndose con profundo deseo sobre los míos, convirtiéndolo momentos después en un beso apasionado. Mordió mi labio inferior e introdujo su lengua en mi interior, mi lengua jugando con la de ella, como si se tratara de una desesperada pero deseosa pelea. Nuestras bocas se separaron por unos breves instantes para tomar aire y segundos después volví a sentir sus carnosos labios atacando sin pudor mi boca.

Aquel beso fue tan sexy e intenso que mis bragas se mojaron al acabar con el contacto de nuestros labios y el jugueteo de nuestras lenguas.

—Te amo, Lern —Le dije mirando sus profundos ojos verdes. Tome sus manos entre las mías y deposite un delicado beso en el dorso de sus manos. Cuando subí mi mirada me topé con sus verdosos ojos mirándome con profundo amor—Y aquí mismo sellare mi amor contigo—Bese su frente con dulzura.

—Te amo también, Camz.—Apretó mis manos con un poco de fuerza—Q-Quiero... Q-Quiero que me hagas tuya —murmuró después de largos segundos.

Negué suavemente.

—No, Lauren. Tu te perteneces a ti misma, no eres un objeto para ser reclamado—Sus ojos brillaron de felicidad, sus ojos volviéndose cristalinos—. Hoy te demostraré cuanto te amo, te demostraré mi amor en acciones y no solo en palabras, cariño. —La tome de los costados y la alce del suelo, cargándola entre mis brazos. Sus piernas posicionándose alrededor de mi cintura y sus brazos alrededor de mi cuello; nuestras narices apenas rozándose, sintiendo su aliento caliente mezclarse con el mío.

Sentia su corazón latir a un ritmo desesperado, sus mejillas estaban rojas y su cabello todo alborotado. Sentia su cuerpo tembloroso pero decidido. Junte mis labios con los de ella y mientras nos besábamos la coloque sobre la cama con suavidad y lentitud, como si se tratara de una bebé recién nacida. La quería, la amaba; y merecía tratarla como a un ángel.

—E-Es mi primera vez... —Argumentó nerviosa la pelinegra. Le di un corto beso en los labios para tranquilizarla.

—Lo se, cariño. No te haré daño, te lo prometo—Ella asintió un poco nerviosa aún, pero tranquilizándose con el transcurso de los minutos. Retire su blusa con cuidado, depositando varios besos sobre su mandíbula mientras lo hacía, una vez lo complete hice lo mismo con su pantalón, solo que esta vez los besos eran sobre su vientre. Lauren se sentía avergonzada por verla tan solo en ropa interior y evitaba el contacto visual conmigo, su pecho subiendo y bajando con nerviosismo.

—Lern... —La tome de la barbilla y la obligue a voltearme a ver—Eres hermosa, Lauren. Eres perfecta ante mis ojos, no veo ningún defecto en ti. —Y mientras la miraba con profundo amor retire las últimas prendas de su cuerpo.

Y comencé a amarla... con el sol de testigo.

Si fueras mi esposa 2 ➳ CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora