Estuvimos conversando alrededor de una hora y media en aquel parque cerca del centro comercial. Siempre es agradable charlar con Lauren, nunca te aburres junto a ella, o por lo menos yo no. Cuando pensé que nuestra cita había finalizado Lauren me vendo los ojos y me guio hasta un lugar no muy lejos del parque, ella tomaba mi mano con delicadeza para evitar accidentes.
Admito ser muy torpe a veces.
—Llegamos. Ya puedes quitarte la venda. —Me dijo con su rasposa y suave voz. Y me lleve una gran sorpresa al retirarme la venda de la cara. Entre sus manos traía dos pares de patines blancos. — ¿Te gusta? —Me pregunto con cierto nerviosismo.
Pero no le respondí con palabras, sino con acciones. A los pocos segundos ya la tenía entre mis brazos, con mi cabeza entre su cuello. Inhalando su olor corporal, vainilla.
—Gracias, Lern. —Y aunque no estuviera viéndola pude sentir su suave sonrisa.
— ¿Lern? —.
—Lern Jergi. Es tu nuevo apodo, te dije que te pondría uno también.
—Me gusta, es especial. —Me toco la punta de mi nariz con su dedo índice—Justo como tú. —Sonreí.
Lauren Jauregui me gustaba.
Lern Jergi también.
