— ¿Cariño? —Lauren estaba recargada contra el marco de la puerta, restregando sus manos contra sus ojos. Un poco confundida al verme sentada frente al escritorio escribiendo sobre una libreta— ¿Que haces despierta a estas horas? Mañana es domingo, cualquier cosa que tengas hacer ahora lo puedes hacer después...Negué suavemente con una sonrisa.
—Acabo de despertarme. Fui por un vaso de agua pero se me ocurrió una idea para nuestra boda—Lauren sonrió aún soñolienta—. Son detalles pequeños, sin importancia a decir verdad... Pero me gustaron y decidí añadirlos, ¿no pasa nada verdad? —pregunté con nerviosismo.
Nuestra boda se llevaría acabo dentro de algunas semanas, no invitamos a muchas personas, solamente a nuestros familiares y amigos más cercanos. Rentamos una bahía para el evento, idea de Lauren por cierto, estuvimos planeando la boda mucho antes, pero esta idea sin duda me había cautivado, y si Lauren está de acuerdo me gustaría agregarla. La idea surgió de un sueño, uno muy bueno. Por suerte al despertarme aún recordaba parte del sueño y fue fácil para mí describir la idea. No es algo sorprendente, pero creo que es algo lindo y con un significado qué tal vez Lauren aprecie.
—Hey—Me tomo de la barbilla para que volteara a verla. Sus ojos había cambiado de tonalidad, ahora eran azulados con amarillo, seguían siendo preciosos. Me brindó una tierna sonrisa, logrando tranquilizarme—. ¿Sabes que te amo, verdad? —Asentí—Entonces no dudes en que algo no me vaya a gustar, me gusta cualquier cosa que provenga de tu mente, ¿entiendes? Te amo, Camila. No lo olvides, porque no me cansare de recordártelo.
Realmente creo que soy una chica afortunada, nunca creí encontrar a una persona tan increíble como lo es Lauren. Y parece un sueño que dentro de poco nos fuéramos a casar.
—Yo tambien te amo, Lauren—Sonreí antes de inclinarme y plantar un beso en sus labios—Volvamos a la cama, amor. Ya termine de escribir lo que quería.
Estoy profundamente enamorada de ella...
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