Otra semana transcurrió, otra semana de puro llanto. No tenía intenciones de volver al parque, no tenía intenciones de volver al trabajo y no tenía intenciones de volver a ver a ella.
Pero no podía dejar de trabajar, necesitaba el dinero.
Y no podía dejar de ir al parque... Porque la necesitaba a ella.
Y después de un tiempo regrese al parque, el parque en el que ella se encontraba, en el que se encontraba Lauren. Estábamos en temporada de lluvia, pero yo me había olvidado por completo de eso y de todas maneras fui al parque ese día, preguntándome porque ya no había tantas personas en el parque, la respuesta era tan obvia, pero yo era muy tonta como para comprenderlo. Y cuando me di cuenta comenzó a llover desesperadamente, no dándome el tiempo suficiente como salir de ahí. Solo cerré mi libro y lo guarde en mi bolso que estaba empapado con agua, "lo secaría luego" fue lo que pensé.
Las lágrimas recorrieron mis mejillas cuando la tempestad me recordó a mi mamá, ella para mi era como la lluvia, porque cuando yo estaba triste ella siempre estaba ahí para hacerme sentir mejor o para llorar junto a mi. Cuando era mas pequeña y comenzaba a llover, siempre jugaba bajo la lluvia junto con mi mamá, ella dejaba de hacer lo que hacia y venia a bañarse junto a mi en la lluvia. Pero algo me desconcertó inmediatamente, una sombrilla me cubría de la lluvia, una chica con su sombrilla me protegía. La reconocía, la chica de la que me había enamorado, la chica de ojos hermosos, la chica con la sonrisa mas preciosa del mundo, la chica que velaba mis noches y me alumbraba los días.
No me digne a mirarla, no quería hacerlo, no la merecía, no merecía a una persona como ella, ella es hermosa, ella es amable y generosa, ella es compresiva y simplemente es perfecta. ¿Como alguien como ella podría amar a alguien como yo? Pensé que se iría, pensé que me dejaría y no me volvería a hablar, pero ella siguió ahí, cubriéndome de la lluvia.
Manteniéndome a salvo.
* * *
Dos días después regrese al parque, releyendo el libro que tanto me gustaba, no solo por su historia, sino por el mensaje que traía, aquel mensaje me traía tantos recuerdos y me conectaban con la historia. Como si yo fuera la protagonista, como si ese libro hubiera sido creado para mi, me sentía demasiado identificada. Lauren vino también ese mismo día, desviando la mirada cuando ella volteo a verme. Pensé que te sentarías en otra banca y me ignorarías leyendo de tu libro.
Pero no fue así.
Viniste hacia mi y te sentaste justo a mi lado, no te mire, pero eso a ti no te importo. Estaba tensa, estaba estresada y muy triste, pero todo eso se me olvido, todos mis problemas desaparecieron al momento en el que me abrazaste, el momento en el que me envolviste con tus suaves y acogedores brazos. Tarde tiempo en reaccionar hasta que finalmente te correspondi y poco después escondí mi cabeza en tu cuello, pronunciando la unica palabra que necesitaba decir para sentirme mejor conmigo misma.
—Gracias.