Después de estar una hermosa tarde junto a Lauren no podía dejar de pensar en ella y solo por "seguridad" decidi seguirla en mi auto hasta donde ella vivía, y me sorprendí mucho en cuanto entre a su colonia. Un lugar demasiado bello y agradable comparado por donde vivo yo, los niños ahí se la pasaban riéndo y sonriendo mientras jugaban, en cambio por donde vivo yo era totalmente diferente, los niños no salían a jugar, tenían miedo o simplemente sus mamás no los dejaban salir por la inseguridad.
Pues reconozco que en el lugar en el que se ubicaba mi departamento no era una de las zonas más seguras de todo el estado, por lo que me sorprendió bastante ver algo así. Lauren vivía en una casa color blanca que se veía muy grande a mi parecer, ella no se percató de que yo estaba ahí por lo que solo bajo de su bicicleta y la dejo ahí, frente a su casa, ¿que acaso no le preocupaba que alguien mas la tomara y se la llevara? Pues al parecer no.
Al parecer el lugar en donde ella vive no es un lugar para nada inseguro. Quizás en un futuro me gustaría mudarme aquí, porque por ahora no es que tenga mucho dinero ahorrado, a decir verdad en el trabajo no me pagan demasiado, pero si lo necesario para mantenerme y cubrir mis necesidades. Estacione mi auto cerca del parque de la colonia y baje guardando las llaves en mi bolsillo trasero, pero la curiosidad me entro y me acerque a una banca en donde estaban sentadas dos mujeres conversando animadamente.
—Disculpen, ¿pero ustedes viven por aquí? —Les pregunte antes de pensarlo mejor y comprobar que esa fue una pregunta demasiado obvia, sintiendo algo de vergüenza al hacerlo. En cambio las mujeres solo sonrieron y me respondieron amablemente:
—Así es, ¿porque, le interesa mudarse aquí? —Me pregunto la mas joven y yo solo asentí y luego negue, haciendo reír a las dos mujeres. — ¿entonces, eso es un tal vez?
Esta vez asentí con vergüenza.
—La verdad es que quería saber si es demasiado caro vivir aquí. —Las dos mujeres volvieron a reír por mi comentario y yo las mire confusas sin entender nada.
—Querida, para nada. De hecho es bastante barato.
Luego de un rato mas conversando yo también me reí, había encontrado el lugar perfecto en el que ahora viviría.
Solo faltaba algo...