Una ojiverde.
Ella era la que siempre me miraba en el parque y vaya que no sabia disimular. Ya que cuando me iba, la chica siempre me miraba el trasero descaradamente.
La chica era guapa, piel blanca, cabello negro, ojos verdes y con un buen cuerpo.
Pero desafortunadamente yo no era lesbiana.