San Valentín se caracterizaba principalmente por regalar flores o chocolates a tus familiares. Amor platónico. Amante. Pareja o amigos. Un día en el cual deberías alegrarte y pasártela bien y no ponerte a llorar como lo está haciendo Dinah.
— ¡No tengo pareja! —Se quejaba la polinesia. —Mila, ayúdame a buscar un novio... —Cogió otro clínex y se sonó la nariz con fuerza.
—No, Dinah. No ocupas un novio. —Dije suspirando, ya cansada de los "enormes" problemas de mi amiga. Si es que se podían llamar así. La más alta levanto sus cejas y me miro divertida.
—Oh, Mila. Si querías ser mi amante me lo hubieras dicho, seremos la pareja del año. —Continuo con su juego—Solo no se lo digas a Lauren, Jiji. —Le di un zape—Auch... Si quieres ser mi amante no puedes pegarme, solo por las noches. Ahí si quieres hasta azotarme puedes ¡Grrr! —Me guiño un ojo coqueta.
Es una idiota.
