—Aquí tiene. —Me dijo el señor entregándome las llaves de mi nueva casa, le sonreí amablemente mientras las tomaba. —Entonces me despido. —Abrió la puerta de su coche y se marcho, despidiéndome de el con la mano en el aire. Tenía nueva casa, la rentaba si... Pero una nueva casa, y la tenía frente a mi.
Y la mejor parte no era esa, sino quien seria mi nueva vecina. Una muy sexy para ser sincera y con unos ojos verdes demasiado penetrantes. Inserte la llave en la cerradura de la puerta principal y la abrí observando el interior de mi casa, que ya habia visto anteriormente pero pensar que ahora esto era todo mío me llenaba de emoción.
Había conseguido un nuevo trabajo de mesera en una cafetería, aunque por ahora es algo provisional de mientras que aprendo a invertir en la bolsa de valores. Hace unos meses me entere de la existencia de ese trabajo que se puede hacer desde casa y me pareció la opción más rentable y la que mas me llama la atención, y entiendo que tal vez me lleve unos seis a diez años en aprender pero valdrá totalmente la pena y si, hablo de los ingresos, que serán muchos.
* * *
—Buenas tardes, Srta. Jauregui. —Le sonreí mientras me sentaba a un lado suyo, ella río un poco y después me respondió con el mismo tono de voz. Tendiendole mi mano derecha al hacerlo.
—Buenas tardes para ti también, Srta. Cabello. —dijo Lauren estrechando mi mano suavemente y plantándole un corto beso en esta. — ¿Porque tan feliz? —me pregunto sonriente.
—Mmm... No lo se, podría ser el día, esta muy bello el día de hoy. O podría ser también cierta ojiverde que esta al lado mío. —Su sonrisa incremento. —Y hay algo que quiero hacer ¿puedo? —Le dije acercándome cada vez más a su rostro y ella asintió con nervios. Me acerqué a su oído y le susurre con sensualidad:
—kiki majens tu maself...
— ¿Que? —Me pregunto confundida y sin comprender nada.
Yo solo comencé a reírme y cuando termine le dije:
—Es broma, la verdad es que quería invitarte a mi departamento. —Aunque en realidad era una casa, pero esa sería parte de la sorpresa que le tenía preparada. — ¿Vendrás?
Ella no tardo en responder.
"Claro, ahí estaré"
