—No te preocupes, volveré en unos segundos —le dice Sally a su cita.La ardilla le da un beso en la mejilla al erizo y se va. Él se acomoda el traje nervioso y vuelve con su grupo de amigos.
Se encuentran en el gimnasio, lugar de la pista de baile. Hay una gran bola de disco colgando en el centro, las luces que hay son de colores y serpentinas caen desde el techo. Hay algunas mesas dispersas con ponche y snacks, la música está a todo volumen y la gente parece divertirse.
Sonic no la está pasando de diez. Sí, Silver y él propusieron divertirse al máximo a pesar de todo, pero es difícil. Admite que Sally está linda con su vestido azul eléctrico, pero no es lo mismo que estar junto a Ames. Sacude su cabeza.
—¿Te dejó solo otra vez? —interroga Knuckles, mofándose de él cuando llega junto a ellos.
—Tenía que revisar algunas cosas, ya sabes, porque es... —explica Sonic, antes de ser interrumpido por Tails.
—...la presidenta del comité del baile. Parece que usa excusas para huir de ti.
—Jaja, que gracioso Miles, estoy llorando de la risa —dice el erizo azul irónicamente—. Hablando de ustedes, ¿los dejaron plantados?
Knuckles, Tails, Shadow intercambian miradas. Silver, en cambio, se queda mirando fijamente a un punto detrás de Sonic con la boca abierta. Luego codea a sus compañeros, sin quitar la vista de donde la tiene puesta.
Los otros tres miran hacia el mismo lugar que el plateado y se quedan petrificados. Sonic, sin entender lo que está ocurriendo, se da vuelta para entender. Y las ve.Las cuatro chicas aparecen en la puerta del gimnasio, luciendo deslumbrantes. La mandíbula de Sonic parece caer al suelo al ver a Amy con su vestido turquesa. Rayos, está bellísima. Sus miradas se cruzan por una infinidad de segundos cuando ella se está acercando.
Knuckles esboza una pequeña sonrisa al ver a su cita, con ese sexy vestido rojo que le resalta todas esas curvas que le atraen. No se arrepiente para nada de haberla invitado, no señor. Rouge se acerca a él y lo saluda con un provocativo beso en la punta de su nariz.
—Hola rojito, ¿me extrañaste? —susurra la murciélago en su oreja.
—Para nada —responde el equidna, ofreciéndole su mano. Rouge la acepta y se van, hacia quién sabe dónde.
Las colas de Tails se congelan por varios segundos al ver a Cream, usando un tierno vestido naranja, junto a su chao Cheese. Se ve hermosa. La coneja y el zorro se sonrojan fuertemente cuando se encuentran a centímetros de distancia. Se saludan cordialmente, y Tails le da una flor.
—Una flor para mi flor.
—No tenías porqué —la acepta Cream, sonrojándose aún más—. Gracias, Tails.
—No hay de que —le sonríe el zorro—. Ven, vamos a bailar.
Él toma su mano y la arrastra hacia la pista de baile.
Wow. Simplemente Wow, piensa Shadow al posar su mirada en cierta eriza rosada. Es la primera vez que una chica acepta estar con él. Pero Amy solo lo hacía para poner celoso a Sonic, cosa que dará resultado tarde o temprano. Tan hermosa, y solamente mía, piensa Shadow cuando la ve más de cerca. Esta será su noche.
Amy Rose sabe que su plan está funcionando. Nota que Sonic está más que arrepentido. Lo único que falta es que lo admita, que se le declare y harán oficial su relación. Aún así, siente algo de compasión por Shadow: él fue quien la invitó al baile, y posiblemente lo iba a dejar plantado. Se acerca a su cita y lo saluda con un tierno beso en la mejilla.
Lo mejor es que junto al erizo negro se encuentra Sonic, con muchas ganas de suicidarse.
—Yo... iré a buscar a Sally —murmura, al ver los felices que Amy y Shadow están juntos. Se va, odiándose a si mismo.
El alcohol aún no ha abandonado el cuerpo de Silver. A diferencia de Sonic, él no tiene híper-metabolismo, por lo tanto los efectos de la cerveza son notables. Su aliento apesta, le cuesta pensar con claridad y de su boca salen palabras al azar. Pero al ver a Blaze en ese precioso vestido blanco, siente que sus cinco sentidos se inutilizaron al máximo, como si estuviera demasiado borracho. Su mente no deja de recordarle su cobardía: en verdad metió la pata bien hasta el fondo. Así que, cuando la gata se acerca, no sabe ni qué decir o hacer.
Blaze trata de mostrarse relajada, cuando por dentro se encuentra demasiado ansiosa. El lunes dijo que no le importaba asistir por su cuenta al baile pero, ¿era verdad? Se llevó una gran decepción al oír que Silver había invitado a una tal Crystal the Hedgehog. Quizás si le importaba. Después de todo, no era un robot sin sentimientos. Pero es lo normal: hace una semana y media que se encuentra en esta dimensión. Nadie iba a invitarla al baile: sigue siento una completa extraña. Pero finalmente decidió ir, sin dejar su orgullo de lado. Se lo pierden por bobos, pensó Blaze.
La gata y el erizo se encuentran cara a cara. De su grupo de amigos, son los únicos que quedan. ¿Quién debe dar el primer paso?
—Te ves hermosa —suelta Silver sin pensar.
Ella se sorprende al oírlo.
—Gracias, supongo... —murmura, muy incómoda—. ¿Dónde está tu cita?
—¿Qué cita? —pregunta el erizo embobado, sin remover su vista de los ojos de la gata.
Blaze enarca una ceja confundida. Silver parpadea repetidas veces y se da cuenta de lo que dijo.
—Digo, em, ¿Crystal? Aún no la he visto.
—Oh.
Un pesado silencio se instala entre ellos. Ninguno sabe qué hacer. Ella recorre el gimnasio con la mirada, buscando escapatoria alguna. Si sigue estando ahí junto al erizo, su corazón terminaría partiéndose en miles de pedazos. Él enfoca nuevamente su vista en sus preciosos ojos dorados, sin intención alguna de moverse.
Blaze se da cuenta de lo que hace su compañero rápidamente. Una mirada vale más de mil palabras, se dice a si misma.
Pero eso tiene que terminar. No es lo que corresponde. Él hizo su decisión, por lo tanto tiene que apelar a ella.
—Deberías ir a buscar a tu chica —le propone, cortando el vínculo entre ellos.
—Ah, si, buscarla —suspira Silver, volviendo a la realidad.
Asiente levemente y se aleja unos pasos. Blaze gira su cabeza en la dirección contraria, pretendiendo alejarlo de su mente. Siente que una mano se posa en su cintura y un escalofrío recorre su columna. No se da vuelta.
—De todas formas, ella no es mi chica, y lo sabes perfectamente —susurra Silver en su oreja.
Cuando ella decide finalmente enfrentarlo, él ya había desaparecido, dejando un peculiar aroma a alcohol en el aire.
ESTÁS LEYENDO
Escuela Chaos
FanfictionSilver despertó en un lugar desconocido para él. Había vuelto al pasado sin querer, y no existe forma de volver a su hogar. Sin embargo, Sonic y sus amigos están dispuestos a darle una mano. Todo parecía ir viento en popa cuando una gata y un nuev...