39| Chemical Plant

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SHADOW

Llegamos rápidamente a nuestra última parada. No veo la hora en que este maldito viaje termine; quiero volver a Hidro City, reclamar mi puesto en la primera legión del Legado Chaos y no ver nunca más a nadie. Lo único que puedo rescatar de esta "aventura", si así podría llamarse, es haber conocido a Silver y a Blaze, e involucrarme románticamente con Rose.

Mi relación con ella, de todas formas, ha terminado. No me siento mal al respecto. No siento nada, en verdad. La ruptura fue gracias a mí en gran parte, porque Amy no soportó que le haya mentido en la cara y que no confiara en ella. Y le entiendo. Yo tampoco estaría con alguien así.

Gracias a mi relación con Amy, Sonic se decidió a no hablarme más. Según él, se sintió traicionado cuando estuve de novio con ella. Yo le establecí que él no es nadie para decidir la vida de Rose y que él prefirió confiar en Sally antes que ella. Además, hablamos sobre nuestro futuro y a Sonic no le parece buena idea volver al Legado, prefiere terminar la escuela y tener una vida normal. Entonces se puede decir que nuestra amistad ha acabado.

A Silver y a Blaze puedo considerarlos como mis amigos, supongo. El erizo plateado suele ser infantil muchas veces, pero es lo suficientemente inteligente como para agradarme. Y la gata, bueno, es como una Shadow en versión femenina, solo que más agradable.

Volviendo a la realidad, bajamos del vehículo estacionado frente a la puerta de la gran fábrica de químicos, abandonada hace siglos. Nos colocamos en fila, uno al lado del otro y observamos la planta. Ocupa un gran terreno, y su estructura parece muy frágil y antigua.

—Hagámoslo —nos alienta Sonic, sonriendo pícaramente.

Como si estuviéramos sincronizados, los nueve comenzamos a caminar hacia la entrada de la fábrica. Knuckles derriba la puerta oxidada con sus puños. Ingresamos uno por uno a una sala oscura, llena de polvo. Cream, quien decidió no usar la silla de ruedas, tose fuertemente. Tails nos entrega linternas a todos menos a Blaze que utiliza una de sus pequeña llamas para iluminar el lugar. Encuentro una puerta y la atravesamos, decididos a avanzar.

Ahora nos encontramos en el pabellón principal de la planta. Este consta de un extenso pasillo que divide dos sectores de maquinaria inútil. Por el techo ingresan algunos rayos de sol, debido a que este tiene algunos agujeros. Nos reunimos en un pequeño círculo para planear lo que sigue.

—Debemos encontrar las dos esmeraldas restantes —explica Tails—. Probablemente nos tendremos que enfrentar a...

—¡Nosotros! Muy bien deducido, zorrito.

Me doy vuelta para identificar el dueño de la voz. A unos metros de nosotros, distingo a Scourge y a Fiona sobre una plataforma.

—¿Podemos unirnos a la fiesta? —pregunta irónicamente otra persona frente a nuestros rivales.

Veo a los Babylon Rouges junto a sus Extreme Gears, subidos también a una plataforma.

—¡Por supuesto! —ríe Scourge—. Eres verde como yo, colega. Me agrada ese color.

—Genial, porque traje conmigo a unos amiguitos —dice Jet the Hawk, señalando a tres robots metálicos en la otra punta del pabellón. Metal Sonic y dos más.

—Esto sí que no me lo esperaba —murmura Knuckles.

—¡Mientras más, mejor! ¿Cierto? —sonríe Sonic, con su típica actitud juguetona.

—El enemigo de mi enemigo es mi amigo —pronuncia uno de los robots junto a Metal Sonic.

—Ese pedazo de chatarra tiene toda la razón —admite Scourge, cruzándose de brazos—. ¿Qué les parece si le damos inicio a nuestra velada?

Escuela ChaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora