0.5| Silver

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Abrió los ojos asustado. Su nariz se encontraba a una escasa distancia del césped verde y húmedo. ¿Verde y húmedo?

Se puso de pie de un salto, con la respiración agitada. Definitivamente ese no era su hogar. Recorrió con sus ojos dorados el lugar: se encontraba en un claro del bosque. Su vista se topó con un gran edificio, demasiado grande como para ser una casa. Agudizó su oído: desde allí provenían gritos, risas, y mucho ruido. Decidió acercarse al lugar, para obtener respuestas.

Con el uso de sus poderes, levitó y voló hacia el edificio. Aterrizó a unos metros del lugar para no llamar la atención. Había, por lo menos, cincuenta personas. Algunas estaban en las mesas, otras de pie, y otras haciendo estupideces. El erizo plateado se dirigió hacia la mesa más cercana. Pero antes de poder preguntar, una mancha azul pasó frente a él, a la velocidad de la luz. Parpadeó confundido y vio que aquel erizo azul se había detenido gracias a él.

—Perdona, no veía por donde iba —dijo con una sonrisa traviesa—. ¿Eres nuevo aquí?

—Em, sí, acabo de llegar —respondió el erizo plata rascándose la nuca—. Me llamo Silver the Hedgehog, por cierto.

—Un placer, Silver. Yo soy Sonic the Hedgehog —dijo Sonic extendiendo su mano en forma de saludo, a lo que Silver le correspondió—. Pareces preocupado por algo... ¿Acaso estás perdido?

—Si te lo digo pensarás que es una locura.

—Te sorprendería saber las locuras que he vivido.

Silver evaluó si ese erizo era de fiar. Tenía una expresión relajada, y una actitud algo arrogante y divertida.

—¿Quién es el actual presidente? —preguntó el plateado de repente. Sonic lo miró sorprendido.

—John T. Wolf.

—Ay no no no no... Esto es malo, muy malo —reaccionó Silver con un face palm.

—¿Qué ocurre? —indagó el azul.

Silver inspiró hondo antes de contestar.

—Vengo del futuro, como unos casi doscientos años más. Estaba en el estadio de baseball cuando algo o alguien atacó el lugar. Luego, con una especie de gema o algo así, abrió un portal y fui succionado por él. Por suerte, fui el único que fue afectado.

Sonic quedó perplejo. Definitivamente le creía, sin embargo debía fingir algo de sorpresa.

—Genial —musitó finalmente—. Digo, em, es una pena por ti, Silver. Creo que mi amigo Tails puede ayudarte a volver.

—Claro, estaría súper —dijo asintiendo.

Sonic lo guió hasta una de las mesas, donde estaban sentados sus amigos.

—¡Chicos! Él es Silver, es nuevo aquí. Quiero que lo traten bien, ¿queda claro?

Siete pares de ojos se clavaron en el nuevo. Sonic le presentó a cada uno de ellos: había un erizo negro con vetas rojas que tenía pinta de emo, llamado Shadow; una murciélaga con prominentes curvas llamada Rouge; una bonita eriza rosa, quien es Amy Rose; una pequeña y tierna coneja, llamada Cream; un zorro anaranjado de dos colas, de nombre Miles "Tails" Prower; un equidna rojo con expresión agresiva, llamado Knuckles y finalmente una ardilla llamada Sally Acorn.

A Silver le iba a costar demasiado aprenderse los nombres.

—Bienvenido, Silver. Siéntate donde quieras —le dijo Sally. Él prefirió quedarse de pie junto a Sonic.

—¿Por qué entras a la escuela cuando las clases están terminando? —le preguntó Cream.

Silver tragó saliva, sin saber qué responder. Cuando estuvo a punto de hacerlo, Sonic se le adelantó.

—Este de aquí —dijo señalándolo— viene del futuro. Y sí, Knuckles, los viajes en el tiempo existen —habló en dirección al equidna, quien había abierto la boca para protestar. Cuando escuchó la aclaración de Sonic, Knuckles juntó sus labios nuevamente.

—¡Eso es genial! ¡Realmente existe! —exclamó Tails alzando los puños al aire—. Entonces... Suponiendo que mi teoría no es tan errada... ¡las Esmeraldas Chaos no son un mito!

Todos observaron confundidos al zorro. Pero luego, Shadow le arrebató las miradas.

—Claro que existen, pequeño idiota. Durante mucho tiempo estuve en contacto con ellas. Pero luego de la inundación de Mobius, perdimos el rastro por completo.

—Trátalo bien a Tails, Shadow —habló la eriza rosa, lanzándole una mirada asesina—. De todas formas, gracias por la información, supongo —dijo jugueteando con su gran pulsera dorada. Shadow alzó los hombros, indiferente, y le dio una mordida a una manzana.

—¿Por qué no me lo dijiste antes? —le espetó Tails algo decepcionado.

—Nunca preguntaste —le respondió el erizo negro con la boca llena.

—Y toda esta charla es porque... —dijo Rouge, con un tono de desinterés en su voz.

—Quiero volver al futuro. A mi hogar —completó Silver mirándose sus manos—. Necesito su ayuda para lograrlo, ya que apenas sé cómo llegué aquí. Si no quieren... bueno, lo resolveré solo.

Los integrantes de la mesa y Sonic intercambiaron miradas dubitativas. Al parecer, no sabían qué hacer. Pero el erizo azul tomó finalmente una decisión.

—Silver —comenzó, tomándolo de los hombros—, lo lamento desde lo profundo de mi corazón. Tendrás que... ¡soportarnos todos los días desde ahora!

Todos estallaron en vítores y aplausos. Silver solamente lanzó una carcajada de alivio, y sus mejillas se tornaron de un tono carmín debido a la vergüenza.

—Silver está coloraaado —canturreó Amy.

—¡Yo soy el único colorado aquí! —exclamó Knuckles y todos se rieron de él.

Finalmente, el erizo compartió con ellos lo que quedaba del almuerzo. Decidió luego ir a registrarse en la dirección, para comenzar las clases. Durante el almuerzo, se dio cuenta de que, a pesar de que esas personas eran completos desconocidos y llevaba apenas minutos en ese lugar, se sentía como en casa.

Escuela ChaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora