Escuela Chaos

71| La Coronación

TAILS

—¡Chicos! —grita Amy, corriendo hacia nosotros.

Estamos todos (menos Sonic, claro) en la excéntrica iglesia donde se llevará a cabo la ceremonia. La luz ingresa por los múltiples ventanales y vitrales coloridos del lugar. Hay muchas esculturas, cuadros y estatuas en honor a la religión. Todos vestimos ropa elegante: hasta Omega tiene un moño en el cuello.

No sé qué opinar de la situación de mi amigo. Es decir, nunca pensé o imaginé que podríamos encontrarnos en una situación como esta. Si alguien iba a ser coronado de nosotros, definitivamente no hubiera sido Sonic mi apuesta.

Una vez que Amy llega hasta nuestro círculo íntimo, jadea del cansancio y se queja de sus zapatos.

—¿Qué ocurre, Amy? —pregunta Cream.

—Tenemos que sacar a Sonic de aquí ahora —dice una vez que recupera el aliento.

—¿Ahora? —repite María, confundida.

—Si, ahora, antes de la coronación —afirma la eriza rosada—. Esa ventana de ahí podría ser una gran vía de escape —añade, estudiando el lugar.

—Pisa el freno, Rose —la detiene Shadow—. ¿A qué se debe el repentino interés de sacarlo de aquí?

—Acabo de hablar con él, y créeme, no está para nada contento con la situación.

—¿Y piensas que podemos sacarlo de forma fácil y rápida? —inquiere Blaze, enarcando una ceja.

—Bueno... —balbucea la eriza rosada en respuesta.

—El castillo dispone de una legión de caballeros que parecen poseer un buen nivel; hay una dupla de ellos en cada rincón del lugar. Según lo que Sonic me dijo, la sub-capitana, Génesis Venecia, puede llegar a ser peligrosa. Luego está Mephiles, que parece tener un ojo que todo lo ve, y por lo que puedo deducir por su postura ha tenido años de entrenamiento y una gran habilidad de combate —analizo, escudriñando mis alrededores—. No nos olvidemos de sus hermanos, su madre y la servidumbre, y que nuestro único vehículo de escape está en el garaje privado del palacio. En resumen, si queremos sacar a Sonic de aquí será...

—...tan fácil como pronunciar mi nombre —me interrumpe Amy, con exceso de optimismo. El grupo entero le dedica una mirada llena de cansancio—. Oh, ¡vamos! No pueden rendirse sin siquiera haberlo intentado. Además, saben perfectamente que Sonic haría lo mismo por nosotros si estuviéramos en su situación.

—No puedo decir lo contrario —acota Silver, alzando los hombros.

—En realidad —habla Rouge, observando fijamente al erizo azabache—, creo que si existe una forma de facilitar las cosas.

—¿Qué? —pregunta Knuckles.

—Mephiles —responde Shadow, mirando un punto fijo detrás de mi.

  Sigo su mirada hasta toparme con el erizo de pinta macabra, quien está de pie junto a la reina en la primera fila.

—¿Están todos en sus posiciones? —pregunto, acercando un intercomunicador en mi muñeca a mi boca.

Amy, Blaze, Shadow y yo nos encontramos en la primera fila de asientos del lado derecho, aguardando el comienzo de la ceremonia. A nuestra izquierda, la reina, sus hijos y los capitanes de la guardia real están sentados en sus sillas, al igual que nosotros. Aún no hay rastros de Sonic, pero como la iglesia está ya casi repleta de invitados, supongo que estamos a punto de volver a verlo.

—«Vehículo de escape» listo —confirma María desde la casa rodante. Ella y Cream se encargaron de prepararla para salir a toda velocidad de aquí, si así es el caso.