83| Juegos Mentales

1.3K 111 73
                                    

BLAZE

—Será un placer luchar contra ti y esas absurdas figuras geométricas.

  Infinite ríe entre dientes ante la declaración de Sonic. Luego, alza ambas manos hacia el cielo, como si estuviera convocando algo. A mi izquierda Sonic se tambalea hacia atrás, y distingo que sus ojos están cubiertos por una neblina blanca. Oh, no. Infinite está manipulando su realidad. Me giro hacia mi derecha y veo que los demás se encuentran en el mismo estado. ¿Y si yo también? ¿Cómo puedo distinguir lo que es real con lo que no? Convoco una pequeña bola de fuego en la palma de mi mano y esta aparece con normalidad. Hmph. No sabría definirlo.

—Tranquila, princesa —habla Infinite—. No hubiera tenido gracia si también te manipulaba. Tú ya sabes como funciona.

—¡Déjalos en paz! —le ordeno, aunque sé que no me va a hacer caso.

—Es divertido verlos sufrir. Algún día deberías intentarlo.

  Sin pensarlo dos veces, me lanzo al ataque. Salto hacia él y le otorgo una patada en el estómago, pero él se desvanece. Era una maldita copia.

  Oigo al chacal reírse cínicamente en alguna parte del gimnasio.

—Patética. Pensé que ya recordabas cómo me gusta pelear.

—Ah, es cierto. Peleas como un cobarde —le espeto a la nada.

—¿A quién le llamas cobarde? —sin que yo pudiera evitarlo, siento que él o una de sus copias me patea en la nuca y caigo al suelo—. Gata estúpida.

  Me pongo de pie cual resorte y disparo una bola de fuego hacia mi oponente. Pero, ¡oh, sorpresa! Era una copia. Convoco dos bolas de fuego en mis manos cuando veo que Infinite se multiplica múltiples veces a lo largo del gimnasio. Gruño en voz baja y me dedico a incinerar cada reflejo del chacal que distinga. Uno, dos, tres, cuatro... Son todas copias. Maldita sea, Infinite. ¿Por qué no juegas limpio?

De pronto siento que alguien me empuja fuertemente hacia la pared más cercana. Mi cabeza la golpea fuertemente y un dolor punzante se expande por la zona. Me doy la vuelta, aturdida, para ver a Infinite colocar sus manos sobre mi cuello y levantarme medio metro del suelo. Siento como el aliento se me escurre de los labios y el aire abandona mis pulmones. Llevo mis manos a las suyas, intentando apartarlo, pero él posee mucha fuerza. Cada segundo que pasa siento que presiona más y más.

—¿No es feo sentir que algo que deseas se te escapa de las manos? —me pregunta, esbozando media sonrisa.

  Le dedico una mirada a mis amigos. Todos se encuentran bajos los efectos de las ilusiones del chacal. Cream está sentada en el suelo, abrazando sus piernas y llorando. Amy mira de un lado a otro aterrada. Tails observa el suelo con los hombros caídos, desganado. Knuckles lanza puñetazos al aire, y Rouge se encuentra sentada de piernas cruzadas y abrazándose a si misma. María está petrificada cual estatua. Sonic corre por todo el gimnasio constantemente. Y Silver, de pie y abrazándose a si mismo, tiene lágrimas en los ojos. No puedo soportarlo, debo hacer algo.

—N-no los lastimes —le ruego, con el poco aire que me queda—. P-por favor, Infinite.

—¿Acaso me ves lastimándolos? Solamente les otorgo una visión diferente sobre la vida. No es mi culpa que sea tan... triste, al parecer —comenta, estudiando a mis amigos—. En cambio, a ti sí te estoy lastimando. Mírate; suplicando por la vida de sus colegas. Me das pena, princesa.

  Mi visión comienza a nublarse y los latidos de mi corazón exigen oxígeno. Con las fuerzas restantes de mi cuerpo, lanzo un alarido de guerra y mis manos se convierten en un letal lanzallamas. Apunto hacia su rostro y doy en el objetivo, logrando que él me suelte y se separe de mi. Infinite grita del dolor y me observa con odio. Utiliza sus poderes para convocar una gran cantidad de cubos oscuros, los cuales comienza a usarlos como munición hacia mi. Huyo de ellos ya que si los toco, me harán daño. Procuro de igual manera no acercarme a mis amigos por su propio bien.

Escuela ChaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora