BLAZE
Odio el agua.
Tomo conciencia de ello cuando siento mis pulmones llenos de ella. Automáticamente, me siento en el suelo y escupo todo. Qué alivio, ahora puedo respirar con normalidad. Esperen un segundo, ¿no estaba en el agua?
Lo último que recuerdo es mi caída de la tabla por esa ola gigante. Debería estar en el agua, en la tabla, o incluso en la arena. Pero no.
Estoy en mi castillo, en mi dimensión.
No sé cómo llegué aquí. Lo más probable es que sea un sueño. E incluso, estoy usando mi ropa de siempre. Me pongo de pie. Estoy en mi habitación. Voy a recorrer el lugar: si es un sueño, estoy aquí para descubrir o ver algo importante.
Eso es algo que solía decir Marine cuando soñaba que estaba en un volcán de chocolate. Usualmente, descubría que tenía hambre.
Salgo al pasillo y no veo a nadie, ni siquiera a uno de mis sirvientes. Definitivamente es un sueño. Me dirijo con paso apurado al salón del trono. Y me asusto.
Todos, pero todos mis sirvientes (y algunos guardias) están ahí, arrodillados, frente al trono de oro. En él, está sentada una figura oscura y algo tenebrosa, con un ojo muy brillante y orejas extrañas. Nunca lo he visto.
Un fiel guardia, Rupert, se pone de pie con actitud de rebelde.
—Ese trono no te pertenece, Infinite —le dice.
—¿En serio? ¿A quién, entonces? —responde él, enarcando una de sus cejas. Tiene una voz grave y tétrica, sin emoción alguna—. Que yo sepa su querida princesa no está aquí.
—Ella vendrá y nos salvará —se defiende Rupert.
—Blaze the Cat no hace nada más que destruir e incinerar, soldado de plástico. Y ustedes aún la defienden. Acéptenlo, los abandonó, porque no tiene el valor suficiente de enfrentar la verdad.
«Enfrentar la verdad»
Debo volver a mi dimensión.
Abro los ojos aterrada. Ahora sí me encuentro en la arena. Escucho ruido de batalla. Me siento y evalúo la situación.
Hay un monstruo de agua y del tamaño de un edificio. Muy normal. Todos pelean contra él.
¿Qué puedo hacer yo para ayudar? Lo único que hago es incendiar cosas, justo como dijo ese tal Infinite. Además, es un fenómeno de agua: es decir, un elemento que vence al fuego.
Podría utilizar tanto fuego como para evaporarlo. Pero no quiero que Wave Ocean termine como mi hogar.
De pronto, alguien me abraza de atrás. Cream.
—¡Blaze, estás bien! —exclama muy emocionada.
—Sí, Cream, estoy bien —le contesto, separándola de mí y poniéndome de pie—. ¿Qué ha ocurrido?
—Una ola gigante te derribó, luego Shadow te rescató y apareció este monstruo.
Ahora que lo pienso, esa criatura me resulta bastante familiar. Una vez, hace varios años, me enfrenté a un monstruo llamado Iblis, pero este estaba hecho completamente de fuego.
—Silver estaba muy preocupado por tí —me informa, con una sonrisa algo pícara.
Decido ignorarla. Ese tema realmente no me agrada.
—Vamos —le digo—, tenemos que ayudar a los demás.
—¡Blaze! Bienvenida de vuelta —me dicen Amy y Rouge, abrazándome.
—Si, si —respondo de mala gana—. ¿Cómo va la pelea?
Ellas se apartan y me dejan ver al monstruo y a los chicos peleando. Observo cómo Knuckles intenta golpear con sus nudillos a la criatura, traspasando su cuerpo porque es de agua. Silver, con su telequinesis, le tira algunas rocas de la costa. Tails no deja de hacer cálculos en su tableta. Sonic y Shadow corren alrededor de ella.
—No tan bien, supongo —admite Amy—. Está hecho de agua, no hay forma de liquidarlo.
—Rouge, vuela por encima de él y dime si ves algo interesante —le ordeno a la murciélago.
Ella asiente y levanta vuelo.
—Amy, Cream, vayamos con los chicos. Quizás nos necesiten —propongo.
Corremos hacia el lugar de acción. De pronto, la bestia hace que algunos tentáculos de agua broten de su cuerpo. Uno de estos, captura a Amy. Pero antes de que se la lleve, lanzo una llamarada de fuego para impedirlo. Sin embargo, el agua me vence fácilmente y se lleva a mi amiga. ¡¿Qué rayos está pasando con mi poder?! ¡Parece más débil!
—¡Ayuda! —grita desesperada Amy.
Sonic y Shadow se detienen automáticamente.
—¡Equipo, reúnanse! —nos llama el erizo azul. Todos corremos hacia él, quien está cerca del galpón.
—Necesitamos un nombre —acota Rouge, aterrizando en la arena.
—Eso no importa ahora. Debemos salvar a Amy —niega Sonic, mirando a la eriza.
—Hagamos un plan para acabar con Perfect Chaos —dice Tails, poniendo su tableta en el centro de la ronda. Un holograma del monstruo aparece—. Lo he escaneado en busca de puntos débiles, y lo único que descubrí fue...
—La especie de cerebro transparente en su cabeza, ¿verdad? —lo interrumpe Rouge, con una sonrisa orgullosa.
—Exacto —concuerda el zorro—. Debemos impactar en eso con mucha fuerza si queremos vencerlo.
—Eso es fácil: Rouge, lleva a Knuckles hacia la cabeza de Chaos, así podrá golpearla—ordena Sonic—. Silver, continúa con lo que hacías, sólo que esta vez apunta a la cabeza. Blaze, Cream; distráiganlo. Shadow y yo echaremos una pequeña carrera, ¿que te parece, Shady?
¿Una pequeña carrera? Deben de estar tomándonos el pelo.
—Y tú, Tails, realiza una cuenta regresiva desde diez. Cuando llegues a cero, todos golpearemos la cabeza de Perfect Chaos al mismo tiempo. ¿Es un plan?
—¡Sí! —gritamos los demás a la vez.
—¿Qué esperan? —pregunta Shadow—. ¡Muevan sus traseros a sus puestos!
Todos corremos en direcciones opuestas. Comienzo a seguir a Cream, pero alguien me interrumpe.
Silver se coloca en frente mío, me mira a los ojos y sonríe. Luego, se abalanza y me da un cálido abrazo. Parpadeo sorprendida; no me lo esperaba.
—Qué bueno que estás bien, Blaze —me dice, sin separarse de mí.
Decido cerrar los ojos, y dejarme llevar por el abrazo. Todo lo que está en mi cabeza se esfuma: Infinite, mi reino, Amy. Disfruto cada segundo junto a Silver. Y mi mente, no deja de repetir una frase.
Él realmente se preocupó por mí.
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Escuela Chaos
FanficSilver despertó en un lugar desconocido para él. Había vuelto al pasado sin querer, y no existe forma de volver a su hogar. Sin embargo, Sonic y sus amigos están dispuestos a darle una mano. Todo parecía ir viento en popa cuando una gata y un nuev...