34| Hidro City

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TAILS

—Shadow... —comienza a hablar el erizo azul, buscando que se calme.

—No, Sonic, déjame —responde el azabache mirándonos a todos—. Solo... terminemos con esto. Vayamos a buscar las esmeraldas restantes.

Una hora más tarde nos encontramos recorriendo las calles de Hidro City. El clima no ha cambiado para nada desde que llegamos: el cielo se pone cada vez más oscuro y una brisa cálida sopla desde el norte. Esta ciudad no se diferencia mucho a Central City, solamente parece más aburrida y triste. Hasta los habitantes son aburridos. Me pregunto si su actitud tiene que ver con la inundación.

Sonic y Shadow utilizan sudaderas con capucha, buscando pasar desapercibidos y que no los reconozcan. Sobre la revelación de su pasado, me siento algo traicionado por Sonic, en gran parte. Se supone que confiaba en mí (o en nosotros). Doy por hecho que sabía que intentaríamos comprenderlo, pero no se arriesgó. Quizás temía que lo denunciáramos o juzguemos, o le da mucha vergüenza hablar sobre el tema. Pero siento que nuestra relación no volverá a ser la misma en un tiempo.

Y hablando de la declaración de Shadow, donde "nunca hubo amistad", tiene razón. Nunca logró integrarse al grupo, solo está aquí gracias a Sonic. En verdad, no me ofendió en lo más mínimo. Pero a personas como Silver, Rouge y Amy las afectó mucho. La murciélago fue bastante unida a Shadow en una época (donde llegué a pensar que eran pareja); el erizo plateado lo consideraba como un hermano mayor y la eriza rosada, bueno, eran novios.

Así que el grupo no se encuentra bastante unido que digamos. Rouge y Knuckles discuten cada vez más seguido debido a la repentina decisión del echidna en cuanto a quedarse en Angel Island. Silver y Blaze caminan juntos, pero callados, como si estuvieran ofendidos el uno con el otro. Sonic y Shadow procuran ocultarse. Amy juguetea con sus pulseras doradas en un profundo silencio. Cream y yo caminamos tomados de las manos.

Arribamos a un pequeño parque. No hay nadie excepto tres aves de distintas especies. El más grande de todos tiene plumas grisáceas y blancas; la chica tiene plumas púrpuras, y trae puesto un pantalón blanco y un top del mismo color, con un collar, anteojos y una bandana en su cabeza. El líder del grupo, al parecer, tiene las plumas verdes y unas botas rojas. Cada uno de ellos trae consigo una Extreme Gear: una patineta capaz de levitar a cierta distancia del suelo.

Ni bien notamos su presencia, decidimos alejarnos de ellos. Pero ya es tarde, porque se acercan a nosotros con una sonrisa.

—¿De estos habló Eggman? —pregunta el ave gigante gris con una voz muy grave pero estúpida a la vez.

—Eso parece —le responde la chica, masticando goma de mascar.

—Así que ustedes andan buscando a Eggman —dice el líder con voz irritante.

—Técnicamente, no —contesto. Me ignora por completo.

—Para hacerlo, deben pasar sobre nosotros —prosigue—. Y, oh vaya, eso será muy difícil. Nosotros somos el equipo Babylon Rouges. Mi nombre es Jet the Hawk, y mis colegas son Wave the Swallow y Storm the Albatross. Será un placer pelear contra ustedes.

—Eh, disculpa pero... no vinimos a pelear —dice Cream—. Tampoco estamos buscando a Eggman.

—Cierra el pico, conejita —le ordena Jet.

—¿A quién le llamas conejita? —interrogamos Blaze y yo al unísono, muy enojados.

—Haré que te comas esas palabras —lo amenaza Sonic.

—Muéstrenos de lo que son capaces —nos invita Wave.

  Acto seguido, comienzan a pelear. Cream y yo observamos el espectáculo algo alejados.

—Esto no tiene sentido —murmura mi compañera.

—Tienes razón —concuerdo con ella—. Están tan enfadados con la vida que se desquitan peleando. Míralos: tampoco están coordinando sus ataques.

  Señalo como ejemplo a Amy y a Shadow. La eriza rosada intenta golpear a Wave con su martillo, pero el azabache se había teletransportado junto al objetivo y termina recibiendo el golpe de Amy. Luego, observamos a Knuckles y a Rouge. Ellos ni siquiera están peleando: se encuentran muy metidos en una discusión que parece no tener fin. Blaze se encarga por su cuenta de Storm, pero sus ataques parecen muy débiles. Entre Sonic y Silver intentan controlar a Jet, pero el erizo azul está más preocupado por no ser descubierto que por ayudar a su amigo.

—Si siguen peleando así de mal, perderán —concluye Cream. Asiento.

  Corremos hacia la escena juntos. Ella se ocupa de acabar con la disputa entre Knuckles y Rouge, mientras yo les doy consejos de pelea a Shadow y Amy. Veo de reojo a Blaze dejando a Storm fuera de combate y yendo hacia donde Silver para ayudarlo. Jet y Wave deciden apartarse de la pelea para planificar una estrategia y ayudar a su colega. Nosostros los imitamos.

—Oigan, ¿por qué están peleando tan mal? —les regaño—. Si lo hubieran hecho bien, probablemente ya habríamos ganado.

—Yo no pelearé junto a alguien que no quiere verme feliz —acota Knuckles, mirando a Rouge con el ceño fruncido.

—Y yo no pelearé junto a alguien que quiere abandonarme —redobla la murciélago.

—Si tan mal peleamos, ¿por qué no lo haces tú, Miles? —me pregunta Sonic, arqueando una ceja.

  Todo el grupo se sumerge en una acalorada discusión.

—¡Cierren el pico, idiotas! —nos grita Jet—. Intentamos planear cómo destruirlos y ustedes, irrespetuosos, hacen que no nos podamos oír entre nosotros.

  Nuestro grupo ignora completamente al halcón y continúa discutiendo. Estamos tan sumidos en la pelea interna que nos espantamos demasiado al oír el disparo de un arma. Dirijo la mirada hacia el grupo de aves. Desaparecieron. Recorro el lugar con la vista, buscando el destinatario de la bala.

—Chicos... Creo que me dispararon.

  A mi lado, veo a Cream con una mano en su abdomen completamente ensangrentada y una catarata de lágrimas recorriendo sus mejillas. Me dedica una triste mirada antes de cerrar sus ojos y desmayarse.

Escuela ChaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora