— La oportunidad se las quitó su hermano no yo —estoy dispuesta a irme, pero Aiden me toma del brazo—, ¡Suéltame! —Me suelto bruscamente—, no los quiero volver a ver, no me busquen y díganle a Eduard que tampoco lo haga, es más, avísenle a todos los de su familia que no me busquen, no quiero volver a saber de ustedes nunca más —me marcho.
Más adelante me siento en una banca e inhalo y exhalo. No puedo estar alterándome así porque les hago mucho daño a mis bebés y yo no quiero eso. Cuando estoy calmada sigo mi camino a casa.
Al llegar a casa mi familia me espera para comer, dejo el bolso en la sala y paso al baño para hacer mis necesidades fisiológicas, las ganas de ir al baño ya se están haciendo muy presentes, y como son dos bebés son peores. Me lavo las manos y regreso al comedor para empezar a comer.
— ¿Cómo les fue en el instituto? —pregunta Mamá mientras nos sirve la comida.
— Bien; pude recuperar el examen en el que me fue mal. No iré a clases esta tarde porque mi profesora de Inglés no puede ir —responde mi hermano mientras devora su comida.
— Normal; como siempre —contesto sin ganas a la vez que con el tenedor juego con la comida, no tengo hambre, pero debo alimentar a los bebés.
— ¿Y a ti, amor? ¿Cómo te fue en el trabajo?
— Mucho mejor, el lunes es el juicio de ese caso tan importante que estoy llevando y si todo sale bien por fin pasaré más tiempo con ustedes.
— ¡Sí! —celebramos todos.
¡Al fin una buena noticia!
(..❤..)
En la tarde viene a mi casa Isabella, como ambas tenemos tarea que hacer entre las dos nos ayudamos hacerla, cuando terminamos todavía es temprano, mamá nos trae una jarra de jugo durazno y un sándwich de huevo, mientras comemos le cuento el episodio que había vivido con Aiden y Elena.
— En cierta parte ellos creo que tienen razón, tienen derecho de estar durante el proceso o al menos verlos cuando nazcan —la miro mal—. Soy tu mejor amiga y es mi deber decirte la verdad, pero cambiando de tema, ¿Cuándo vas a ir a la consulta de este mes?
— No sé, tenía planeado ir con mis papás, ya sabes, después de contarles —respondo insegura, cada vez que pienso en una posible fecha para contarles el miedo me domina.
— Eso quiere decir que ese día está muy cerca porque debes ir a revisarte, hasta puede que te digan el sexo de los bebés, si son del mismo género o si son de diferente sexo.
— Cierto. Me encantaría tener la parejita, así más adelante no intento otro embarazo —ambas reímos, bella sabe muy bien que siempre quise ser madre y que quiero tener una familia numerosa. Siempre pensé que mis hijos tendrían al mismo papá, pero, en vista de las circunstancias, creo que eso no va a poder ser.
— Por cierto, adivina lo que hizo nuestro querido Ian —hago un ademán para que me cuente—, Sheryl y él volvieron y la perra esa va a irse a vivir con él, ¿Puedes creerlo? —dice con molestia.
— Guau, esta vez casi duran dos meses separados; me sorprende, y con lo de irse a vivir juntos, estoy segura que ella no lo soportará, Sheryl es una niña rica e Ian no es que tenga mucho dinero, no durarán mucho tiempo juntos —Isabella asiente dándome la razón.
21 de mayo de 2016.
Hoy es el día y estoy muy nerviosa y asustada por no decir que aterrada. No puedo ocultarlo más, tengo tres meses y medio de embarazo y ya me es difícil ocultarlo, pareciera como si en la última semana los bebés hubiesen decidido que ya es hora de mostrarse; la ropa ya no me queda, yo era demasiado delgada por lo que Bella ha tenido que regalarme algunas prendas de la tienda de su madre.
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¿Nuestro "Felices Por Siempre"?
Romance"El amor te hace volar, lo malo es que nunca sabes qué rumbo tomará, o peor, si caerás" Ella es una chica que creció creyendo en los cuentos de hadas, en príncipes azules y en finales felices, y aunque sabe que nada es color de rosas ni como lo pint...