— Hija, por favor, abre para que podamos entrar —pide papá.
— No puedo —susurro lo suficientemente alto para que me escuchen.
— Cariño, sé que te encuentras en una encrucijada, no sabes si concederle el deseo a tu hijo o si protegerte y protegerlo de que les hagan daño de nuevo, pero hija, eres una madre, las madres siempre tratan de hacer lo mejor para los hijos, tú eres una buena madre, hija, tu hijo te ama y sé que tratarás de tomar la mejor decisión según el bienestar de mi nieto —me levanto y abro la puerta, allí se encuentran mi padres y mi hermano.
POV OMNISCIENTE.
Cuando los tres ven a Maddie en ese estado, destruida, la abrazan de inmediato, saben que ella muchas veces trata de hacerse la fuerte, pero hoy la situación se le salió de las manos y no sabe qué hacer.
El corazón de los tres sufre al ver a una de las personas que más quieren derrumbarse.
Se trasladan al sofá para que Maddie pueda llorar con comodidad.
— Llora, hija, llora todo lo que quieras, nosotros estamos aquí para consolarte y apoyarte —le dice Aina a su hija, a quien no le gusta ver a su hija sufrir y menos por un hombre.
Los padres de Maddie piensan que Eduard es un desgraciado, pero también saben que se merece una segunda oportunidad así como ellos la obtuvieron, porque es de humanos equivocarse, pero ellos no quieren opinar acerca del tema y que su hija se moleste con ellos ahora que por fin se perdonaron.
Nathan por su parte se siente culpable al escuchar a su hermana decir que le habían hecho creer a Eduard que ella había perdido a los bebes; sabe que Isabella había inventado eso para protegerla, pero igual se siente culpable al ocultárselo.
Ven a Maddie quedarse dormida, por lo que Nathan la lleva a su habitación para que descanse, la deja encima de la cama, la arropa con la cobija y le da un beso en la frente para después salir de la habitación.
— Hijo, quédate con ella, por favor, nosotros iremos a cuidar a los niños. Le dices a Maddie que Len se quedara con nosotros hoy y que no se preocupe por nada; los chicos dijeron que ellos vendrían más tarde a quedarse con ella, también llamé a su novio y dijo que ya venía para acá. Cuídala mucho, hijo, no la dejes sola —le pide Aina a su hijo. Tiene miedo que su hija cometa una imprudencia como la de hace unos años.
— No te preocupes, mamá, no le pasará nada a Maddie, yo me encargaré de ello —dice Nathan al ver la preocupación en cara de sus padres, y sabe que todos están pensando en la sobredosis de fármacos que tuvo Maddie hace seis años.
— Muy bien, hijo —le besa ambas mejillas y se despiden.
Poco después de que Ryan hablara con su suegra, sale de su casa apurado y dejando a su acompañante en la casa. Ryan ama a su novia y quiere estar con ella en estos momentos. Cuando llega al departamento, su cuñado, con un poco de vacilación, lo deja pasar a la habitación de su novia, al entrar la ve dormida, entonces se acerca a ella y se acuesta a su lado.
— Tranquila, amor, no dejaré que ese imbécil les haga daño de nuevo —le acaricia el rostro.
Es muy hipócrita de Ryan decir eso, cuando él le oculta cosas también.
— Es irónico que yo diga esto porque soy un idiota, pero de verdad te amo y haré lo posible porque me perdones —besa sus labios, pero de repente ve que Maddie empieza fruncir el ceño y de sus ojos empiezan a salir lágrimas mientras que habla incoherencias dormida, en ese momento entran a la habitación Ian, Isabella, Liam, Nathan, y Connor; quien fue informado por Nathan.
ESTÁS LEYENDO
¿Nuestro "Felices Por Siempre"?
Romance"El amor te hace volar, lo malo es que nunca sabes qué rumbo tomará, o peor, si caerás" Ella es una chica que creció creyendo en los cuentos de hadas, en príncipes azules y en finales felices, y aunque sabe que nada es color de rosas ni como lo pint...