¿Nuestro "Felices Por Siempre"?

Capítulo VII

22 de abril de 2016.

Me despierto al sentir unas inmensas ganas de vomitar, corro al baño y devuelvo toda la cena de anoche, al poco tiempo siento como alguien me sujeta el cabello para que este no se llene de vómito.

— Hermana, ¿Segura que estás bien? Llevas así varias semanas y no creo que sea normal porque todos los días ocurre lo mismo; te levantas con mareos, te la pasas vomitando y te has desmayado dos veces —Habla un Nathan muy preocupado mientras yo me lavo la boca.

— Lo sé, hermanito, y eso ya me está empezando a preocupar, ¿Qué tal si tengo anemia? Tengo la mayoría de los síntomas —Admito apenas termino de cepillarme.

— Puede ser otra cosa, Maddie —lo miro interrogante—, sé que lo que te voy a preguntar no es de mi incumbencia y créeme que esto es más incómodo para mí que para ti, pero éste tema nos lo dan en la clase de sexualidad —él suspira y le hago un ademán para que prosiga—, ¿Has tenido relaciones con Eduard? —pregunta apenado, lo que hace que me sonroje y baje la cabeza, no me queda más opción que asentir ya que ni siquiera puedo mirar a la cara a mi hermanito.

>> Maddie, ¿Existe la posibilidad de que estés embarazada? —voy a negar porque todas las veces que lo hemos hecho nos hemos cuidando e incluso hace poco he empezado a tomar las anticonceptivas, pero después recuerdo que todos mis síntomas son los de una embarazada y entonces palidezco—. Vístete, yo iré a hacer lo mismo y vamos a una farmacia —todavía en shock, entro a mi cuarto, me dirijo a mi armario a buscar ropa, me coloco una blusa blanca con la palabra Love escrita en el medio junto con un short de jean y converse azules, salgo de casa junto con mi hermano, nos subimos a mi auto y conduzco a la farmacia más cercana, por suerte ni mamá ni papá están, en estos momentos agradezco mucho los viajes de improviso que últimamente han tenido.

(..❤..)

Estamos en la sala mi hermano, mis mejores amigos, Ian e Isabella y yo; las cuatro pruebas de embarazo que me había hecho hace un rato están encima de la mesita del café, los cuatro estamos sentados alrededor de esta deseando saber qué resultados arrojarán.

Sé que quién debe estar a mi lado es Eduard, pero tengo tanto miedo de los resultados que no quiero tenerlo cerca y descubrir su reacción si el resultado es positivo.

— Ya, Madd. Pasaron los cinco minutos, es hora de descubrir si estás o no embarazada —Habla bella ansiosa, mi hermano me da un apretón de manos para inspirarme valor, levanto la primera prueba y da negativo, se escucha el suspiro de alivio de todos, levanto la segunda y arroja positivo, la tercera también positivo y la última negativo.

¡Genial!

— Esto debe ser una broma. ¿Y ahora que vamos hacer? —Dice Nathan frustrado—, Mamá literalmente conoce a todos los médicos de aquí y si vamos con alguno de ellos son capaces de decirle, además de que el papá de Eduard también es médico.

— Podemos ir con tía Kyra. Si le pedimos que guarde el secreto sé que lo hará —comenta Ian mientras se levanta del suelo.

— Eso es una buena idea. Vámonos, no hay tiempo que perder —Todos nos levantamos del suelo y nos dirigimos al consultorio privado de la tía de mis mejores amigos. Ellos hablan con ella y enseguida nos hace pasar.

— ¡Guau, chicos! Vinieron en multitud —ríe al vernos a los cuatros—. Ya mis sobrinos me hablaron sobre no decirle nada a tu madre aunque eso entra en la parte de ética profesional. ¿Qué te trae por aquí? ¿Te sientes mal? —pregunta amable.

— Tía, creemos que Maddie está embarazada y queremos salir de dudas —habla Ian por mí sabiendo que yo estoy asustada; y ella nos mira asombrada.