Capítulo XV

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Ding dong

— Yo voy —aviso al escuchar el timbre, camino hasta la puerta y al abrirla me encuentro con dos chicas, una mayor que la otra; las dos son de tez morena —una más que otra—; ambas tienen el cabello castaño, pero la mayor tiene reflejos fucsias; misma estatura —aunque la mayor tiene puesto tacones altos—; y color de ojos marrones; podrían ser hermanas, pero aparte de eso no se parecen en nada—, hola chicas.

— Hola, yo soy Kayla Matthews.

— Y yo Bianca Müller.

— Es un placer tenerlas aquí, pasen adelante —las hago pasar.

— ¡Hola, amor! —saluda Ian a Kayla con un beso en los labios.

Los chicos son más altos que las chicas, la única que se acerca más a la altura de su novio es Bella, y sin embargo, este le lleva como unos diez centímetros.

— ¡Hola, Bi! —besa Nathan la mejilla de su novia.

Awww, pero que ternura, les da pena darse besos en público.

— Bueno, Madd, ella es Kayla, mi esposa. Kayla, ella es Maddison, mi mejor amiga y hermana —nos presenta Ian.

— ¡Hola, querida! —me saluda con un beso en la mejilla.

— Bianca, ella es Maddie, mi hermana. Ella es Isabella y él es Ian, mis amigos y hermanos —señala a los dos castaños—. Él es Liam, el prometido de Bella —señala a mi rubio amigo—. Y como acabas de escuchar, ella es la esposa de Ian, Kayla.

Ella nos saluda un poco tímida y nosotros le correspondemos al saludo con más energía. Pasamos al comedor y comenzamos a servir la comida, llamo a mi hijo y este se aparece a los pocos minutos.

Pol fin, mami, tengo hambre —se sienta en la mesa. Mi hijo siempre tiene hambre, es como si su estómago fuese un pozo sin fondo.

— Len, ¿Te lavaste las manos? —lo miro seria.

— Sí, mami, pol eso me taldé un poquito —responde y luego saluda a los demás de forma educada, a lo que ellos le corresponden.

— Bien, a comer —servimos la comida y empezamos a comerla, no sin dar una oración antes.

— Bueno, Bianca, háblanos de ti —pide Ian.

Aunque se muestra tímida, nos cuenta que tiene 19 años y que cuando se gradúe quiere especializarse en pediatría ya que, le encantan los niños, y que además es niñera.

— Oye, Bianca, ¿Estás libre los lunes, miércoles y viernes de 19:00 a 23:00? —pregunto curiosa.

— Sí, ¿Por qué? —contesta.

— Porque necesito a alguien que cuide de mi bebé mientras estoy en el trabajo —le digo.

— Claro, Maddison, con mucho gusto cuido a este pequeñín —mira a mi hijo con ternura.

— Empezarías el miércoles —le aviso, y ella está de acuerdo.

Antes de que terminemos de comer los invito a todos a mi primera presentación en el Palace of good eating, ya que mi jefa me ha dicho que puedo llevar a quien quiera, que la comida corre por cuenta de la casa.

— Nosotros iremos —confirma Liam mientras agarra la mano de bella.

— Nosotros igual —responden las otras dos parejas.

— Yo también —sigue mi hijo causando que todos riamos.

— Cariño, es obvio que tú irás —le hablo en tono dulce. Seguimos comiendo hasta que no queda nada en el plato, luego lavamos nuestros platos y pasamos a la sala para seguir conversando.

¿Nuestro "Felices Por Siempre"?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora