Permanecía sentada en el trono de gerente de Ji. No pensaba moverme de ahí. ¿Por qué Hoffmann vino? Y ¿Por qué Ji no se puso celoso cuando Abby lo menciono estando yo aquí? ¿Estará muy nervioso para pensar en eso?
-¿Has encontrado a--- ¡Con qué apareciste! ¿Dónde habías metido tu culo mestizo? Por poco el chinito me mata por teléfono. ¿Ves Ji? Yo no la tenía amordazada ni en cuatro como pensabas.
¡Perdón! Con todo el puto respeto me ofendí ¿Hay algo más que Ji haya hecho? ¿Cómo que culo mestizo? ¿Cómo que amordazada y en cuatro? Solo mire a Ji, creo que yo misma tenía una cara de cabreo máximo que hasta Hoffmann se sintió incomodo.
-Tendremos que hablar seriamente, cariño. –respire. –Bien, aparte de insultar mi culo y hablar sobre posiciones eróticas sobre mí persona. ¿A qué has venido Eric?
-Nada contra ti preciosa. Solo repito lo que Ji me dijo. También me preocupe. Nunca antes lo había escuchado tan preocupado, solo cuando esa japonesa dijo públicamente que la tenía chica.
-¡Eric! –dijo Ji. ¿A si que japonesa? No quise ni mirarlo. ¡Lo mato!
-¿Y a qué más has venido?
-Terminar de hacer negocios. ¿Podemos hacer Ji?
-Por supuesto, dale tiempo al chico. –dije muy molesta. –Abby ¿Podrías traer agua con azúcar para el Sr. Kwon?
-En seguida. –solté el botón del altavoz y me levanté.
-Cariño, estaré en la cafetería de este edificio. Queda en el piso cuatro. Tengo hambre y estaré allí ¿OK? Cafetería. No lo olvides, CA-FE-TE-RI-A… y por favor no pienses lo otro porque no lo haré ¿Si? Señores, los dejo. –salí de allí dejándolo boquiabierto, ¡Dios! Dame paciencia.
-¿Todo bien allí adentro?
-Llévale el agua por favor, asegúrate de que se la tome.
-Si.
-Iré por café y algo más ¿Quieres algo?
-Mocka grande.
-OK. –menuda manera de pasar la mañana. Ahora todos estaban más relajados. No sé porque recordé lo que Ji me dijo esa vez en la ducha de la villa… “Nena, estando contigo, todos estamos seguros”. Ya me imagino cuando le diga que querré dejarlo. Bueno, algún día.
La actitud de Ji me absorbe ¿De cuando he tenido estos impulsos? ¿Será que Ji me contagia de su temperamento? No quiero ni pensarlo.
-¡Antonia!
-¡Dios! Que susto. –Joe me asusto, pude haberle pateado la cara, pero habían muchos testigos.
-Tan reluciente como siempre. ¿Qué has hecho?
-¿Vas a coquetearme otra vez?
-Si pudiera hacer otra cosa lo haría. –otra vez esa miradita de arriba abajo, ignóralo Antonia. –Oye, ¿Cómo se llama la nueva secretaria? Es muy hermosa.
-Dios, Joe ¿De cuando eres así? ¡Ya sé! ¿De cuando te acuestas con la Sra. Edwards? –y tuve que gritarlo. Bueno ahora todos de la cafetería saben eso. Joe solo sonreía como queriendo decir “No ha dicho nada” “Esta perra miente”
-Estas jodida Antonia ¿De donde sacas es puto genio?
-Deja de fastidiarme el día Joe, mejor vete antes de que alguien te despida.
-¿Quién va a despedirme? Ese chini--- ¡Oh! Sr. Kwon h-hola
-Cariño, ¿Quién te molesta? –Hoffmann se disfrazo para la acción, Ji solo miraba a Joe.
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Ganas de tí
FanfictionSINOPSIS -Muy bien señorita, lo dejamos para mañana, puede retirarse -Buenas noches Sr. Kwon -Buenas noches Srta. Martins -dice, fríamente. Todos los derechos a Pali Jiménez Molina