Capítulo 4

3.3K 183 18
                                        

Intento repasar cada palabra que Ji Yong dijo hoy. Son muchas en un solo día; debería estar feliz, ¿Por qué estoy shockeada?

--- FLASH BACK ---

-¡Esta cosa es su auto! -decía mientras habría la puerta de mi poncho rojo.

-No es una cosa, es un volkswagen, se llama poncho

-¿Esta cosa tiene nombre? ¡Wow!

-Sr. Ji Yong

-Dígame Ji, además no estamos en la oficina, ¿Quiere que la lleve?

-Sr. -pase saliva- no es necesario, enserio, le agradezco de verdad. -sé que se enojaría, lo esta demostrando, ¿Por qué se enoja?

-¿Y esta cosa es segura?

-Lo es.

-¿Es rápido?

-No como quisiera, pero llego puntual cuando lo deseo. -meticuloso me mira, me mira, y me mira. -¿Esta al día?

-Lo tengo hace 5 años y nunca me ha defraudado, esta al día Sr. Kwon. Ahora ¿Me deja subir a mi auto?

-¡Oh!, perdone. -¡Como no! Estaba tapando con su cuerpo la puerta del chofer.

Tuve 15 minutos de retraso, ¡Por culpa de Ji! Suerte que me dejaron entrar.

Como siempre, las cuatro horas que usábamos para confeccionar, diseñar y moldear se pasaba volando, desearía que fuera más tiempo.

-¿Viniste a pie? -le pregunte a Vero, la pobre tenía una cara de demacrada.

-Tuve una mala idea, lo deje en casa, quería ser deportista pero lo dejaré para otro día, odie este día, nunca más salgo sin Brad

Brad, es el Kia Picanto de Vero, sus padres se lo obsequiaron cuando entro a la universidad, al igual que los míos, ellos me obsequiaron a poncho.

-Bueno, poncho será amable y te llevará. -caminé unos pasos y mire al frente ¿Qué es esto?

-¿Qué te paso? -dijo Vero chocando conmigo por detrás.

-¡Hola!

-Sr. Kwon ¿Qué hace aquí?

-Bueno, el día aun no termina. -un Ji Yong completamente sonriente estaba parado frente a mí, con sus manos atrás parecía un niño bueno balanceándose. Sentí una tos detrás de mí, por un segundo me olvide de Vero.

-Sr. Kwon, le presento a Verónica Adams, Vero él es Kwon Ji Yong, mi jefe.

-Solo Ji, Amanda, un gusto Srta. Adams

-Hola. ¿Nos permite un segundo?

Sabía lo que venía...

-¿Tú jefe? ¡Un jefazo! Ese chinito tiene estilo, ¡Es muy guapo!

-Es coreano, y es mi jefe.

-Te invito a cenar. Dame las llaves de poncho y te vas.

-Claro que no, no iré

-Anto, son las diez cuarenta y cinco. El día aun no termina- guiñando el Vero camino donde estaba Ji. ¡La mataré! Algún día lo haré.

No, no ella... no por favor.

-Desearía poder acompañarlos, pero me siento horrible de cansada.

-Que lastima, hubiera sido una buena ocasión para celebrar el ascenso de Antonia. -muy cómodos hablaban los dos, hey ¡Aun sigo aquí!

-Ya habrá tiempo de celebrar, adiós amiga. Cuídela por favor.

-Por supuesto. Que tenga buena noche Srta. Adams

Ganas de tí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora