Ganas de tí.. Por siempre - Capítulo 2

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Seúl, Corea del Sur, Enero 2009

-No se como puedes dejar que te lastime de esa manera. ¡Es una demente! Mira como tienes. Con esos latigazos solo te dejará marcas.

-Me compre una crema para las cicatrices, no te preocupes nona, sé defenderme.

-¡Eres un idiota Ji Yong! Usa tu palabra de seguridad. 

-No quiero, quiero saber hasta donde puedo aguantar. 

-Vas a morir dentro de poco, Mina es una maldita perra sádica, te llevara a la muerte Ji. Cuídate de ella, libérate, no puede tratarte así. 

-Tenemos un contrato y ella no quiere que la deje. Dice que me ama y que cuidará de mí.

-No seas ingenuo, si te amara no te haría daño. Seung, come tu helado, ni se te ocurra alzar la mirada.

-Si ama Ji Yeon. 

********************

-No es que sea una fanática de la moda, pero por favor Seungri, ¡Ayúdame! ¿Qué me pongo para ir allá? No sé que usar.

-Joder Antonia, me estas dando un espectáculo nivel dioses. Nunca te había visto tan nerviosa. Tan solo usa algo que te sientas cómoda. Voy a salir un momento. Tenemos que estar allá a las siete.

-Seungri, ¡Son las tres de la tarde! De verdad que me estoy desesperando, por favor ayúdame. Te dejaré ver mi guardarropa. Hasta mi lencería, pero por favor ayúdame.

-Es algo muy tentador y me calienta, pero por mi bien, no deseo perder la amistad de Ji Yong. Por favor, usa algo que sea de tu gusto. No te vamos a discriminar por como vistes.

-Pero debo impresionar. ¿No crees?

-Preciosa, ya impresionas estando con Ji Yong. Ya regreso. 

-¡No! Seungri por favor, te lo pido. Me pondré de rodillas si es necesario.

-No me calientes más. Comienza a buscar qué cosas puedes combinar. ¡Eres diseñadora joder!

-Puto de mierda. –susurre. 

-Te oí. –salió del departamento dejándome con mil prendas en mis brazos. Ahora, ¿Qué mierda voy hacer?

Si Ji estaría aquí tan solo me haría sentir cómoda y me haría saber que no tengo porque impresionar con ropa de marca, si no que por mi presencia y encanto natural le agradaría a todos.

Es mi primer día en Seúl y sin Ji Yong. Él no me responde las llamadas, no me ha llamado y para mí ha desaparecido por completo.

Como algo ligero y pienso que no debería de atormentarme por cómo vestir, siempre me he visto para cada ocasión, pero para esta es diferente, ¡Será la familia de Ji! ¿Cómo no puedo no estar nerviosa? ¿Qué pensará la gente de mí si voy muy indecente, o provocativa, que mierda pensarán de mí si voy sencilla? ¡Dios! Necesito terapia de helado. 

¿Qué necesito combinar?

¿Cómo puedo impresionar? 

¿Vestido…? 

¿Falda…? 

¿Pantalones…? 

¿Zapatillas…? 

¿Tacones…? 

¿Botines…? 

¿Jeans…? 

¿Qué mierda? 

¿Se podrá ir desnuda a una fiesta donde eres la anfitriona? Preferiría mil veces que esto hubiera sido una pijamada… ¡Hasta mi pijama es más elegante!

Veo la hora en el reloj y me estoy muriendo de sueño. Con el viaje y el largo y tormentoso cambio de hora anoche no pegué ojo, y ahora solo quiero dormir y no saber nada de esta fiesta. Aunque, pensándolo bien, y por el muy el fondo de mi corazón agradezco este detalle por parte de la hermana de Ji. Ella misma se ha encargado de dejarle a Seungri una advertencia. 

Me dirijo al bar y saco la botella de whisky que casualmente deje a medio terminar. Lleno el vaso con un dedo de éste líquido. Lo bebo todo y dejo que el licor me quede. Me da asco pero aun así dejo que se quede en mi boca del estomago. Necesito despertar del todo. Me voy a suicidar con café. 

Whisky y café, perfecta combinación. 

Mientras dejo la cafetera funcionando me voy al baño y me echo un chorro de agua fría, luego caliente, luego fría… me quedo bajo el agua por mucho rato pensando en como podría ir hasta allá. ¿Qué lugar será? ¿Habrán contratado gente? ¿Será algo lujoso? Conociendo a Ji Yong debe ser algo de otro nivel, glamoroso y muy caro. 

¿Un vestido de noche o de gala? ¿Largo o corto? ¿Liso o con forma? ¿Rojo o negro? ¡Joder! Ser diseñadora me da a pensar muchas cosas. Maldita mi manía de diseñar mientras pienso en que estoy en aprietos.

<<¿Por qué no estas aquí Ji Yong? Te necesito tanto que si vinieras ahora, yo te perdonaría todo>>

Fue lo primero que se me ocurrió escribir cuando salí de la ducha. Veo la hora y solo me quedan dos horas y media. Necesito esa dosis de café.

Bebo cinco tazas y media de café en menos de cuarenta y cinco minutos, aun estoy con la toalla envuelta en el cuerpo y la toalla del pelo esparramada por ahí. Necesito pensar bien antes de saber que ponerme. Si los amigos de Ji Yong son como Ji Yong, tal vez ellos irían con terno. Seungri estaba semi formal cuando lo vi la última vez. Entonces debo ir un poco formal. Ya sé lo que me pondré, espero gustarme después y no pensar en cambiarme, no tengo más opciones.

-¡Vámonos Antonia! Solo tenemos cuarenta minutos para llegar. –solo escuche la puerta y a Seungri gritar desde la entrada. Salgo de la habitación y lo que veo en los ojos de él no me gusta nada. –Pero ¡¿Qué mierda?! 

-¿Qué? –digo con el pecho oprimido y respirando con dificultad.

-Es una fiesta de bienvenida, no una de disfraces. ¿A qué estas jugando?

-A nada, solo que yo… que… yo… no sé, solo vi esto y me lo puse.

-Llevas más prendas que un infante. ¡Carajo! –Seungri camino de forma violenta hacía mí y me lleva arrastras hasta la habitación. -¿Crees que tenemos tiempo para esto?

-No sé en qué estas pensando, pero te recuerdo que soy yo la que va a estar sola enfrente a personas que solo Ji conoce. 

-Te recuerdo que mencioné que yo iba a estar contigo, y créeme, los demás también. Dami habla maravillas de ti, y la Sra. Kwon solo quiere saber quien es la mujer que enamoro a su único hijo varón y le devolvió la alegría. Estaremos solo los amigos de Ji. 

-¿Cuántos?

-No lo sé, pero no te dejaremos sola. Ahora, desvístete y ponte lo que te dejaré en la cama.

-No abuses de esto.

-Quítate el vestido y las medias. No las necesitarás. Ahora, ponte esos zapatos de ayer y una chaqueta que sea cálida. Hazme el favor de quitarte todos los accesorios y amárrate el cabello.

-Me gusta suelto.

-OK, déjalo suelto. Antonia. Solo sé tú misma. Ji Yong te conoció así y así mismo él te definió. Fuera medias y vestido, no tenemos tiempo. Ponte estos jeans y busca una polera a tu gusto, que se yo. Iré a mi antigua habitación. Ya regreso. ¡Ah! No uses tanto maquillaje y quítate el colorete del rostro, a Ji le gustas al natural. 

-¿Ji Yong va a estar en la fiesta? –sonreí.

-No. Solo recuerdo lo que él me decía. Por favor apresúrate. –me miro, él sabía que no me convenció con su respuesta. –Juro que si realmente supieras la verdad comprenderías Antonia, pero no esta en mis manos decirte cosas de Ji Yong. Solo él puede hacerlo.

-¿Qué estas diciendo?

-En la fiesta sabrás.

-Pero…

-Por favor, apresúrate. No termines mi paciencia. 

-Entonces ¿Jeans…? –solo asintió y salió de la habitación. 

Mi vestimenta de payaso cambio a uno más normal y casual. Calenté la planchita y alise por algunas partes del cabello, dejándolo con ese aspecto “extensión” solo que los míos son naturales.

En vez de los botines con tacos, opte por zapatos con tacones en toda la extensión de la plataforma, me daría un look más casual y con estilo. Jeans azul oscuro y una chaqueta de color negro con botones y gorro. Me quite un poco de maquillaje y el rubor, me pellizque las mejillas y ahora tenía un rubor natural, suavice el color de mi lápiz labial. Seungri tenía razón, ahora luzco como yo.

Cuando salí de la habitación él estaba en el bar bebiendo la última gota de la botella de whisky. Se volteo y me quedo viendo de pies a cabeza.

-Ahora eres tú, que milagro. –me quedo viendo de forma aprobatoria. Por un momento me saque un gran peso de encima. -Por cierto Antonia, no porque Ji no se encuentre aquí, vas a comportarte como una alcohólica, mucho menos combinar el whisky con el café. Que sea la última vez que haces una mierda como esa. No por culpa de él vas a lastimarte tú. Él ya lo hace por sí solo. ¿De acuerdo?

-¿Nos vamos? –dije intentando que lo último no fuera tan doloroso, porque era cierto. Ji me lastimaba mucho más que yo podría hacerlo.

-Toma la pañuelo y el gorro, ¿Tienes guantes? –negué. –Ponte los míos. Seúl es una nevera con luces. Cogerás un resfriado antes de que puedas decir coger.

-Pues estaría feliz, hasta ahora el resfriado sería el único que me cogería. –Seung se quedo boquiabierto. Yo solo sonreí. –Vámonos Ri, ¿No tenías tanta prisa?

-Ponte el gorro princesa.

-¿Por qué uno tan grande y peludo?

-Porque es de Ji Yong, es su favorito.

-Y supongo que el pañuelo también.

-Si, le gusta este color. Póntelos. Hemos perdido tiempo. 

-Gracias Seungri.

-Ahora no princesa. Ahora no.

Camino a mi fiesta de bienvenida me estaba comiendo las uñas, hipotéticamente hablando. Seungri me veía de reojo y se reía de mí.

-Si sigues mordiendo tu labio te daré una paliza.

-Ji dice que me dará un azote.

-No soy Ji, lo mío no es dolor-placer.

-Olvide que eras sádico. Dime, ¿Cómo te controlabas con Verónica?

-Solo lo hacía al estilo vainilla. 

-¿Vainilla?

-Si, el misionero. Sexo normal, hacer el amor, sexo rudo-normal o vainilla, así se le dice en el BDSM. Sexo vainilla.

-¿Por qué ese nombre?

-Porque todos lo prefieren. –ladeo su cabeza y me miro directo a los ojos. -¿Ji Yong no te lo había dicho?

-No. No me ha dado definición del sexo vainilla. Él y yo practicamos el polvo rosa. ¿Lo conoces?

Sonrió. –Ji le dio su propio estilo. Así es él.

-¿Dices que el polvo rosa es una imitación del sexo vainilla?

-Si. Tal vez quiso darte en el gusto y no asustarte en ese entonces. –ahora yo ladee mi cabeza. Seungri explica mejor que Ji. 

-Eres del tipo amo sádico, pero explicas muy bien.

-Gracias. Ji no lo ha explicado porque ha querido dar su propia definición a lo que ustedes dos tienen.

-¿Y que tenemos?

-¿Te ha hecho firmar el contrato de confidencialidad del sexo que practican? –lo quede viendo y negué. -¿Te ha tratado como a una sumisa, en toda su expresión? –negué.

-Solo cuando estamos en la cama.

-Entonces él te quiere para siempre. Es solo Ji Yong cuando están juntos, pero es tu amo-señor cuando están en la cama. Ustedes juegan a eso. Bondage, dominación, sumisión y algo de sadismo. Ambos lo disfrutan estando en la cama pero son normales en la vida cotidiana.

-¿Se puede cambiar de amo? Explicas mejor que Wikipedia. –rio alto.

-Se puede, solo cuando ambos amos están de acuerdo. Pero algo me dice que Ji no lo estará y te dejará el culo rojo si te escuchara decir eso.

-¿Puede una sumisa tener el control? Osea, ¿El amo cede el control a la sumisa?

-Antonia, tú siempre has tenido el control. Desde que se vieron por primera vez en el ascensor. Desde que aceptaste ser su secretaria. Los tipos de amo como Ji ceden el control a su sumisa. Hay amor y dominación. No lo hacen notar pero siempre tienden a ceder el control.

-Entonces, los tipos como Ji, siendo amo de dolor-placer siempre darán el control.

-No es amo dolor-placer. Son dominantes que en la cama practican el BDSM de una manera protegida y consensuada. No son como yo que a veces no les importa el dolor de la sumisa. Ellos se preocupan de castigar y proteger a la vez dándoles placer. 

-Magnifico. Eres el mejor explicando estas cosas. Me has explicado en cinco minutos lo que Ji no ha hecho en… -cuento. –Tres meses. De tus amigos, ¿Ellos practican esto como ustedes?

-Por supuesto. Pero todos estamos en niveles diferentes. Sumiso, sumisa, dominante, dómina, las dominas son las mujeres dominantes. 

-¿Hay mujeres también?

-Y sumisos. No creas que los hombres son solo los dominantes. Hay mujeres que les gusta el sexo duro.

-¿Hay sádicas? Como tú.

-Si, pero algunas son precavidas.

-¿Los conoceré en mi fiesta de bienvenida?

-Si, pero la Sra. Kwon y Dami no saben de esto. Una vez que estemos allí te explicaré y te presentaré a cada uno. Pero mantente al margen de la información. –asentí como niña buena.

-¿Ya llegamos?

-Ya casi. Por cierto, hay una cosa que debes saber. –lo mire esperando. –La mayoría de ahí somos famosos, cantantes para ser exactos. Cuando salgas, no levantes la vista ni te detengas, digan lo que digan, sigue adelante y no pierdas el paso.

-¿Hay periodistas?

-Acosadores, periodistas, fans obsesionadas y otras al borde de la psicopatía. No te apartes de mí.

-OK. ¿Todos los demás estarán allí esperándonos? Los demás invitados. –lo mire.

-Te están esperando. 

-Seungri. –me miro. –Solo toma mi mano y llévame. No me siento preparada para eso. –mire hacía afuera y había mucha gente gritando el nombre de Seungri. Y cuando digo mucha gente, me refiero a personas con cámaras, flashes, mujeres, adolescentes con teléfono en mano y algunas con carteles de saludos. Mi corazón latía a mil y me estaba entrando el pánico.

-Tranquila, no estas sola, ¿De acuerdo? –asentí. –Vamos. Saldré primero y una vez ambos afuera, no escuches nada. Vamos a pasarla bien.

-De acuerdo.

Un torbellino de voces y flashes se nos vinieron encima. Cada persona decía y gritaba cosas que por lo que sé eran hermosas, palabras como “Saranghae” “Oppa” “Seung-Chan” y demás relacionado con Seungri me dejaban sorda. Había algunas preguntas que yo no alcanzaba a escuchar. Ri me tomaba de la mano cada vez más fuerte y yo le seguía el paso. 

Entramos al local donde todo estaba rodeado de guardias, mi corazón no cabía dentro de mi pecho.

-¿Estas bien?

-Eso ha sido raro.

-Te acostumbrarás. Ahora vamos a pasarla genial. Una vez abierta esa puerta, serás parte de la familia. ¿Estas lista?

-No.

-Tres… 

-… ¡Bienvenida! –estaba espantada. Muchos gritaron esa palabra que en vez de darme calor, me daba calosfríos. De forma inconsciente retrocedí e iba a irme, pero Seungri me tomo la mano y me halo con él hacía dentro.

-Hola, aquí esta la anfitriona. 

-¡Seungri suéltala! Ji te matará si se entera. 

-Lo hago para que no se vaya, es algo tímida. –me miro. –Vamos dentro princesa, demuéstrales que eres una reina. –susurro y sonreí afligida.

-¿Estas conmigo?

-Por supuesto.

-¡Antonia! ¡Antonia! –una chica igual a Ji se me acerco corriendo. Me abrazo y casi me deja sin oxígeno en los pulmones. –Por fin en Seúl. Bienvenida cuñada. –creo que a eso se refería Ri cuando me dijo que no escuchara nada. Él puso los ojos en blanco y sonrío. Sonreí con él y le di una grata sonrisa a Dami.

-Hola, Dami. –dije. –Me alegra verte una vez más. En ese momento se nos acercó un camarero ofreciéndonos champagne. Tome una copa, para después beberla de un sorbo.

-¡Oh por dios! Tú hangul es perfecto. Ji hizo un gran trabajo. –reí. -¡Omma! Ven a verla. –sentí que Ri me soltaba la mano, pero me aferre a él. Me dio una mirada de asentimiento y me hizo ver que no debía porque temer. Solté su mano y me deje caer en las profundidades. 

-Pero que hermosa es. –mire hacía la voz, y se notaba que era la madre de Ji Yong. El mismo estilo fashonista. Sonreí y tome aire simuladamente. -¿Antonia? –asentí. –Bienvenida pequeña. –a pesar de la diferencia de la estatura me agache para poder responder a su abrazo. Nunca pensé que los asiáticos fueran tan afectuosos. Ji me dijo lo contrario. –Soy la mamá de Ji, puedes decirme Omma u Ommoni, o como tú quieras.

-¿Puedo decirle Sra. Kwon? –dije tímida y sorprendida por lo que me acababa de decir. ¿Quiere que le diga mamá o suegra? ¡Dios! Ri tenía razón.

-Claro que sí, pero después hablaremos de cómo deberías decirme. –asentí y estaba siendo presa de muchas miradas. Me sentía muy nerviosa. Busque a Seungri con la mirada. 

-¿Puedo presentarla a los demás?

-Claro que sí, iremos por la comida, vamos hija.

-Bienvenida otra vez Antonia.

-Gracias Dami. 

-Dime cuñada. –sonrió y se fue.

-OK… vamos por aquí. Pero antes quítate la gorra. –le di la gorra y un chico se nos acerco. Ri me quito los guantes y el pañuelo y se los dio al otro. Él se quito lo necesario y seguimos avanzando. -¿A quienes quieres conocer?

-No lo sé. Tú guíame. 

-Bien. Primero te presentaré a Young Bae. ¡Bae! –dijo. Un hombre un poco bajo y ojos muy rasgados se acerco a nosotros, tenía el cabello rubio ceniza y con gel, su vestimenta era completamente negra. –Dong Young Bae, pero también le dicen Taeyang. Ella es Antonia Martins. 

-Hola. Young… 

-Oh, solo dime Taeyang. Es un gusto conocerte Antonia. –hice reverencia. Y él hizo lo mismo.

-Aquí esta Kang Dae Sung. Nuestro ángel. 

-Hola, Antonia. Es un gusto conocerte en persona, Ji Yong nos hablaba mucho de ti. –Daesung era de la misma estatura que Seungri y su piel estaba un poco bronceada, su pelo era castaño, y sus ojos demasiado chicos y rasgados. Daba la sensación de paz. 

-Era una grabadora. –dijo Taeyang riendo. ¡Que linda sonrisa! Reí con ellos.

-Por acá están las chicas de 2ne1. -¿Qué? Me dije. –ella es Park Bom, Minzy, Dara y Chaerin.

-¡CL! –dijo la chica rubia dándole un golpe en el hombro a Seungri. –Antonia, mucho gusto. Soy Lee Chaerin, pero mi nombre artístico es CL, puedes llamarme así. 

-Gracias CL. -sonrió, su expresión me daba algo de miedo. Era como una mezcla de dominación frente a la situación. 

-Antonia Martins, bienvenida. Soy Park Sandara, pero me dicen Dara. –hizo reverencia, e hice lo mismo, me dio algo de gracia, hablaba rápido y doblaba sus manos. Pero me dio curiosidad de cómo miraba a Seungri, muy cómplice a mi parecer. 

-Hi, soy Gong Minji, pero me dicen Minzy. –ella era casi igual a Daesung, si no me equivoco. Casi iguales. Hizo reverencia e hice lo mismo. –Ojala puedas quedarte y así poder ser amigas.

-Claro. Gracias. –sonrió y se fue a otro lado. -¿Park Bom? –pregunté. 

-Si. –sonrió y me pareció muy tierna. –Bienvenida. –seguro tendrá mi misma edad.

-Gracias. –Seungri sonrió y tomo mi brazo, me aparto a un lado para que nadie pueda escuchar. 

-Ahora, como te dije antes. ¿Puedes definir quien de ellas son dóminas y sumisas?

-¿Qué? ¿Ellas? –asintió. Mire simuladamente a los costados. –Park Bom parece ser muy niña y…

-No te fíes por lo que ves. Ella esta alrededor de los treinta. –abrí los ojos. –Y es dómina. 

-No me lo creo.

-Créelo. Minzy es sumisa, ni te imaginas quien es su dominante. 

-¿Quién?

-El ángel. 

-¿Qué? Pero ellos se parecen.

-¿Verdad que si? Pero no, son amo y sumisa. Pero actúan normal. CL es dómina, no sé si notaste su mirada de dominar la situación.

-Si la sentí, me pareció raro.

-Mantente alejada de ella, juega para los dos equipos. Y creo que te puso el ojo encima. 

-Imposible.

-Nada lo es para ella.

-¿Qué me dices de Dara? Ella si que es menor. –Ri sonrió. ¿Es domina?

-Ella esta casi en la misma edad que Bom… y ella Antonia, es mi sumisa. 

-¿Coges con una mujer mayor?

-Es una sumisa por donde la mires. Me gusta someterla. Obedece en todo y como recompensa no le dejo marca. –puse los ojos en blanco. Cualquier otra confesión me parecería tormentoso.

-Entonces ¿Qué me dices de Taeyang? 

-Bom… 

-¿Ella? –asintió.

-Tan solo míralos. –mire a mi alrededor. Cada quien estaba con su pareja, Minzy y Daesung se miraban de vez en cuando. Bom jugaba con Taeyang, CL abrazaba a Dara y ella se mostraba tímida mirando a Seungri de vez en cuando. –Todos actúan normales, pero en la intimidad de sus casas, hoteles o moteles son sumisas, sumisos, dominantes y dóminas.

-No te da celos ver a Dara con alguien más.

Se acercó a mí y susurro muy bajo. –Amamos azotarla y ver como se corre. –se alejo dejándome impresionada y guiñándome el ojo. –Ven, vamos a ver a Teddy y T.O.P

-¿Hay más? No me digas que ellos son gay.

-Claro que no. A veces, Bom comparte a Taeyang con Teddy. Y a T.O.P no lo he visto con alguien en concreto. Es bastante… como decirlo…

-¿Precavido?

-Exacto. No toma nada enserio. Él es del mismo tipo que Ji, pero mucho más. Puede ser muy rudo o muy protector. 

-Ya veo. 

-Pero, que esto quede entre nosotros. Últimamente ha viajado mucho a Los Ángeles. Creo que tiene alguien allí. –arquee mis cejas. Me pareció un poco curioso que Seungri supiera muchas cosas de todos. –No digas que yo dije. ¿De acuerdo? –asentí.

-¡Yah! Seung-Chan… ¿Intimidando a la chica de G-Dragón? –ambos nos volteamos y vimos a un hombre que a mi gusto parecía un poco mayor, y tenía una gorra blanca. -¿Eres tú la chica del pequeño? –no sabía que decir. Parecía intimidante. 

-¡Eh! Oppa, déjala. –vi que CL se acercaba a nosotros. –Ella si es la chica. Tan solo mira como Seungri la cuida. Seguro que fue orden de GD. 

-Teddy Park. Ella es Antonia Martins, la chica de Ji Yong. Antonia, él es Teddy. Un gran compositor. 

-Rapero y productor. –dijo mirándome fijamente.

-Teddy. –hice una reverencia y sonreí. Mire hacía al lado y alguien más llamo mi atención. Sus ojos eran oscuros y profundos, era un poco más alto que Ji Yong. Estaba vestido con pantalones blancos y una camisa celeste, encima una chaqueta. Él si que tiene estilo. 

-¡Ah! Y él… Antonia, te presento a T.O.P –él se acerco un poco y sin quitarme la vista de encima hizo una reverencia.

-Mucho gusto, puedes llamarme Seung Hyun. –de momento a otro todos se alejaron y nos dejaron solos. Él no apartaba la mirada y yo me sentía hipnotizada. 

-¿Por qué me miras tanto?

-Me recuerdas a alguien, Antonia. –por dios, ¡Que voz! Pase saliva y mordí mi labio. 

Ganas de tí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora