Ganas de tí.. ahora y más - Capitulo 14

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-Antonia ¿Antonia? ¿Estropee algo?

-No Eric, nada. No has estropeado nada. Solo estaba pensando en tu oferta. –arqueo sus cejas.

-¿A si?

-Si, y tal vez no podré ir. El día veintiséis tengo una reunión importante y necesito concentrarme. De verdad, agradezco que hayas pensado en mí.

-¿Enserio? No quiero sonar insistente pro podrías venirte el veinticinco y estar aquí al siguiente día.

-Lo agradezco, pero no soy de aquellas que se revientan en los viajes. Prefiero estar bien de cuerpo y mente.

-Lo entiendo. Bueno, lo intente. –sonreí. Se veía diferente, creo que sus intenciones eran solo esas, plan de amigos.

-Además creo que mi amiga la pasará conmigo. –me vio, sus ojos quemaban los míos. Nunca había visto sus ojos tan azules. Sonrió y seguimos almorzando.

Esto obviamente no me lo esperaba ¿Realmente se fue porque tenía que ver a los amigos de su padre o se fue para verla a ella? En estos momentos lo que más deseo es llamarlo para decirle de lo que se va a morir. Pero, ¿Si fue una técnica de Hoffmann para hacerme enojar? Si habría sido así él se me hubiera insinuado… no lo hizo y solo me invito a Múnich. Además Ji me dijo que fuera con él a Seúl. Si se iba a juntar con ella, ¿Por qué me insistió para que fuera con él?... y ¿Si solo fue una táctica? ¿Si solo lo dijo para que yo me negara? Él sabía de nuestro acuerdo.

-James, ¿Podrías responderme algo sumamente importante?

-Claro.

-¿Fuiste chofer de Kiko Mizuhara en algún tiempo? Por favor, no quiero que digas que no puedes responder. De verdad estoy muy furiosa. Ji Yong me oculto algo que para mi es y será importante. Solo responde si o no.

-Si.

-OK. –no puedo culpar a James por esto, él solo cumple con su trabajo. -¿Cuánto tiempo duro la relación de Ji y Kiko?

-Trabajo poco tiempo con el Sr. Kwon. Usted lo sabe, pero cuando entré aquí ella ya existía.

Joder, joder, joder. Eso fue hace más de tres años. Si Hoffmann dijo que realmente la amaba y ella tan solo dijo que quería verlo y Ji voló hasta allá yo… no puedo contra eso.

-Pero Antonia. ¿Qué te sucede?

-Estoy sensible. Eso sucede. Esta mierda de navidad, tú sabes eso Vero.

-Lo sé, pero mírate, hasta tienes mocos.

-Ya no me jodas. –y lloré como una niña, Verónica se sorprendía al verme así. ¿Cuándo fue la última vez? ¡Y con el mismo hombre!

-¿Quieres café? Compre chocolate, ¿Quieres chocolate caliente?

-¿Tienes cerveza? No me mires así quiero beber.

Solo siete botellas de cerveza grande hicieron que soltara mi lengua. Es obvio que el alcohol puede con todos. ¿Por qué yo no puedo contra ella?

-Es que extraño a ese hijo de… su madre. Lo odio y lo amo.

-Toda la razón. Toda la puta razón, es un hijo de su madre.

-¿Sabes? Ya me voy.

-Si, si, anda. Ve con cuidado.

-No amiga se llama James, no cuidado.

-Hahaha… que la cagas Antonia. James, cuidado… hahaha, ¿Sabes que señora?

-¿Qué, señora? Dime.

-Deberías llamar a ese hijo de su madre y si, jódele la existencia.

-Bien pensado señora Adams. Lo haré cuando este en casa. Si no me dormiré en el camino.

-Perfecto, me parece bien. Y… y bebe más. Lo jode-rás del to-do.

-Lo sé, ami-ga… y sé como h-acerlo.

Estaba completamente borracha, hacía y hablaba cosas que ni idea. James estaba más que enojado.

-Acelera miiii James, Ji Yong se cayo de guata… acelera mii Jam--- ¿Qué sucede, no te gusta? OK, aquí va otra… Acelera mister James, acelera mister James que nos viene persiguiendo el señor… Mmmmm, señor ¿Qué se te ocurre James? ¡Ya sé! Acelera mister James, acelera mister James que nos viene persiguiendo el señor del mister James… ¡Siiii! Hahaha, ¡Ay dios! Oye si no quieres escucharme cantar pon el radio. Si no seguiré cantando. Para ser un chofer de primeeeera aceeleera, aceeelera… 

Es enserio Antonia Martins. No te puedes ni el culo. Estoy más que segura que Ji Yong me daría unos buenos azotes o aun peor. No me haría nada y él se iría al estudio. Sí, eso haría.

James me ayuda a callarme mentalmente poniendo el radio. Había olvidado escuchar música, algo como eso no se olvida, ¿Cómo pude olvidar mi pasatiempo favorito?

-No, no déjalo ahí. –reconozco esa melodía, sé que grupo canta esta canción. Incluso, ya cantaba estas canciones en mi adolescencia. Recuerdo que Brian Litrell era mi amor platónico.

En el radio suenan los Backstreet Boy’s, con una canción que realmente rompe mi corazón en estos momentos… “I’ll Never Break Your Heart”

“I'll never break your heart 
I'll never make you cry 
I'd rather die than live without you 
I'll give you all of me 
Honey that's no lie” 

-Súbele volumen James por favor. –canto como una colegiala y cada letra, cada melodía, cada estrofa llega a mi corazón. La noticia que recibí hoy realmente me afecto. Esta canción en especial, me rompe el corazón.

“Until fade 
Oh, just give me one chance 
To show how much I love you 
"I'll never" 
Honey I need you 
I want you 
I need you”

Tecleo algo rápido y sé que Ji lo recibirá y leerá dentro de unos minutos.

-James, al departamento, quisiera estar sola. Si quieres puedes irte a la villa te aseguro que estaré bien. –el teléfono vibra y respondo. –Buenas noches Sr. Kwon ¿Se encuentra usted acompañado? –se escucha un silencio totalmente frío, es obvio que mi tono de voz, mi forma de hablar y mi lengua delatan mi estado de ebriedad y Ji lo noto.

-Antonia, ¿Por qué?

-Porque si.

-Diablos.

Fue lo último que recordé cuando hable con él.

Aun no recuerdo cuando llegue a la cama, siquiera sé cómo me puse mi pijama. Pero lo que si estoy segura es que tengo un maldito dolor de cabeza y una sed de mierda.

Abro los ojos y la habitación esta oscura. Las cortinas aun estaban cerradas. Dirigí mi mano bajo la almohada y vi que eran las doce y treinta. De manera rápida le marque a Abby.

-Gerencia G-Sex

-Por favor discúlpame, anoche me fui a tomar y…

-No te preocupes, Ji Yong me llamo esta mañana y me dijo que no vendrías. Dejaré todo listo para que tú mañana estés bien, recuerda que hoy me voy a Las Vegas

-Si, lo recuerdo. Abby de verdad lo siento.

-¿Peleaste con Ji? Se escuchaba enojado en la mañana ¿Todo bien?

-No lo sé, yo no recuerdo, sé que hable con él pero de ahí nada.

-Wow, me ha pasado. Te recomiendo que te hidrates y comas algo.

-Gracias nuevamente.

-No me agradezcas. Cuídate Antonia.

-También tú y que tengas buen viaje.
-Gracias.

Lo primero que tengo que hacer es despertar bien y saber que mierda pasó anoche. Me siento como en esa película de Bradley Cooper “Hangover”, solo falta que salga el tigre y el bebé.

No sé lo que digo y esa palabra bebé quedo rondando mi cabeza, así que como una buena chica que soy lo olvidaré.

Camino estilo zombie en dirección al baño y no quiero imaginar ni ver la cara que debo tener… y el maquillaje, dios, definitivamente si, soy una mezcla de zombie y panda, tal vez un mapache. El delineador se ha corrido y ahora tengo ojeras de forma permanente. Debo admitir que esto no es buena calidad cuando te duermes, pero si casualmente es resistente al agua. ¡Caray! ¿Qué voy hacer? Me duele horrible la cabeza. Vuelvo a la edad de quince y comienzo a revisa los cajones del baño. Debe haber alguna pastilla para el dolor de cabeza. Curiosamente reviso el estante de Ji y ¡Zas! El pastillero amarillo no esta, la última vez que lo vi estaba a la mitad. No sé porque me viene a la mente el nombre y me odio por no recordarlo.

Sin tener éxito regreso a la habitación ¿Qué más podría hacer? ¿Tumbarme en la cama o salir a explorar el departamento? Maldigo y me pregunto ¿Cuánto tiempo he vivido aquí? Aun no sé bien la ubicación de las cosas. Opto por la primera, tal vez si duermo se me quite el dolor, pero siento la otra parte de la resaca… hambre. Tengo el estomago vació, espero no haya vomitado, aunque no siento la boca con ese desagradable sabor.

Me acuesto boca abajo en el lugar de Ji, la flojera me gano y sé que si no pienso en comida se me quitaran las ganas… el aroma de Ji llena mis fosas nasales. Maldición, amo su aroma es una mezcla de Champú, su perfume y mi aroma favorito, Ji. Abrazo la almohada y una sensación de placer recorre mi entrepierna, aprieto y me muevo de forma inconsciente… pero escucho ruido de afuera, abro los ojos, ¿Estoy sola aquí dentro del departamento?

Me siento y recorro la habitación con mi mirada. Están todas mis cosas ahí… puede que sea James o… ¿Ji? Mierda, si es él juro que le daré mil motivos para que me azote, folle o amarre donde sea. Ojala sea Ji, la última y primera vez que lo llame yo estando borracha vino a mí y él estaba en Londres. Espero que esta vez sea igual.

Camino por el largo pasillo y veo sombras en movimiento… ¿Estará cocinando para mí? Camino un poco más y…

-¿James?

-Lo siento si la desperté.

-No lo hiciste. –me fijo bien en la cara de James y noto que se ruboriza por completo. Miro mi vestimenta y sé que no llevo brasier, a cambio tengo puesta una polera blanca sin mangas que obviamente es de Ji Yong y tan solo un short negro ajustado… hace que mis piernas y trasero luzcan como de modelo de revista. -¿Qué haces aquí? –pregunto mientras visualizo un chaleco en el sillón del living, voy por el y me lo pongo. 

-El Sr. Kwon me ordeno cuidar de usted. Anoche como recordará usted no estaba en un estado muy bueno.

-Precisamente no recuerdo. –me siento en el sillón y James se acerca con un vaso y algo en la otra mano.

-Bébalo, zumo de naranja y una pastilla para el dolor de cabeza. ¿Tiene hambre?

-Horriblemente, si.

-Esta mañana fui a la villa y Emma ha preparado por órdenes del Sr. Kwon su sándwich y plato favorito. ¿Qué desea comer? –puto Ji, me conoce tan bien.

-Sándwich. –me siento ida. Me tomo la pastilla y me bebo todo el zumo. James me queda viendo. -¿Ocurre algo?

-El Sr. Kwon espera su llamado. –eso suena escalofriante.

-James.

-Señora.

-¿Qué hice anoche? –tuve que hacer esa pregunta.

-Bueno, ¿Recuerda haber cantado para mí? –alzo mi vista y sí, lo recuerdo, asiento y sonrió. –Después me pidió que le subiera el volumen del radio para que usted escuchara una canción y también cantó. –asiento nuevamente y eso también lo recuerdo. –Luego usted hablo con el Sr. Kwon, creo que usted le corto y él me llamo.

-¿Se enfado contigo?

-Si.

-Lo siento.

-No se preocupe. Después de eso llegamos a los estacionamientos y usted otra vez hablo con el Sr. Kwon. Al parecer él estaba muy enfadado y usted se reía de él. Esa vez él le corto y comenzaron a teclearse mutuamente. Alcance a entrar con usted al departamento pero insistió en que me fuera. Me quede en el estacionamiento y luego subí a verla. –di un suspiro y mi cara la sentí muy caliente. Soy un desastre borracha. –Usted estaba en el sillón acostada con el teléfono en la cara y cantando. Le hable pero no me escucho. Supongo que estaba con audífonos. –mire al suelo y allí estaban.

-¿Y luego?

-Salí y me fui al departamento de abajo. No he entrado hasta las diez de la mañana de hoy.

-James, agradezco que me hayas cuidado pero ¿Te molestaría dejarme sola? No pretendo ir a ningún lado, me quedaré aquí en lo que resta de día.

-Iré por su sándwich.

-No te preocupes, yo iré luego.

-Si señora.

-James. –me vio. –Gracias.

-De nada, Antonia.

Pretendo llamar a Ji, pero no sé con que ánimo estará él en estos momentos. Abby dijo que estaba enojado esta mañana y James quiso decir lo mismo, ¿Cómo saberlo? Quiero llamarlo pero no sé como enfrentarme a él. Mientras pienso como me doy un buen baño para despertar del todo y así aclarar mi mente, cuando lo hago recuerdo que James me dijo que anoche Ji y yo nos habíamos mandado mensajes… entonces, la prueba esta en el blackberry.

Me visto mientras miro el teléfono en la cama, ¿Por qué siento miedo? ¿Qué cosas le escribí a Ji Yong? Me odio por no saber y me juro que no volveré a tomar una copa de algún tipo de alcohol, pero sé que es imposible. Si no mal recuerdo, ayer escuche sobre Kiko, ¿Le dije algo sobre ello? ¿Cometí el error de celarlo por teléfono? ¿Lo encaré borracha? ¡Que dudas!

Después de ponerme jeans y el poleron favorito de Ji, me miro al espejo y recuerdo que es el mismo atuendo con el que fui a despedirlo, esta vez tengo brasier y pantaleta.

Tomo el blackberry y lo sostengo entre mis manos, tengo y siento remordimiento. Tengo tantas ganas de llamarlo pero antes debo saber a que tipo de Ji Yong me enfrentaré. Decido tomar café mientras repaso todas las actitudes y temperamentos de Ji, doy mordiscos a mi sándwich y por primera vez no sé como reaccionar. Miro el teléfono pero no hago nada.

Bebo la mitad de mi café y ya me esta entrando el pánico, necesito saber qué fue lo que escribimos anoche, y sobretodo necesito saber porque Ji esta enojado. Aunque mi estado anoche lo habrá llevado a la mierda.

El primer mensaje que le envié fue a su correo.

De: Antonia Martins
Para: Kwon Ji Yong
Asunto: Te amo
Fecha: 22 de diciembre 2013 00:57

Ji, prometí no dejarte y también prometo nunca romper tu corazón.
Te amo.

Antonia.

Este fue cuando escuche la canción, fue ahí cuando me llamo. Dios, después no recuerdo más.

James me dijo que nos habíamos tecleado… y aquí va su primer mensaje.

<<¿Otra vez has estado bebiendo?>>

<<Te extraño, ¿Qué esperabas?>>

<<Me hubieras llamado. ¿Por qué no lo hiciste?>>

<<No quise molestar. ¿Cuándo regresas?>>

<<Hemos tenido muchas reuniones, ellos se han tomado su tiempo. Espero estar de regreso antes de año nuevo>>

<<¿Esperas? Entonces no sabes si es posible>>

<<No>>

<<De acuerdo. No te preocupes por mí>>

<<Me preocupo por ti Antonia. Tú no quisiste venir conmigo>>

<<Tenemos un trato. Además llenaste estas semanas con reuniones y demás. ¿No habrá sido idea tuya para tenerme aquí?>>

<<¿El alcohol llego a tu cerebro?>>

<<¿O acaso tenías que ver a alguien más?>>

<<¿Cómo quien?>>

<<No lo sé, dímelo tú>>

<<No he visto a nadie. No sé porque me preguntas eso. ¿Tú has estado viendo a alguien?>>

<<Hoffmann me invito a Múnich>>

Ese fue el último mensaje de mi parte. Creo saber el porque Ji Yong esta enojado. ¿Habrá llamado a Hoffmann?

-¿Hola?

-¿Cómo sigues? –Ji parece calmado. Me sorprendió su llamado.

-Bien.

-¿Has comido?

-Si, ahora estoy comiendo sándwich.

-¿Dónde fuiste anoche?

-Con Vero.

-Bebiste demasiado y lo sabes.

-Si.

-Antonia, ¿Qué fue lo que me dijiste anoche? ¿Qué sucede?

-Ji, no recuerdo nada. Hace poco leí los mensajes.

-¿Con quién creías que me vería? ¿Con Kiko? –dios. –Antonia. –pase saliva. –Sé que te mentí y te pido disculpas, pero no fue por ella porque vine aquí. 

-¿Entonces? Una parte de lo que dijo Eric era cierto.

-Ella me llamo, si, es correcto, pero yo no he hecho nada para acercarme a ella. No quiero verla.

-Ji, ella es parte del pasado, ahora yo estoy contigo. Yo te amo y no te dejaré nunca.

-Lo sé Antonia. Sé que me amas y yo te amo.

-¿Me amas?

-Por supuesto que sí. Y también sé cual fue la intención de Eric al invitarte a Múnich, y no era nada malo, él solo se preocupaba por ti, no niego que me enfurecí con él, pero ya todo esta arreglado.

-Yo, lo siento.

-No te fuiste con él Antonia y eso me alegra. Pensé que, al saber de Kiko tú, ibas a vengarte de mí.

-Eso nunca. Nunca me vengaría de ti. Y mucho menos te haría daño. Sé que fui una tonta al beber, pero créeme que de verdad te extraño. Y estas fechas me hacen sentir melancólica. Lo único que quiero es estar contigo.

-Nena, lo que más quiero es que estés conmigo.

El día en la oficina fue totalmente aburrida, veinticuatro en la tarde y solo quiero dormir. Esta vez me encuentro en la villa. Ji me ha llamado todo el día y el querer dormir se ha vuelto algo alejado de mis planes. Me siento extraña y no quiero saber que sea eso.

-¿Se encuentra bien?

-¿Tiene manzanilla?

-Por supuesto. Le haré un té y se lo llevaré a la habitación.

-Gracias Emma. Odio estar en estos días.

-Es un mensaje del cuerpo. –sonríe y me contagia la sonrisa y su buen ánimo.

-A si, ¿Qué dice?

-Que su cuerpo desecha todo lo que no sirve. –la quedo observando mientras arqueo mis cejas, tengo curiosidad. –El cuerpo se prepara para ser invadido por un individuo y cada veintiocho días se renueva el cuerpo, además es una manera de decir que no esta embarazada. –muerdo mi labio para evitar una carcajada.

-Pues podría mandar un mail, un mensaje o lo que sea. Es una manera cruel de demostrar que no esta una embarazada.

-Así es el organismo.

-Cruel y malvado organismo. –ambas sonreímos y me largo a la habitación. Por esta vez no se me apetece cenar, ni pensar en nada, solo quiero dormir y desear que sea pronto el cinco de enero. Ya quiero estar con Ji.

Los días han pasado y paso sola el año nuevo. Mis padres están con unos amigos paseando en Texas y Verónica se fue con sus padres, obviamente no les comente que había pasado navidad sola. ¡Habrían matado a Ji! Y yo lo mataré a él por no comunicarse conmigo. Ni una llamada, ni un mensaje, absolutamente nada. Tampoco me responde a mí. 

¿Año nuevo, vida nueva? Completamente sola. 

-Que tengas un excelente viaje.

-Gracias mamá.

-¿Cuándo regresarás?

-A lo que expire la visa. Creo que son tres meses.

-¿No vivirás allá con el Sr. Kwon? –mi mamá parece sorprendida.

-¿Por qué?

-Pensé que hablaban de un viaje sin retorno Antonia. Ji Yong tiene planes para ti, y dejar que regreses no esta en ellos.

-Claro que no, solo iré acompañarlo, conocer a sus amigos y a su familia, pero nada más concreto.

-Hazle caso a tu mami.

-Vero, no. No es tema de discusión. Iré a conocer Seúl también. 

-Bueno, lo que tú digas Sra. Kwon. 

-Cállate y gracias. Adiós papá… cuídense mucho.

---Los pasajeros del vuelo 578 con destino Seúl, Corea del Sur abordar por la puerta siete... pasajeros del vuelo 578 con destino Seúl, Corea del Sur abordar por la puerta siete.--- 

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