Ganas de tí

Capítulo 10

¿Cómo es que me encontraba allí?

-Ji.

-Silencio.

-Por favor. -me miro. Tomo aire. Creo que esta calmando su temperamento.

-¿Qué?

-No puedo.

-¿No puedes?

-Lo siento. No puedo hacer esto.

-Estas a mi merced Antonia. Desnuda.

-Lo sé. Y siento vergüenza por eso. -intente cubrirme con la ropa de cama.

-Antonia. Antonia. Estoy tratando de calmar mi jodido temperamento. No tienes idea de cómo me cuesta eso.

-No soy la culpable. -verlo dar vueltas en medio de la oscuridad daba miedo. Tenía los ojos cerrados y la mano en la cabeza.

-¿Qué voy hacer contigo?

-Ji Yong

-¿Qué?

-Es mi primera vez. No sé como habrá sido la tuya pero yo no lo quiero así. No quiero ser sometida o torturada o como tú lo dices. No en mi... primera... vez. -se detuvo y me miro a los ojos. Su temperamento se había ido por completo. ¿Cómo lo hace?

-¿Intentas decirme que quieres algo... suave?

-No suave. Pero tampoco como tú lo estabas haciendo. Quiero algo normal.

-No soy normal Antonia. Yo solo te quiero follar.

Mierda. Desnuda frente a él y solo quiere follarme.

-¿Podría ser algo normal? Follar normal.

-Suelo hacerlo duro. Por dios. Contigo será difícil. No sé como puedo tratarte. Es la primera vez que me sucede algo así.

-¿No tienes experiencia?

-La tengo. No quiero dañarte. Pero a la vez quiero romperte. Me estoy desesperando Antonia.

-¿Saldrás? Así como hiciste en el comedor.

-No.

-Tranquilo. -solo atiné a decirle eso ¿De verdad no sabe como? -Ya no importa. -me levanté de la cama envolviendo la manta alrededor de mi cuerpo y me fui al baño.

Miraba parte de mí en el espejo. Estaba ruborizada. No pasaron ni cinco minutos cuando Ji se encontraba detrás.

-Te follaré aquí mismo Antonia. Lo haré suave.

-Por dios Ji... ¿Cómo vas a---. -no debí hablar. No debí decir nada. Recibí otra palmada. Esta vez fue un poco más fuerte que el anterior. Me volteo. Me tiro la manta y me sentó en el lavado.

-Dije que aquí mismo. Abre tus piernas. Antonia haré lo que pides. Te follare de forma normal y suave. Yo lo llamaré una follada rosa. -me miro. Quería hablar pero me quede callada.

-Veo que ya aprendes. Pregúntame.

-¿Rosa?

-El rosa es normal. Suave. Lo que le gusta a las mujeres. ¿Te gusta el rosa? -negué. Desde pequeña que no me gusta ese color.

-Por esta vez que sea de ese color. -obedecí y abrí mis piernas. Mi pecho subía y bajaba. Mi respiración. Mierda. Mi respiración se me dificultaba. Ji sonrió y se puso en medio. Rozó su nariz con la mía y me beso.

Comenzó acercarse aun más. Me sentía en las nubes. El frío que sentí cuando me sentó en el lavado se había ido por completo. Ahora mi cuerpo estaba caliente. Igual que yo.