Ganas de tí

Ganas de tí.. ahora y más - Capitulo 1

Me estaba poniendo muy nerviosa. Mi cuerpo se tensaba a las caricias de Ji Yong. ¿Y como no? Después de unir mis muñecas y tobillos con esposas el metal se sentía frío.

-¿Tienes idea de que tu posición me excita demasiado? Tenerte inclinada con tu trasero al aire, esposada de muñecas y tobillos juntas. No te muevas, sino las esposas lastimaran tu piel. Quiero que me prestes atención. ¿Estas conmigo?

-Si.

-Bien. Te diré lo que te haré. Primero, te follaré con mis dedos mientras azoto tu trasero. Segundo, acariciaré con la fusta tu espalda y piernas. ¿Sabes que es una fusta?

-Si.

-Perfecto. ¿Te han dicho que eres inteligente?

-Si.

-Lo eres. Y muy preciosa. Tercero, dejaré que te corras. Cuarto, quitaré las esposas, te tumbaré en la cama y te follaré.

Tan solo decía esas frases con su tono de voz bajo y yo ya me encontraba mojada. Fue muy considerado al decirme que hará conmigo, así sabré lo que me espera. Pero no sé por cuanto tiempo.

-De ahora no quiero que pienses. Si te dejo con la venda es para que te concentres y te relajes.

-¿Cómo voy a verte?

-Imagíname. Pero no pienses en nada más. ¿Entendido?

-Si. 

-No te olvides de respirar.

Respire. Contuve. Bote.

Respire. Contuve. Bote.

-¡AHH!

-Shhh…

Las manos de Ji comenzaron azotar mis nalgas. Respira Antonia, respira. Esto me pone nerviosa, pero a la vez me excita. Estar inclinada, esposada y con vendas en los ojos realmente me asusta pero, muy en el fondo me excita.

-Si. Estas mojada preciosa. Ábrete más.

Sujeto mis caderas para que yo pueda moverme. Al abrirme sentí aire frío recorrer los pliegues de mis labios inferiores. Por dios, me estoy excitando más.

No pensar.

Respirar.

No pensar.

Respirar.

Respirar.

Vamos Antonia, tu puedes.

-Buena chica.

Si. Me gusta.

Primer dedo. Se erizo mi piel. Sentía como entraba y salía. Dios, y solo es el primer dedo.

Segundo dedo. Hacía maravilla con ambos, me abría con sus dedos en forma de tijera y yo tiritaba, daba brinquitos. Por dios, no podré silenciarme más.

-¡Ah! Ji…

-Si… gime preciosa. Amo escucharte, hazlo. 

-Así.

Tercer dedo, y ya estoy empapada. Si los sigue moviendo así voy a correrme ahora. Que exquisito se siente esto. Me encanta, quiero más.

-Córrete para mí preciosa, estas lista.

-¡Si!

Y me deshice. Mi cuerpo temblaba y mis piernas tiritaban. Me siento débil.

-Aun no termino contigo. 

Azote. Deje salir un gran gemido. 

Segundo azote, pensé que lo haría mientras me follaba con sus dedos.