Ganas de ti... por siempre - Capítulo 19

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Cuatro horas después despierto con toda la energía del mundo. Haber follado como lo hicimos me ha dejado de maravilla, y no solo a mí.

A Ji Yong.

Cuando bajé a la cocina para desayunar, él ya estaba allí con James y Jones, al verme sonrió cómplice y supe el porqué.

-Buenos días señora Kwon… -saluda Jones.

-Buenos días… -digo y de verdad tendré que tolerar ese nombre. Antes que le propusiera a Ji casarnos, era “Señora Antonia”, ahora seré “Señora Kwon” solo porque a él le dio la gana de dar esa orden. Pero vale…

De acuerdo…

Está bien.

Lo aceptaré porque sé que será feliz oír ese nombre hasta que nos casemos. Ya después seré definitivamente “Señora Kwon”.

-Luces espléndida. –me dice él con toda la coquetería del mundo.

Y por supuesto que lo sé. Hoy será el día en que tengo que ir a G-Sex y precisamente no a presentarme, sino que seré la nueva CEO y debo estar allí hasta las seis de la tarde.

Desde hoy comienza mi jornada laboral.

*****

Estar al frente de toda la comisión de todos los departamentos donde Ji estuvo trabajando durante cuatro años me tenía con los nervios de punta y al borde de querer tirarme desde el ventanal. Estamos en el último piso y con lo nerviosa que estoy siquiera me quebraría. O quizá sí, pero ni lo sentiría.

-Y como ven, Antonia Martins es una excelente diseñadora y podrá darle a G-Sex innovación, algo que nosotros no podemos hacer. –oí a Ji como hablaba y solo me enfocaba en cómo me miraban los demás.

Estoy segura que nadie tendrá ni pondrá su fe en mí. Y por una parte entiendo la cultura tan patriarcal y machista de los asiáticos. Pero no pueden verme como si fuera una prostituta.

Seré la mujer –y única mujer- al mando y no pretendo doblegar mi voluntad a estos viejos inmorales.

-Señores, ¿Alguna pregunta? –dijo Ji y yo preparaba mi escudo anti preguntas estúpidas.

-¿Por qué ella, señor Kwon? Muchos de nosotros estamos desde hace mucho más que usted, y sería injusto que eligiera y escogiera a una mujer por sobre nuestra experiencia en esta empresa.

Bueno, Ji ya sabe lo que pienso de estos viejos, lo sabe y sabe que tomaré mis medidas apenas él salga de aquí, y no pienso ver los años de experiencia ni vejez de todos estos. Si son una parte que aporte a mis ideas y que no se entrometa, se queda. Pero viendo que nadie está de mi lado ni demuestra querer darme una oportunidad, tendré que despedirlos.

Y joder, esta empresa necesita urgente innovación y sobretodo, cortar algunas cabezas chinas.

-Porque así lo decido, señor. –dijo mi futuro esposo. –Pongo toda mi fe y confianza en ella y sé qué hará que esto surja más de lo que ya está. Incluso mi madre y hermana que son dueñas de un porcentaje de G-Sex están de acuerdo. Y por supuesto, soy dueño del sesenta por ciento de las acciones y porque puedo decidirlo. –sonrió. –Si quiere, le daré dos opciones, irse, o quedarse y sumar sus bienes en esas cuentas bancarias. Si se va por cuenta propia, mucho mejor, si lo despido por no aceptar mi idea de innovar G-Sex, tema que está dentro de mi contrato y dentro de lo que me exigió mi padre, entonces tendré que tomar medidas drásticas. –volvió a sonreír. Joder, ¡Qué sexy! –Usted decide.

-Si me permiten… -dije mientras me colocaba de pie. –Necesitaría sus experiencias respecto a las ganancias que tendrá la empresa.

-¿Cómo sabe que tendrá ganancias y no perdidas? –dijo otro viejo. –¿Cómo sabemos que no nos llevara a la quiebra? O que robara millones.

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