Ganas de ti... por siempre - Capítulo 18

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Faltaba poco para que amaneciera, y yo debía buscar a mi socio; así que lentamente me levante. Ji dormía plácidamente, intenté no hacer ruido y lo conseguí. Tomé mi ropa y apenas salí de la habitación me vestí en el pasillo.

Al menos tengo mi jeans y polera.

Bajé por las escaleras y me fui a mi despacho, que como en Nueva York, mantenemos los mismos sitios.

Sabía que en Nueva York ya era tarde, tenemos diferencia de casi 14 horas.

-¿Qué rayos te sucede? ¿Por qué llamas a esta hora?

-Verónica, ¡Amiga mía! –saludé con toda la energía y emoción del mundo. Estaba segura que esas palabras no eran para mí. -¿Qué te ocurre a ti, porqué ese genio?

-Estoy resfriada, ni idea cómo pasó. Pero escúchame nada más, sin ánimos y moqueando. Odio estar así. –sonreí al oírla. Se escuchaba diferente y no me refería a su estado, sino que algo había pasado… ¿Seungri tendrá algo que ver? -¿A qué has llamado?

-¿Por qué me tratas así?

-Prácticamente volaste a Seúl y te olvidaste de nosotros. Tus padres me llaman a mí para saber de ti y como no respondes mis llamadas, y como tampoco tengo el número de tu novio, no tengo más remedio que usar a un mensajero.

Arquee mis cejas, pero eso pasó hace mucho. ¿Será que Seungri no me ha dicho nada más?

-Créeme no he recibido nada de ningún mensajero.

-Lo supuse. Pero, olvidémoslo. ¿Te ha ocurrido algo?

-Tengo mucho que contarte pero necesito que me digas que sí a lo que te voy a pedir… -solo oía nada… -¿Verónica? –dije y oí que cortó.

Mi teléfono volvió a sonar y era un vídeo llamada.

-¿Cómo es que quieres que te digas que sí?

-Cumpliremos el sueño desde que iniciamos a estudiar. –su cara era completamente dudosa.

-Explícate.

-Ji Yong me cedió su puesto para que sea CEO acá en G-Sex Seúl y necesito a alguien que se ocupe de Nueva York. Estuvo casi tres meses allá y ahora necesitamos trabajar acá… -vi la cara de mi amiga y suponía lo que venía. –Dejemos los detalles para más adelante o par cuando podamos vernos, pero necesito que seas mi socia. Fue la única condición que me dijo Ji.

-¿Por qué yo?

-Porque eres de mi confianza. Estudiamos lo mismo y fuimos buen equipo en la universidad. Creamos nuestra propia empresa y la manejamos de la mejor manera posible.

-Esto es distinto Antonia, es una empresa real. Prestigiosa, sobre todo, no es una empresa ficticia, G-Sex es una empresa enorme con un dueño exigente.

-Esto lo hace interesante. Solo debemos seguir las órdenes y ver si podemos cambiar o no lo que sea necesario. –veía duda en su cara, sabía lo que estaba pensando. –Podemos diseñar y crear nuestro propio vestuario. Saltarnos ese drama y dolor de cabeza de tener que pelear con los mejores. G-Sex es una empresa textil, y si creamos y diseñamos respecto a las telas que allí se fabrican, elevaríamos todo. Seríamos las únicas en tener todo en un mismo lugar. –respiré. –Si nosotras, que seremos CEO en Seúl y Nueva York damos esa innovación, elevaríamos la demanda y competiríamos con los mejores diseñadores. Eso era lo que queríamos. Tienes tus bocetos, yo tengo los míos. Es una oportunidad que no podemos rechazar, y pensé en ti antes que Ji colocara a alguien más.

Sabía que podía hacerle cambiar de parecer, estar cinco años manejando una empresa ficticia, es algo sencillo, pero si manejas una real… todo cambia, pero tenemos experiencia y buenas calificaciones. Sabemos hacer esto y que mejor que dos mujeres que anhelan ser las mejores diseñadoras del todo el mundo.

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