Sábado 26 de Agosto del 2017.
La semana pasó más rápido de lo que había previsto. Las clases, los almuerzos con los chicos, tostadas para todos los días que me había levantado temprano en las mañanas. Las cosas iban bien.
Menos con Nate. Era obvio que no le agradaba mi presencia, aunque a mi tampoco la suya, sé pasaba todo el tiempo a los besos y tocadas con Marion y a mi me asombraba que se rehuse a admitir su noviazgo. Pero no era asunto mío.
Para el sábado estaba esperando que llegaran las chicas. Joss me había convencido dado tips para comprar algo de maquillaje, pero no sabía aplicarlo, no como mamá o como Celestine y Marion.
– Hemos llegado.– dijo Celestine con voz cantarina.
– Hola.– saludé.– Entren.
– Que bonito vestido.– elogió Marion la prenda sobre mi cama. Lo que me sorprendió ya que ella no habla mucho, al menos no conmigo.
– Gracias, lo escogió Joss.
– Estos son los zapatos que te traje.– dijo Celestine entregandome unos lindos tacones negros con brillos dorados.
El jueves durante el almuerzo conversamos sobre la fiesta y a que hora vendrían, cuando dije que sólo llevaría unas converse, Marion y Celestine casi se desmayaron, así que esta última dijo que me prestaría unos zapatos cómodos para la ocación.
– Te ves hermosa.– me elogió Celestine cuando ya estaba vestida y calzada.– Tienes lindas piernas, Tyler.
– Gracias, hago mucho deporte.– contesté algo avergonzada, no estaba acostumbrada a los cumplidos.– Tú también te ves muy linda.
– Gracias. Ven voy a maquillarte.
Se puso de pie y me hizo señas para que me siente en la silla del escritorio, el que por su parte estaba lleno de cosméticos y accesorios para estar perfecta para mi primera fiesta. Primero me aplicó una base por toda la cara para unificar el tono e iluminador, después se dedicó a mis ojos aplicando sombras, delineador y mascara de pestañas finalizando por darle a mis labios un tono rosa claro; todo dándome claras indicaciones para que en un futuro pueda hacerlo por mi misma.
– ¿No crees que es demasiado?– pregunté.
– En lo absoluto. Solo destaqué tus ojos un poco, ni siquiera apliqué rubor. Esto es una fiesta.– respondió como si fuera obvio. Extendiéndome un espejo sonrió con autosuficiencia orgullosa de la obra que había creado en mi rostro.– Mírate, Tyler.
Cerré los ojos con fuerza inspirando hondo con temor de que cuando me vea esté irreconocible o que el maquillaje no sea para mi. Pero fue todo lo contrario, me encantaba como se veía mi rostro, me veía distinta, atractiva y adulta, el maquillaje era intenso, pero delicado, nada que rosara siquiera con lo excesivo. Agrandé más mis ojos y me acerqué el espejo para convencerme de que esa mujer era yo. Levanté la mirada hacia Celestine esbozando una enorme sonrisa, logrando que la suya que se haya vuelto de dudativa a enancharse aun más de lo que estaba anteriormente.
– ¡Wow! Celestine, quedo increíble, muchas gracias.
– No hay de que.– contestó quitándole importancia con la mano.– ¿Me dejarías hacerte risos en el cabello? Puedes confiar en mi, no voy a dañarlo.
– Después de lo que haz hecho con mi rostro podría confiar en ti de por vida.
– ¡Genial! ¡Voltéate, chica! Quedaras irresistible.
Mientras Celestine se encargaba de mi cabello, les contaba a ella y a Marion sobre mi trato con los chicos de que no podía estar con ninguno de ellos, y también que no importaría porque tengo novio. Aunque Marion cree que esta demasiado lejos como para deberle fidelidad y que esa es una regla estúpida, increíblemente la impartió Nate que es como su no novio.

ESTÁS LEYENDO
Fraternizados
Teen FictionCuando Tyler solo era una niña un accidente automovilistico cobró la vida de su padre, hermana y abuelo, dejando un terrible sentimiento de perdida y dolor en su madre, quien tras lo ocurrido se volvió aprensiva con lo único que le quedaba en la vid...