Fraternizados

Capítulo 37.

Martes 31 de octubre del 2017.

Sentí un fuerte peso sobre mi cuerpo que me hizo despertarme de golpe.

– Feliz Halloween, diablilla.

– Nate, si sigues colandote en mi cuarto van a descubrirte.– dije con voz adormilada.

Me di vuelta lentamente mientras abría mis ojos para ver a Nate sobre mi cama.

– ¿Y qué quiere decir eso de diablilla?
Creo que más bien yo soy el ángel.– dije riendo mientras Nate rodó los ojos de forma sarcástica.– No me mires así, él que más se acerca a la descripción de diablillo es otra persona en esta habitación.

– ¿Hablas de mi?– preguntó con inocencia.

– Si el disfraz te queda.– contesté alzando los hombros como que no quiere la cosa y luego me levanté de la cama.

– Oye no, no dejes las cosas así.

Tomó de mi cintura y me atrajo denuevo a la cama colocándose frente a mi.

– Por cierto, ¿tienes disfraz para la fiesta del sábado?

– mmm, no. La verdad no estoy segura de ir.

– ¿Por qué no? Es tu primer halloween en el campus. Nadie en la historia del campus se ha perdido esa fiesta.

– Que exagerado eres.– respondí empujándolo para volver a levantarme, no quería llegar tarde.

– Bueno, puede que alguien por ahí se lo haya perdido pero tu no deberías hacerlo, podemos ir juntos. Ya sabes, con disfraz de pareja y todo.

– ¿Hablas en serio?– dije asombrada.

– Claro. No quiero ocultar que nos llevamos bien, tenemos que poco a poco ir mostrando lo nuestro, ya sabes, me siento un poco mal por romper una regla que yo mismo puse y hay algo que debo contarte, pero después de eso, diremos la verdad, te lo prometo.

– Nate.– dije abrazándolo por el cuello, luego le di un beso rápido.– Por cierto, no habría roto las reglas con nadie más.

Se rió antes de planterme un beso en los labios.

– Entonces... ¿iremos juntos?

– Si, ¿ya tienes tu disfraz?

– Nop. Quería saber el tuyo primero.

– Solo tenemos 3 días para encontrar algo.

– Tranquila, se nos ocurrirá algo.

– De acuerdo, ahora sale de mi habitación, debo vestirme.

– ¿No puedo quedarme solo un poco más?

– Claro...

– ¿De verdad?– dijo alzando una ceja coqueto.

– No, véte.

Me miró como un cachorrito y luego salió con la cola entre las piernas.

Me vestí con una falda plisada con flores y un top blanco, tomé mi cabello en una coleta alta que había crecido varios centimetros estos meses y ahora me agradaba como lucía cuando lo recogía, y luego bajé a desayunar.

Cuando llegué abajo los chicos ya estaban desayunando, Oliver me sirvió una taza de café cuando me senté en mi puesto de siempre junto a Joss.

– Feliz halloween.– me dice este.– ¿Ya tienes tu disfraz?

– Aún no.– respondí mirando a Nate que también me miraba.– ¿Y tú?

– Thom y yo seremos Batman y Robin.– dijo algo avergonzado alzando los hombros.– A Thom le gustan los superhéroes.